La amenaza de Barrichello

A veces, ser subcampe¨®n puede doler m¨¢s que un fracaso. Rubens Barrichello vivi¨® ayer en Montmel¨® un d¨¦j¨¤ v¨¦cu que le regres¨® por un instante al box de Ferrari en 2005, cuando Michael Schumacher era su compa?ero de filas y Ross Brawn, ahora jefe de su equipo Brawn GP, era director t¨¦cnico de la firma italiana. Por entonces, su situaci¨®n personal era tan insostenible que Barrichello resolvi¨® abandonar el cavallino un a?o antes de que terminara su contrato para no desobedecer la consigna de acompa?ar (y nunca adelantar) al Kaiser en su camino a un nuevo t¨ªtulo. La situaci¨®n pareci¨® repetirse de un modo u otro en Barcelona, aunque el equipo lo niegue y Barrichello no las tenga todas consigo para lanzar una acusaci¨®n. Lo que s¨ª tiene claro el de Sao Paulo es que no admitir¨¢ un trato de favor hacia su compa?ero. "Si tengo la menor prueba de que han favorecido a Jenson, colgar¨¦ mi casco ma?ana mismo", ha declarado el piloto.

Las cosas han cambiado desde su etapa ferrarista. Ya no hay heptacampeones a los que servir y el Mundial se dibuja del color de su monoplaza, pero los fantasmas del brasile?o le acompa?aron ayer en el segundo podio del Circuit. Aunque Barrichello tiene la palabra de Ross Brawn de que la estrategia de Jenson Button no se vari¨® para beneficiar al brit¨¢nico y reconoce los problemas en su tercer juego de neum¨¢ticos, no puede evitar pensar en un posible gesto de favoritismo patriota. Ambos pilotos corr¨ªan con la misma estrategia de tres paradas, pero Button solo realiz¨® dos, mientras que Barrichello cumpli¨® la pauta. ?El motivo? Aunque el brit¨¢nico rodaba cargado de combustible, sus parciales eran tan buenos que variaron el plan. Ya no era necesario correr con el dep¨®sito a medio llenar.

Todo iba bien hasta la segunda parada del brasile?o. Adelant¨® a Button, autor de la 'pole' del s¨¢bado, en la salida y lider¨® casi tres cuartas partes de la carrera. Si no ocurr¨ªa un percance, la carrera la ten¨ªa en el bolsillo, pero ten¨ªa un pit-stop a¨²n pendiente. Barrichello entr¨® por ¨²ltima vez y sali¨® con un juego de neum¨¢ticos que no dieron el resultado esperado. Sus registros aumentaban unas d¨¦cimas a cada vuelta, mientras Button, m¨¢s c¨®modo, limaba diferencias en cada paso por meta. Era cuesti¨®n de tiempo. Cuando el ingl¨¦s regres¨® tras el segundo repostaje se encontr¨® sin rivales.

Tras la carrera, Barrichello no encontraba respuesta a sus dudas. Ross Brawn era el ¨²nico que pod¨ªa dar una explicaci¨®n. "El cambio de estrategia fue decisi¨®n m¨ªa. Los ingenieros y los pilotos eval¨²an su informaci¨®n y hacen sus recomendaciones, pero soy yo quien decide las llamadas al pit lane y, buenas o malas, son mi responsabilidad", declar¨® Brawn, que se apoya en los registros de Barrichello cuando calz¨® neum¨¢ticos nuevos.

Aunque la vida es de color de rosa en el garaje de Brawn GP y los problemas apenas suponen un contratiempo, Barrichello, que mantiene su confianza en Brawn, no cumplir¨¢ las ¨®rdenes si ve un trato desigual favorable a Button. "S¨¦ que Ross no har¨ªa algo semejante. ?l me pidi¨® que pilotara para ¨¦l y sabe que yo quiero competir limpiamente con Jenson. He tenido experiencia de eso, y si sucede otra vez no seguir¨¦ ninguna orden del equipo. Quiero dejarlo claro, pero vivimos una situaci¨®n bastante m¨¢s amistosa que todos eso", ha comentado Barrichello a Speed TV.