Victoria con silbidos

Qui¨¦n le iba a decir a Josep Maria Nogu¨¦s que una semana que comenz¨® con varios aficionados b¨¦ticos lanzando huevos a sus jugadores iba a terminar con una victoria en el Ruiz de Lopera ante un Almer¨ªa de convidado de piedra. Pero as¨ª es el Betis, inexplicable. Sujeto a su propia l¨®gica. La misma que aplic¨® la grada cuando decidi¨® silbar a Arzu tras marcar el segundo gol del equipo.

El canterano, diana de muchas de las cr¨ªticas que se oyen en Heli¨®polis, celebr¨® el tanto llev¨¢ndose el pulgar a la boca. El gesto iba dedicado a su abuelo y su hija. Pero la afici¨®n crey¨® entender que en ese dedo se escond¨ªa una ofensa. No tardaron en arreciar los pitos y silbidos en contra de Arzu, que luego reconoci¨® haber hecho alg¨²n gesto de desaprobaci¨®n por la marea de gritos que le cay¨® encima. As¨ª es el Betis de los ¨²ltimos tiempos, capaz de silbar cuando pierde y tambi¨¦n cuando gana.

Y eso que todo se le puso de cara con el tempranero gol de Mark Gonz¨¢lez, otro de los se?alados parte de la temporada por su falta de implicaci¨®n. El chileno adelantaba al conjunto verdiblanco tras cabecear un centro de Edu. El brasile?o, m¨¢s tarde, pudo encarrilar el encuentro cuando fue derribado en el ¨¢rea por Chico, que enfil¨® el vestuario. Pero su lanzamiento del penalti acab¨® en las manos de Diego Alves. Con una eternidad de minutos por delante, el Betis volvi¨® a vivir al l¨ªmite. Juanito salv¨® bajo palos el empate del Almer¨ªa, que con Negredo en el banquillo perdi¨® mordiente.

Sin embargo, tampoco el conjunto sevillano parec¨ªa querer dar por cerrada la contienda, acostumbrado como est¨¢ a complicar lo que parece sencillo. Hasta que lleg¨® el latigazo de Arzu y su celebraci¨®n. Lo que deber¨ªa haber sido un b¨¢lsamo para la afici¨®n fue un torrente de gritos para el canterano. Y el descenso sigue ah¨ª. A s¨®lo tres puntos.