Abucheos a los jugadores del Atl¨¦tico
La liberaci¨®n de Santos ha calmado a los m¨¢s radicales aunque los aficionados han recibido con gritos al equipo espa?ol
La liberaci¨®n bajo fianza de Santos Mirasierra ha calmado a Marsella, cuyos aficionados m¨¢s radicales anularon los actos de protesta previstos para esta noche pero no renunciaron a abuchear al Atl¨¦tico de Madrid en cada momento en el que les fue posible. El grado de tensi¨®n se redujo de forma importante tras el anuncio de la liberaci¨®n del hincha marsell¨¦s detenido el pasado 1 de octubre por los actos violentos causados en el partido de ida en el Vicente Calder¨®n.
Las facciones radicales del club se reunieron en el bar habitual y, a petici¨®n del grupo "Ultra OM", al que pertenec¨ªa Santos, anularon la manifestaci¨®n que hab¨ªan previsto para el encuentro, que pretend¨ªan presenciar desde fuera del estadio Vel¨®dromo. Pero el club rojiblanco no se libr¨® de la presi¨®n de la afici¨®n rival. A su llegada al estadio fueron sonoramente abucheados por un grupo nutrido de aficionados, sin que se produjera ning¨²n incidente.
Un doble cord¨®n policial de agentes antidisturbios disuadi¨® cualquier lanzamiento de objetos contra el autocar "colchonero". Se limitaron a proferir gritos contra el equipo, como un reconocible "Hija puta Madrid" que hicieron en perfecto castellano. Los abucheos continuaron cuando el autob¨²s del equipo se detuvo para que la expedici¨®n rojiblanca bajara en el Vel¨®dromo y, por tercera vez, cuando algunos jugadores salieron en traje de calle a reconocer el c¨¦sped.
En la calle el ambiente estaba listo para las protestas que hab¨ªan preparado los ultras marselleses para reclamar la liberaci¨®n de Mirasierra. Los alrededores del estadio aparecieron plagados de pancartas y carteles en favor de su liberaci¨®n, con im¨¢genes del hincha, convertido en un icono del club. Un grupo de voluntarios repart¨ªa entre los aficionados camisetas con el lema "liberad a Santos". Prepararon 20.000 en menos de dos d¨ªas gracias a la colaboraci¨®n de una empresa textil de la ciudad. Algunas asociaciones las entregaban de forma gratuita, otras ped¨ªan una donaci¨®n de dos euros destinada a la defensa de Santos.
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