El Espanyol no se toca

El Espanyol se aferra a Primera . Desterrado antes de tiempo por la falta de f¨²tbol, por el trasiego de entrenadores y los m¨²ltiples y sucesivos despidos institucionales, el equipo se descabalg¨® de la competici¨®n a falta de completar el ¨²ltimo tercio. Pero el jarabe Pochettino, impresionante y milagroso, le reactiv¨® hasta el punto que, tras derrotar ayer al Athletic gracias a un penalti de lo m¨¢s generoso, est¨¢ a un paso de certificar su continuidad Primera Divisi¨®n. Necesita dos puntos. Su pegamento resiste todo.

Exhausto y castigado por la final de Copa, al Athletic no le vino en gana jugar un duelo intenso, de idas y venidas con espacios y oportunidades. Se ajust¨® a un gui¨®n inflexible, un tanto primitivo si se atiende a su propuesta. Practic¨® un juego de interrupciones, sin tiempo para domar la pelota. Se trataba de colgar balones al ¨¢rea para conectar con Llorente, la referencia en ataque, y aguardar a su resoluci¨®n. Pero Jarque, soberbio, le desdibuj¨® y anul¨® al Athletic.

Para el Espanyol tambi¨¦n result¨® un tormento superar la segunda l¨ªnea de presi¨®n. La basculaci¨®n del Athletic y sus coberturas fue un ejercicio tan atractivo como pragm¨¢tico. Entre otras cosas, porque lograron descolocar a De la Pe?a, el pie del equipo. Lo pelat se pele¨® con la abotargada medular, ri?¨® con la pelota porque la vio bien poco, y discuti¨® con el colegiado hasta que le ense?¨® una cartulina amarilla por protestar y le priv¨® de jugar el pr¨®ximo encuentro por sanci¨®n. Eso no le impidi¨®, sin embargo, inventarse un par de sus asistencias. Justo de lo que careci¨® el Ahtletic, un jugador con el ingenio necesario para dar el pase decisivo y descuajeringar una l¨ªnea defensiva. Yeste, en la cama y con v¨®mitos, sufr¨ªa gastroenteritis.

Con Tamudo lesionado, Callej¨®n ocup¨® la delantera. Como le gusta, como se ha desempe?ado durante toda su carrera, por m¨¢s que la escasez de recursos en la banda derecha del Espanyol le exijan reubicarse. Y arriba, como Gary Cooper en solo ante el peligro, se movi¨® con soltura. Posible, en cualquier caso, porque a la zaga del Athletic le cuesta horrores controlar las espaldas. As¨ª, Callej¨®n se libr¨® dos veces de las miradas de los centrales y, escorado por la diagonal, prob¨® fortuna en el remate. Ambos desviados. Le imit¨® Luis Garc¨ªa, pero se top¨® con la mano de Iraizoz. Y revent¨® el duelo Corominas, con sus carreras por el costado y movimientos de entre l¨ªneas. En una de ellas, simul¨® un penalti ante el ¨ªmpetu de Gurpegui. Pic¨® el ¨¢rbitro y gole¨® Luis Garc¨ªa. Al Espanyol le faltan dos puntos para eludir el descenso; al Athletic le import¨® bien poco.