Nadal conquista Wimbledon y destroza el sue?o de Federer
El espa?ol corta la racha de 65 partidos sobre hierba del suizo con su primer doblete Roland Garros-Wimbledon
27 a?os despu¨¦s, la historia se ceb¨® con el campe¨®n. Wimbledon no fue tanto territorio de tenistas de saque y red como de peloteos m¨¢s largos, de resistencia al fondo de la pista y espor¨¢dicas subidas a la red. No fue territorio suizo porque as¨ª lo quiso Rafa, que triunf¨® en Londres con su habitual derecha demoledora y un servicio demasiado inc¨®modo sobre un Roger Federer pele¨®n, desesperado y pleno de facultades. No fue f¨¢cil. Rafa domin¨® la primera manga y gan¨®; sufri¨® en la segunda la avalancha de saques directos y voleas del suizo, y tambi¨¦n sali¨® airoso, perdi¨® la tercera y la cuarta en una dura muerte s¨²bita y gan¨® la quinta en una demostraci¨®n de madurez y perseverancia sobre la hierba. Y as¨ª, como John McEnroe hiciera con Bjorn Borg en 1981 al romper su racha de cinco victorias en Wimbledon, venci¨®, convenci¨® y rompi¨® el sue?o del n¨²mero uno de superar al sueco con seis Grandes brit¨¢nicos consecutivos. A lo campe¨®n. 42 a?os despu¨¦s de que lo hiciera Manolo Santana.
Federer no pudo con Nadal en Wimbledon |
Con el primer saque del partido, Federer avis¨® de lo que le ven¨ªa encima al espa?ol, sin saber que la avalancha se cernir¨ªa sobre ¨¦l mismo. El servicio del de Basilea, perfecto durante todo el partido, le concedi¨® el juego inaugural con ace incluido, pero fue el ¨²nico momento del parcial en el que tuvo el mando. Con la receta de la victoria aprendida, Rafa super¨® la adversidad y asumi¨® el papel de l¨ªder. Mantuvo su saque, firm¨® el primer break al siguiente juego con un error inexplicable de Federer y le dej¨® a merced de su tenis.
Busc¨® su rev¨¦s con el liftado, evit¨® su derecha y minimiz¨® riesgos con un segundo servicio demasiado embarazoso para su rival. Como en Roland Garros, la derecha del balear volvi¨® a ser la pesadilla del suizo, que sobreviv¨ªa en el marcador gracias a su saque. Hasta dos juegos en blanco se adjudic¨® en la primera manga. No se rend¨ªa el pentacampe¨®n, aunque su rostro reflejaba desesperaci¨®n a cada error no forzado. Algo fallaba.
Tan mal le sent¨® perder la primera manga que su enfado se tradujo en un 3-0 fulminante al comienzo del segundo set. Arrincon¨® a su oponente con el saque y le manej¨® a su antojo al fondo con la derecha y el rev¨¦s. Sufri¨® Rafa, para disfrute de la grada, pero la presi¨®n no le hizo mella. La fuerza mental del manacor¨ª en los momentos m¨¢s duros volvi¨® a beneficiarle. Gan¨® su servicio y se vio 4-1 abajo con el turno del helv¨¦tico, pero no le import¨®. Insisti¨® sin cesar en el rev¨¦s de Federer, le quebr¨® el servicio, solvent¨® el suyo y el empate lleg¨® solo, entre aplausos y gritos exasperados del suizo.
Volv¨ªa a retomar el mando Rafa sobre la pista central del All England Tennis Club con Federer al servicio, pero el n¨²mero uno no super¨® el golpe de verse empatado. Nadal, en cambio, sigui¨® con una sola idea, la de machacar el rev¨¦s del suizo. Tan buen resultado le dio al manacor¨ª que Federer termin¨® cayendo en su trampa. Perdi¨® su servicio por segunda vez y dej¨® el set a un paso para el espa?ol, que tuvo que luchar contra el viento y los ca?onazos del suizo. Al final, un error en el resto dej¨® en bandeja la segunda manga, y esta vez no la desaprovech¨® Rafa.
Ca¨ªda, lluvia y remontada
Consciente de su inferioridad, Federer apret¨® los dientes, y el partido se hizo interminable, cada uno ganando su servicio sin ceder. El tercer set comenz¨® de igual forma que el segundo: Federer dominando ante un Nadal sumiso, paciente, que cumpl¨ªa ganando su servicio y dejando toda la presi¨®n al otro lado de la hierba. Sufrieron ambos. El suizo, por la presi¨®n de jugar contra Rafa y contra s¨ª mismo; el espa?ol, por la ca¨ªda al contrapi¨¦, dejando el temor en la grada por una posible lesi¨®n que no lleg¨®, y el temor de ceder un break que dilapidara la manga. Ante la fatalidad renaci¨® el suizo, que se coloc¨® con 5-4 a su favor. La victoria de Nadal pend¨ªa de un hilo, pero la lluvia reapareci¨® y aplaz¨® el partido media hora. Al regreso, la misma t¨®nica. Federer y Nadal conservaron su servicio y el set se decidi¨® en la muerte s¨²bita a favor del que mejor servicio posee.
Federer acortaba distancias, pero enfrente Nadal se manten¨ªa fuerte f¨ªsica y mentalmente. El suizo encontr¨® su sitio y domin¨® m¨¢s que el espa?ol, sac¨¢ndole partido a su saque y su derecha. Nadal dej¨® de insistir a su rev¨¦s, no encontraba el lugar, pero mantuvo cierta seguridad en el marcador dominando en su servicio, esperando un break que le diera la victoria. No lleg¨® hasta la muerte s¨²bita, en la que volvi¨® a caer, pese a llevar la ventaja y tener dos puntos de partido. Nadal se confundi¨® y Federer no perdon¨®.
Otra final a cinco sets
El empate dio alas a Federer, que comenz¨® a jugar incluso mejor que al principio. Mantuvo una calma aparente y ampli¨® su repertorio, aprovechando que Rafa se olvidaba de asfixiarle al rev¨¦s, pero el partido discurri¨® con la misma escasa velocidad. Y con el empate a dos volvi¨® la lluvia. De nuevo al vestuario.
El descanso devolvi¨® a la hierba de la Centre Court el mejor tenis de los dos mejores tenistas del mundo, que siguieron sin ceder un juego para no condenar el partido apoyados ambos en sus dos golpes talismanes, la derecha y el saque. Federer segu¨ªa sumando saques directos (termin¨® con 25). No hubo quiebros, y la agon¨ªa f¨ªsica aument¨® a medida que se acercaba el final.
Tuvo la oportunidad Nadal en el und¨¦cimo juego, con un 15-40 con cinco a cinco en el marcador que Federer salv¨® con un ace y un ob¨²s; en el decimotercero volvi¨® a intentarlo, pero err¨® el balear ante un Federer renacido de la adversidad. Fue a la tercera, en el decimoquinto juego y casi sin luz, cuando Nadal rompi¨® por fin el muro. No pod¨ªa fallar en su turno, y no fall¨®. 9-7. Cuatro horas y 49 minutos despu¨¦s, Nadal se coron¨® en Londres. Hubo un merecido vencedor, pero el trofeo Wimbledon tendr¨ªa que haber sido para los dos ganadores. Uno de ellos sigue siendo el due?o del ranking, el otro es, a partir de hoy, el rey en la hierba.
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