Guardiola cae en su propia trampa
El t¨¦cnico del City, que dice que la plantilla envejeci¨®, emple¨® su t¨¢ctica m¨¢s arriesgada, seg¨²n sus rivales y sus jugadores

Pep Guardiola acab¨® la temporada 2023-24 agotado. Cuentan sus amigos que despu¨¦s de plantearse dejar de entrenar en clubes para trabajar en una selecci¨®n ¡ªambiciona dirigir Espa?a o Inglaterra alg¨²n d¨ªa¡ª, o para cogerse un a?o sab¨¢tico, se inclin¨® por mantenerse leal a Khaldoon Mubarak, el presidente del Manchester City, y prolongar su contrato hasta 2027. Despu¨¦s de ocho a?os en el club, supuso un paso ins¨®lito en una trayectoria marcada por la construcci¨®n de proyectos que dejaba al cabo de tres o cuatro a?os. El entrenador m¨¢s influyente del siglo siempre supo que su fuerte es la t¨¢ctica y no la gesti¨®n humana. El roce con las plantillas provoca un desgaste que le resulta dif¨ªcil de compatibilizar con la exigencia cotidiana. Seis meses despu¨¦s del verano de incertidumbre, el desplome es rotundo. El City, que ven¨ªa de levantar la Copa de Europa en 2023 adem¨¢s de cuatro Premiers seguidas, qued¨® eliminado de la Champions despu¨¦s de exhibir el juego m¨¢s deprimente jam¨¢s visto en un equipo de Guardiola.
¡°Quer¨ªamos hacer posesiones muy largas para encontrar el mejor momento, porque si haces un partido de ida y vuelta, ah¨ª ellos son muy buenos¡±, explic¨®, tras perder 3-1 contra el Madrid este mi¨¦rcoles y quedarse fuera de los octavos por primera vez en las 16 temporadas que suma de carrera en los banquillos.
Los t¨¦cnicos del Chelsea que eliminaron al Bar?a en la semifinal de la Champions de 2012 experimentaron un d¨¦j¨¤ vu al escuchar a su viejo adversario decir que mand¨® a los jugadores a cuidar la pelota para alargar los ataques en lugar de desplegar el f¨²tbol vertiginoso que es su sello distintivo. Estos antiguos miembros del cuerpo de asistentes de Roberto di Matteo, campeones de la Champions en 2012, evocaron el pasado con nostalgia al ver c¨®mo G¨¹ndogan y sus compa?eros se paralizaban y se confund¨ªan bajo las mismas consignas que paralizaron y confundieron a algunos de los futbolistas m¨¢s preclaros que jam¨¢s se han juntado en una misma cancha ¡ªMessi, Xavi e Iniesta¡ª hace m¨¢s de una d¨¦cada.
¡°En 2012 en el Chelsea pens¨¢bamos lo mismo que ahora, y es que Guardiola es un mito que crea equipos inexpugnables por la presi¨®n y la circulaci¨®n de pelota, salvo cuando el propio Guardiola les pide a sus jugadores que bajen el ritmo para cuidar el bal¨®n¡±, cuenta uno de aquellos expertos, bajo condici¨®n de anonimato. ¡°En 2010 lo hizo contra el Inter, y el Inter lo elimin¨®. Nosotros lo estudiamos y concluimos que repetir¨ªa el plan contra el Chelsea. Ten¨ªamos un 5% de probabilidades de clasificarnos. ?Y nos funcion¨® con Ra¨²l Meireles y el Galgo Ramires!¡±.
