La Ryder regresa a Estados Unidos

Estados Unidos logr¨® siete triunfos en los doce individuales de la ¨²ltima jornada, adem¨¢s de un empate m¨¢s, y se alz¨® con la XXXVII edici¨®n de la Ryder Cup de golf, recuperando as¨ª una hegemon¨ªa que en las tres ¨²ltimas ediciones pertenec¨ªa a Europa. Y es que el eterno rival no tuvo su d¨ªa en el Valhalla Golf de Louisville de Kentucky (Estados Unidos), Nick Faldo, capit¨¢n europeo, no tuvo suerte en la selecci¨®n de sus jugadores, que tan s¨®lo pudieron acumular dos puntos y medio en los ocho primeros recorridos del d¨ªa, un lastre que sumado a los dos m¨¢s de r¨¦mora que tra¨ªa consigo de las jornadas iniciales, convirtieron la remontada en una utop¨ªa. Con esta victoria, los de Paul Azinger, capit¨¢n de Estados Unidos, se aprovecharon del favoritismo que concedieron a Europa, que no supo leer el papel de v¨ªctima de su rival, mucho m¨¢s metido en competici¨®n durante los tres d¨ªas, y se queda sin lograr una cuarta victoria que ser¨ªa hist¨®rica, pues nunca han encadenado m¨¢s de tres consecutivas.

As¨ª, el espa?ol Sergio Garc¨ªa fue el primero en salir al c¨¦sped estadounidense para medirse al joven Anthony Kim en un encuentro a priori c¨®modo para recortar m¨¢s las diferencias con respecto al 9-7 de partida. Pero, el castellonense no supo asumir sus galones de cabeza de cartel europeo y firm¨® una tarjeta muy gris, incluso marr¨® un emboque con el putt a menos de un metro, desbordado por el jugador de origen coreano. Con la renta de nuevo en tres de ventaja (10-7), y tras el empate entre Hunter Mahan y Paul Cansey, los estadounidenses cobraron m¨¢s confianza en sus impactos y la afici¨®n comenz¨® a ver cerca el retorno de la Ryder Cup a sus vitrinas. Pero, entonces, lleg¨® el sobresalto para la afici¨®n local, cuando dos veteranos del circuito como Justin Leonard y Phil Mickelson no fueron capaces de asegurar su punto. As¨ª, el ingl¨¦s Justin Rose y el sueco Robert Karlsson lograban dos puntos que acercaban a Europa, concedi¨¦ndole margen para so?ar con un triunfo ¨¦pico.

No fue m¨¢s que la mejor¨ªa del moribundo, pues Kenny Perry tir¨® de experiencia para terminar con el sueco Henrik Stenson y devolver la calma a los de Azinger, que se vio rozando el triunfo con la punta de los dedos casi acto seguido con el triunfo posterior de dos debutantes como Boo Weekley y JB Holmes. Y es que, precisamente, en la savia nueva estuvo el m¨¦rito del triunfo de Estados Unidos, lo que otorga m¨¢s credenciales al capit¨¢n de los locales, que no dud¨® en aprovechar sus selecciones para reclutar a j¨®venes golfistas con ansias de triunfo ante la ausencia de Tiger Woods. No en vano, ante la ausencia del Tigre, n¨²mero uno del mundo y posiblemente el mejor jugador de la historia, a¨²n convaleciente de la operaci¨®n en la rodilla a la que fue sometido tras conquistar el US Open, fueron los Kim, Weekley o Holmes, los encargados de asumir responsabilidades. La decepci¨®n fue para Mickelson, n¨²mero dos del mundo, que no recogi¨® el testigo y cerr¨® con el traspi¨¦ de hoy una participaci¨®n para olvidar con derrota tambi¨¦n ayer en los fourballs.

Especialmente decisivo, result¨® el triunfo de JB Holmes que, frente al dan¨¦s Hansen, cuya agresividad en el putt hizo que la bola se saliera de dentro, dej¨® a Estados Unidos a un s¨®lo punto del triunfo con todav¨ªa cinco individuales por decidirse. Sin embargo, Jim Furyk no perdon¨® en el primero de ellos con el malague?o Miguel ?ngel Jim¨¦nez como v¨ªctima. El estadounidense acert¨® con el hierro en el hoyo 18 y las 40.000 gargantas que se agolparon en el tapete de Louisville celebraron el triunfo de Estados Unidos, que se lleva una copa que hab¨ªa cruzado el charco en los desaf¨ªos anteriores rumbo al Viejo Continente.

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