Fin de fiesta
Tras 35 partidos sin perder, el equipo de Del Bosque se estrella contra Estados Unidos y se queda sin final
A Espa?a se le apagaron las luces 35 partidos despu¨¦s. Nada es eterno, por lo que su derrota ante Estados Unidos, por inesperada que fuera, no rebaja la excelente trayectoria de un equipo que destap¨® Luis Aragon¨¦s y ahora tutela Vicente del Bosque. Un traspi¨¦ accidental que no tendr¨ªa que agitar ning¨²n debate pesimista en torno a una selecci¨®n de estilo exquisito y m¨¢s eficaz que ninguna desde noviembre de 2006, fecha de su ¨²ltimo patinazo, en un partido amistoso en C¨¢diz ante Ruman¨ªa. De hecho, en los citados 35 partidos, solo en otras dos ocasiones, adem¨¢s de anoche, se qued¨® sin marcar: en un amistoso contra Finlandia y frente a Italia en la Eurocopa. Ayer se lo impidi¨® Estados Unidos, que demostr¨® ser un conjunto s¨®lido y vitalista. A Espa?a no le falt¨® actitud, ni mucho menos, pero s¨ª el virtuosismo de otras veces y una mira m¨¢s ajustada para no desperdiciar tantas oportunidades durante el segundo tramo, cuando los norteamericanos sembraron su ¨¢rea de espinas. Ahora, salvo que Brasil descarrile hoy ante Sur¨¢frica, ya no podr¨¢ fabular con los pentacampeones del mundo y tendr¨¢ el suplicio de soportar cuatro d¨ªas m¨¢s de concentraci¨®n hasta disputar el domingo el encuentro por el tercer puesto. As¨ª es el formato de esta Copa Confederaciones, en la que solo una consolaci¨®n contra Brasil aliviar¨ªa el cautiverio espa?ol en la polar Bloemfontaine.
ESPA?A 0 - EE UU 2
Espa?a :Casillas; Sergio Ramos, Piqu¨¦, Puyol, Capdevila; Cesc (Cazorla, m. 68), Xabi Alonso, Xavi, Riera (Mata, m. 78); Villa y Fernando Torres. No utilizados: Diego L¨®pez, Reina; Albiol, Marchena, Arbeloa, Busquets, Pablo, Silva, Llorente y G¨¹iza.
EE UU : Howard; Spector, Onyewu, Bocanegra, DeMerit; Dempsey (Bornstein, m. 89), Clark, Bradley, Donovan; Davies (Feilhaber, m. 69) y Altidore (Casey, m. 83). No utilizados: Guzan, Robles; Califf, Wynne, Pearce, Beasley, Klejstan, Torres, y Adu.
Goles: 0-1. M. 27. Altidore recibe un pase picado al hueco de Dempsey, protege con su cuerpo el bal¨®n se gira y marca de fuerte disparo. 0-2. M. 74. Demspey se adelanta a Sergio Ramos y marca a puerta vac¨ªa.
?rbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Expuls¨® por roja directa a Bradley (m. 86). Amonest¨® a Donovan,Altidore, Capdevila y Piqu¨¦.
Free State Stadium: 40.000 espectadores.
La selecci¨®n espa?ola se despleg¨® m¨¢s atrofiada que de costumbre, sometida por el vigoroso equipo estadounidense, decidido a cortocircuitar el juego espa?ol, tan fluido en los ¨²ltimos tiempos. Los delanteros de Bob Bradley se ocuparon de frenar a Espa?a desde el inicio del juego. Para Casillas resultaba un suplicio poner la pelota en juego a los pies de un socio. Si el cuadro de Del Bosque superaba el primer muro, el mecano norteamericano apenas le dejaba rendijas, con volantes, pivotes y defensas tan cercanos unos de otros como lejanos de su portero, Howard. El campe¨®n de Europa, atornillado. El pegamento estadounidense propici¨® una catarata de fallos en cadena, excepcional en un equipo que se ha instalado en la realeza del f¨²tbol por su talento para trenzar el juego con sutileza: malos controles, pases dislocados, desatenciones ante el fuera de juego. No era Espa?a; s¨ª era Estados Unidos, nada acartonado, nada que ver con los adversarios precedentes en la Copa Confederaciones. Result¨® una selecci¨®n ordenada, musculosa y muy directa hacia Casillas, aunque se prodigara cada vez menos en el transcurso del encuentro, atosigada por el desenfreno ofensivo espa?ol. Estados Unidos ya no es aquella pandilla de universitarios que se dedicaba al soccer casi de forma clandestina. Hoy, su esqueleto est¨¢ formado por futbolistas profesionales curtidos en Europa. Ha perdido ingenuidad. En dos partidos en un a?o, Espa?a solo ha logrado anotar un gol ante los norteamericanos.
El tanto de Altidore retrat¨® la primera fase del juego. Con Espa?a en trance, una p¨¦rdida en un lateral deriv¨® en un pase al culturista delantero del Villarreal. Le esposaba Capdevila, pero el fortach¨®n ariete impuso su carrocer¨ªa de acero frente a su compa?ero de equipo. Ante su remate frontal, Casillas, vencido antes de tiempo, apenas pellizc¨® el bal¨®n. Por una vez, Espa?a ten¨ªa el marcador en contra. Como no le falta car¨¢cter, la perseverancia la aproxim¨® poco a poco a Howard. Con su estilo, sin precipitarse, pero con menor precisi¨®n que en otras ocasiones. Al igual que en los partidos anteriores, con excesiva tendencia a hacer gravitar el juego por el eje central, donde la montonera se vuelve laber¨ªntica. Tan solo Riera y Ramos se abrochaban a las bandas. Con Iniesta y Silva, Espa?a alista interiores tan capaces por los costados como por el embudo.
Pese a la espesura en el juego, con Xavi de catalizador, Villa, que se mostr¨® ofuscado como nunca, y Torres se citaron varias veces frente al gol antes del toque de corneta del segundo tiempo. Espa?a, apretada por el resultado, aument¨® los decibelios, mientras que su rival, tambi¨¦n condicionado por una ventaja con la que no contaba, retras¨® considerablemente el dique. El asalto espa?ol fue constante. Su propio desatino, el meta norteamericano y su ej¨¦rcito defensivo y un exceso de precipitaci¨®n condenaron al grupo, que entreg¨® definitivamente la cuchara tras una falta de aplicaci¨®n de Ramos, al que Dempsey le rob¨® la pelota a un palmo del flequillo de Casillas tras confiarse en un control. Para Espa?a result¨® la puntilla. Sus desgarros defensivos y la falta de punter¨ªa en su explosivo arranque tras el intermedio la precipitaron a una derrota un tanto azarosa. Fin de fiesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.