Los ayudantes de Di Matteo descubrieron la brecha cuando estudiaron el Barcelona - Inter (1-0) de abril de 2010. Dividieron el campo en cuatro cuartos, midieron las maniobras colectivas en trayectorias de circulaci¨®n de bal¨®n de 50, 100 y 150 metros, y verificaron que el Bar?a hab¨ªa movido la pelota a la misma velocidad en el ¨¢rea contraria que delante de sus centrales. Messi y sus colegas retuvieron el bal¨®n una media de tres segundos antes de volverlo a pasar. Siempre al mismo ritmo. En todos los cuadrantes sin acelerar. Casi el doble del promedio de la temporada. Dedujeron que Guardiola les hab¨ªa ordenado tener paciencia y esto los indujo a desaprovechar minutos preciosos en busca de pases que solo aparecen despu¨¦s de ciclos de circulaci¨®n r¨¢pida. A?os m¨¢s tarde, el patr¨®n se repiti¨®. M¨¢s de un futbolista del City reconoci¨® en privado que en caso de dudas, sobre todo contra rivales poderosos, el t¨¦cnico les ped¨ªa que ralentizaran la circulaci¨®n, que pensaran despu¨¦s de recibir la pelota y buscaran las mejores opciones de pase para evitar p¨¦rdidas y contragolpes en contra. Lo que pretendi¨® proporcionar seguridad, se convirti¨® en el caldo de cultivo de la inseguridad, el miedo al error y la angustia. A los jugadores consultados este cambio de registro de la agresividad a la cautela no les gustaba, dicen, porque lo interpretaban como una se?al de desconfianza del entrenador.
Aquellas eliminatorias de 2010 y 2012 se convirtieron en can¨®nicas. Un modelo que desde entonces siguen las secretar¨ªas t¨¦cnicas de varios de los grandes equipos de Europa cada vez que han enfrentado a Guardiola con la esperanza de que, llegado el d¨ªa, optar¨¢ por seguir la parte de su doctrina que hace que sus equipos compitan en el ¨¢ngulo m¨¢s lento de su horquilla de rendimiento. Algo que las defensas contrarias agradecen cuando necesitan aire para organizarse y referencias est¨¢ticas para presionarlas con eficacia. Sucedi¨® el d¨ªa que el Madrid elimin¨® al Bayern (0-4) en 2014; el d¨ªa de la final de Lisboa que el City perdi¨® ante el Chelsea en 2021; y tambi¨¦n en la final de 2023, que el City le gan¨® al Inter despu¨¦s de perder el control del partido, rematar siete veces y sufrir 14 remates.
El mi¨¦rcoles, cuando Guardiola se sinti¨® amenazado, repiti¨® la vieja consigna inhibitoria. Pero esta vez no dirig¨ªa un equipo pujante como en 2010, 2012, 2014 o 2021, con jugadores proclives a creer incluso en discursos reactivos despu¨¦s de a?os de promoci¨®n de la audacia. Este City es un equipo golpeado por meses de intentos frustrados de romper la mala racha. Nadie en el cuerpo t¨¦cnico pareci¨® calibrar este indicador. La respuesta fue abrumadora. Sus jugadores parecieron adormecidos ante un Madrid que despu¨¦s de perder contra el Espanyol, estrellarse contra Osasuna y empatar contra el Atl¨¦tico en Liga, se mostr¨® revitalizado ante un adversario que lateralizaba pases a la espera de que ocurriera algo sin provocar que ocurra. Como titul¨® The Guardian despu¨¦s de la derrota: ¡°Las figuras del City se convirtieron en zombis perseguidos por sus propios fantasmas¡±.
Viejos, quemados, o demasiado j¨®venes
Desde hace un tiempo hay jugadores en el City que parecen quemados de tanto esperar soluciones que no llegan. Guardiola cree que el fracaso se debe al envejecimiento de su plantilla. ¡°Un poco s¨ª hay que reconstruir el equipo¡±, dijo en el Bernab¨¦u, en los micr¨®fonos de Movistar. ¡°Las cosas no son eternas. Algunos ya tienen una edad¡±.
La regeneraci¨®n ya comenz¨®. En el ¨²ltimo a?o y medio el City ha invertido 500 millones de euros en fichar jugadores como Nico, Marmoush, Savinho y Khusanov, todos titulares ante el Madrid. Ninguno con experiencia en el m¨¢ximo nivel. Todos muy j¨®venes. Quiz¨¢s demasiado.
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