Kubica reina en la soledad

Un a?o m¨¢s, los incidentes decidieron el devenir del Gran Premio de Canad¨¢, uno de los circuitos preferidos de Robert Kubica, vencedor ayer de una cita sin rivales directos. La victoria del polaco fue cuesti¨®n de tiempo. Un premio a la regularidad. En una carrera desastrosa para Ferrari y McLaren por un error de Hamilton durante el primer repostaje, la l¨®gica depar¨® a Kubica dos regalos: la mejor plaza en el podio y el liderato del Mundial. Doblete para BMW, seguido de un memorable David Coulthard.

Fernando Alonso, desesperado y rozando el podio durante 40 vueltas, rompi¨® la caja de cambios y termin¨® estrellado contra el muro cuando intentaba adelantar al alem¨¢n Nick Heidfeld. La clasificaci¨®n se aprieta, y aunque las victorias seguir¨¢n siendo importantes, la fiabilidad se perfila como el factor decisivo para el pr¨®ximo campe¨®n mundial.

En una salida sin sorpresas, Lewis Hamilton asumi¨® el rol de l¨ªder y comand¨® la carrera hasta su abandono, dejando la tensi¨®n en su aler¨®n trasero. Raikkonen, tercero, apenas intent¨® arrebatarle la segunda plaza a Kubica, y Alonso, que part¨ªa por la parte sucia, se vio sobrepasado por la reacci¨®n del Williams de Nico Rosberg, ligeramente m¨¢s descargado de combustible. Era quinto; una buena plaza para Renault, amenazada con la sombra del Ferrari de Felipe Massa cerni¨¦ndose sobre el Renault del asturiano.

La monoton¨ªa de la carrera, rota ¨²nicamente por el arrojo de Nelsinho Piquet en la parte trasera carrera al adelantar a los dos Toyota, se esfum¨® definitivamente en la vuelta 17. El incendio en el Force India de Adrian Sutil propici¨® la aparici¨®n del coche de seguridad, y la inminencia del primer repostaje se aceler¨®. Raikkonen, Hamilton, Kubica, Rosberg y Alonso entraron al pit-lane en un frenes¨ª de mec¨¢nicos por adelantar en la salida, pero el regreso a pista conden¨® la carrera de los dos primeros. El sem¨¢foro no permit¨ªa volver a la pista. Raikkonen y Kubica rodaban paralelos esperando la luz verde, y Hamilton se confi¨®. No vio que sus dos predecesores estaban parados al final de la recta y se acab¨® empotrado contra el Ferrari del finland¨¦s. Fin de carrera para ambos.

La pugna de Fernando Alonso cambi¨® de color. Un error de estrategia del equipo Ferrari desbarat¨® la carrera del brasile?o, que tuvo que volver de nuevo al garaje tras repostar por primera vez, y el nuevo enemigo se llamaba ahora Robert Kubica, tan ileso como el asturiano del incidente en la calle de boxes. Pero en mitad de la guerra, el bicampe¨®n espa?ol se encontr¨® con un dif¨ªcil escollo. Nick Heidfeld, con el tanque repleto de combustible, tapon¨® el camino de Alonso a la segunda plaza ante la impotencia del ovetense, que no vio la manera de adelantar al alem¨¢n con un R28 carente de velocidad punta. Kubica comenz¨® a volar sobre el Gilles Villeneuve, y el otro BMW trajo a Kovalainen primero, a Barrichello despu¨¦s, a la estela del Renault del asturiano.

El podio pasaba por adelantar a Heidfeld, pero la mala suerte y la poca fiabilidad del Renault evidenci¨® otra vez la etiqueta de equipo medio que arrastra la escuder¨ªa francesa. En la vuelta 45, en pleno acoso del asturiano a Nick Heidfeld, el coche rompi¨® la caja de cambios (que completaba el tercer y ¨²ltimo ciclo antes de su renovaci¨®n) y Alonso dijo adi¨®s, dejando la victoria en bandeja al BMW de Robert Kubica. Estall¨® la alegr¨ªa en el garaje alem¨¢n y la perplejidad en el franc¨¦s. Si los frenos lo permit¨ªan, s¨®lo quedaba pasear hasta la meta. 25 vueltas, aunque hubiera que cruzar los dedos.

Por detr¨¢s, Massa salv¨® el error del equipo con una actuaci¨®n heroica y gestas como el adelantamiento m¨²ltiple a Barrichello y Kovalainen. El brasile?o se deshizo de todos, y despu¨¦s de su compatriota le toc¨® el turno a Trulli. Al final, quinto. Canad¨¢ volvi¨® a cebarse de todos. De grandes y medianos. Frustraci¨®n para el ex l¨ªder, Lewis Hamilton, que alterna carreras de leyenda con errores garrafales de novato, y alegr¨ªa merecida para Kubica, que abre a¨²n m¨¢s el campeonato siento quiz¨¢ el candidato m¨¢s desapercibido de la parrilla.