?Quieres jugar con nosotros?
Manu Sarabia y su mujer Bego?a Armesto firman un libro llamado ¡®Chaval, ?quieres venir al Athletic?¡¯ en el que el exfutbolista repasa su carrera y habla abiertamente sobre su enfrentamiento con Javier Clemente
Hay una pregunta que abre la puerta a un universo de ilusiones. ?Quieres jugar con nosotros? Puede escucharse en una plaza de una ciudad, en el patio de una escuela o en un prado en una tarde de verano. Son cuatro palabras que recorren la atm¨®sfera cargadas de empat¨ªa y de ¡ªhacia la persona que est¨¢ sin jugar¡ª y de audacia por parte de quienes las pronuncian ¡ªnunca saben lo que se van a encontrar, por mucho que una primera exploraci¨®n visual pueda aportar pistas¡ª. La respuesta suele hacer el camino inverso apoyada en el agradecimiento. Para cuando todos los protagonistas quieren darse cuenta, el bal¨®n est¨¢ rodando y ejerciendo de idioma com¨²n. Esa misma pregunta se escucha en ocasiones a otro nivel. Cuando un club lleva un tiempo siguiendo a un deportista y decide dar el paso de hacerle una propuesta, las mismas palabras llegan entonces acompa?adas de una suerte de m¨²sica celestial que, en la banda sonora de una vida, sonar¨ªa a la consecuci¨®n de un sue?o.
A Manu Sarabia, hist¨®rico jugador del Athletic de Bilbao, la pregunta se la lanz¨® otra leyenda, Piru Gainza. Aquella frase es hoy el t¨ªtulo de un libro ¡ªChaval, ?quieres venir al Athletic? (Al Poste)¡ª en el que Sarabia y su mujer Bego?a Armesto ponen letras a una carrera marcada por un talento innato para el f¨²tbol, las pasiones que despertaba en la grada¡ y por la m¨¢s que complicada relaci¨®n que manten¨ªa con el que entonces era su entrenador, Javier Clemente. La mayor parte del libro est¨¢ dedicada al affaire ¡ªsic¡ª entre futbolista y entrenador. Una situaci¨®n de conflicto que se traslad¨® a la grada de San Mam¨¦s y que ocup¨® p¨¢ginas y p¨¢ginas en los peri¨®dicos de la ¨¦poca. A¨²n hoy sigue siendo motivo de conversaci¨®n entre la hinchada bilba¨ªna. Ahora, por primera vez, Sarabia expone abiertamente su versi¨®n sobre lo sucedido en aquellos a?os 80, planteando un interesante ejercicio de memoria y hemeroteca a trav¨¦s del cual se va percibiendo la escalada de la tensi¨®n entre ambos. En enero de 1986, el Athletic destituy¨® al entrenador tras declarar este que Sarabia no jugar¨ªa m¨¢s en el club. Casi 40 a?os despu¨¦s, la herida contin¨²a abierta.
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