Nadal doblega a un Moy¨¤ casi desapercibido

Como una pesadilla. As¨ª fue Rafa Nadal para Carlos Moy¨¤ en los cuartos de final del Masters Series de Hamburgo. Con un juego de golpes casi perfectos y una rapidez de piernas sin parang¨®n para la mayor¨ªa de sus rivales, el mallorqu¨ªn dobleg¨® al duod¨¦cimo cabeza de serie sin complicaciones, manteni¨¦ndole al fondo de la pista e impidiendo que su derecha marcara la pauta del partido. Ahora, la tarea de Nadal ser¨¢ defender su segunda plaza en el ranking ATP ante Novak Djokovic, tercera raqueta del mundo, en un duelo que se augura, como menos, apasionante.

Las derrotas de Monta?¨¦s, ante el serbio, y Fernando Verdasco dejaron a Nadal como ¨²nico representante de la 'Armada' espa?ola en la cita germana. Apenas pudo hacer Moy¨¤ en la arena de Hamburgo ante un Nadal que, desde el inicio del partido, pon¨ªa sus credenciales sobre la mesa. Moy¨¤, mermado por sus errores no forzados y superado en velocidad por su compatriota, se ha rendido al repertorio de golpes demoledores de Nadal cuando transcurr¨ªan solamente tres juegos. El 1-2 a favor de Nadal dej¨® un mon¨®logo en la pista de 25 minutos, los que tard¨® el manacor¨ª en hacerse con la primera manga (1-6).

No daba tregua el n¨²mero dos, ni siquiera a los m¨¢s cercanos. El segundo set lo inici¨® con la misma estrategia: mantener al fondo de la pista a su rival. Pero Moy¨¤ no se amilan¨®, al menos, en los primeros compases. Dio m¨¢s guerra que en los siete juegos anteriores, y su derecha pareci¨® funcionar a ratos. Nadal, con el partido controlado, dio tregua a su rival, pero Moy¨¢, igual de irregular que en la primera parte, no aprovech¨® los momentos clave.

Con empate a dos en el marcador, Moy¨¤ cedi¨® su servicio pese a controlarlo con 40-0 y regres¨® a su faceta de jugador dominado. Rafa Nadal no baj¨® el ritmo en ning¨²n momento, y los errores de su rival se convirtieron en puntos a su favor, hasta que el partido lleg¨® al 2-4. Moy¨¤ se resisti¨®. El recuerdo del buen tenis presentado ante el ruso Marat Safin corri¨® por la cabeza del balear y domin¨® su saque con contundencia. 3-4.

Pero era demasiado tarde, y Nadal ten¨ªa demasiada prisa. El espa?ol increment¨® el ritmo y Moy¨¤ no pudo adaptarse, ni siquiera con un nuevo 40-0 a su favor. Al final, tras una hora y 14 minutos, Moy¨¤ saludaba a su rival reconociendo su derrota. Seguir¨¢n siendo amigos fuera, pero nunca dejar¨¢n de ser rivales dentro. Y all¨ª, Nadal es quien domina.