El Bar?a aprende a sobrevivir

El Barcelona ha sabido convertir el Trofeo Joan Gamper, un partido te¨®ricamente amistoso, en una victoria ¨¦pica, con dos goles en el tiempo a?adido que ha servido para remontar el tanto inicial de Boca Juniors y que le avalan como equipo luchador hasta el pitido final, m¨¢s all¨¢ de su apuesta por el f¨²tbol de toque y combinaci¨®n.

Cuando el partido agonizaba entre una cierta resignaci¨®n, provocada por un contragolpe de Boca Juniors que Viatri tradujo en gol, el Bar?a se dio un ba?o de moral. Lo hizo cuando aparecieron sus futbolistas de mayor jerarqu¨ªa. No hab¨ªa puntos en juego, pero el equipo de Guardiola apel¨® al orgullo, al simple placer de superar al rival, por m¨¢s que no haya sitio para el f¨²tbol de sal¨®n. El Bar?a de Guardiola no s¨®lo tiene brillantina. Tambi¨¦n sabe sudar.

Aunque todo el jugo del partido se concentr¨® en los ¨²ltimos cuatro minutos, el Barcelona arranc¨® gripado. En su intento de sublimar el f¨²tbol de combinaci¨®n, se perdi¨® en los detalles. Intent¨® marcar a un palmo del portero. Abus¨® del toque en corto y se olvid¨® de las bandas, pese al pulso de Henry con Ibarra o los esfuerzos de Hleb, demasiado lento para ejercer de extremo.

Guardiola aprovech¨® el segundo acto para ensayar una defensa de tres jugadores, con Abidal, Piqu¨¦ y Puyol. El nuevo dibujo reactiv¨® el partido porque el Bar?a recuper¨® las alas, con Pedro y Jeffren, y Boca afil¨® los dientes cuando encontr¨® m¨¢s espacios. En un par de aproximaciones, con un remate al larguero incluido, el equipo argentino descoloc¨® al conjunto de Guardiola.

La timidez del Bar?a se convirti¨® en el mejor argumento de Boca. El equipo argentino se adelant¨® en el marcador en un contragolpe culminado con sutileza por Viatri. Desde el borde del ¨¢rea, un disparo con el interior del pie, colocado a la izquierda de Pinto para regocijo de los bulliciosos argentinos en la grada del Camp Nou. La zaga del Bar?a, demasiado deshabitada, se qued¨® sin palabras. El gol premi¨® la valent¨ªa de Boca, que supo competir como si de un partido oficial se tratase.

Pero cuando el partido agonizaba, el Bar?a apel¨® a la ¨¦pica del gol del ¨²ltimo minuto. Lo convirti¨® Puyol a la salida de un c¨®rner, detalle que refleja el cambio de registro al que se aboc¨® el Barcelona. Si la pelota no rueda, bien vale un gol a bal¨®n parado.

Embalado, el Barcelona anot¨® el empate entre el ¨¦xtasis de la grada, que siempre agradece ejercicios de voluntad suprema. Xavi colg¨® un bal¨®n al ¨¢rea con m¨¢s fe que delicadeza, y Samuel Eto'o, apenas visto hasta entonces, firm¨® el mejor ep¨ªlogo del Gamper, el segundo gol que dispar¨® la euforia y que convierte al Barcelona en un equipo capaz de apretar los dientes hasta el ¨²ltimo suspiro.

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