El Almer¨ªa es menos sin Negredo

Gonzalo Arconada cay¨® ayer en la cuenta de que, si todos sus jugadores son necesarios, algunos son adem¨¢s imprescindibles. Es el caso de Negredo, m¨¢ximo goleador del Almer¨ªa. El delantero soporta el peso ofensivo de su equipo. Sin ¨¦l, su artiller¨ªa se queda en una simple escopeta de feria. El codazo que propin¨® a Lopo en un salto recibi¨® dos castigos. El de Iturralde Gonz¨¢lez, que expuls¨® con tarjeta roja directa al madrile?o (la segunda que le muestran esta temporada). Y el de Verd¨², que dio la victoria la Deportivo.

El Almer¨ªa desaprovech¨® la oportunidad de demostrar en su estadio que apuesta por el juego de control y elaboraci¨®n. Juanito y Julio ?lvarez se atoraron en el c¨ªrculo central y contagiaron su aturdimiento al medio campo deportivista. Mientras que el conjunto local condicionaba su futuro a los destellos el¨¦ctricos de Piatti y el oportunismo de Negredo, el cuadro de Lotina lo vinculaba a Mista. Todo eso, con balonazo desde el ¨¢rea. Porque de f¨²tbol de toque y creaci¨®n poca cosa.

Un encuentro trabado, plano y sin pegada por parte de ning¨²n equipo tuvo su versi¨®n le?era tras el descanso. Entre tanta hacha y con Negredo en la ducha, el Depor rentabiliz¨® su superioridad num¨¦rica y atosig¨® al Almer¨ªa, que sufr¨ªa un colapso mental cada vez que se acercaba al balc¨®n del ¨¢rea de Aranzubia. Lotina sustituy¨® a Mista por Riki, que en su primera visita a la cocina de Diego Alves fue derribado por Carlos Garc¨ªa. Verd¨², desaparecido hasta entonces, env¨ªo el bal¨®n al larguero.

El Almer¨ªa soportaba estoicamente encerrado en su cueva y su t¨¦cnico suspiraba desde el banquillo. Un suspiro breve, pues Verd¨² quiso resarcirse de su anterior error y dejar en evidencia que el Almer¨ªa, sin Negredo, pierde la referencia y es menos Almer¨ªa.