Lucha por el poder en el Valencia

"Somos el 51% del capital social y nos tienen que dar paso", dijo ayer con chuler¨ªa Vicente Soriano en declaraciones a RTVV. Pero no siempre salen las cosas como uno sue?a. A Soriano, ex presidente y apoderado de Inversiones Dalport, que dice tener el 50,3% de las acciones del Valencia, el plan le ha funcionado a medias. Pens¨® que a estas alturas volver¨ªa a presidir las reuniones del consejo. Pero sigue sin tener el poder.

El consejo, presidido por Manuel Llorente, resiste. Y tratar¨¢ de hacerlo, al menos, hasta que finalice la primera vuelta de la ampliaci¨®n de capital, que empez¨® ayer, el 21 de agosto. Ellos gestionan el club. Ellos ostentan el poder ejecutivo. Si bien, el golpe de efecto ideado por Soriano, que vendi¨® su 10% de las acciones, y por Soler, que vendi¨® el 37% de los t¨ªtulos, ha surtido efecto: su regreso a escena ha paralizado al valencianismo, que no encuentra motivos para rascarse el bolsillo.

La ampliaci¨®n de capital arranc¨® sin pena ni gloria. Los accionistas tienen demasiadas dudas: ?Qui¨¦n controla el club? ?La ampliaci¨®n de capital sigue adelante? ?Y si Soriano llega con los 500 millones que prometi¨®? ?La entidad est¨¢ paralizada?

Llorente dio ayer tantas respuestas como pudo: "Yo soy el presidente del consejo de administraci¨®n que leg¨ªtimamente est¨¢ rigiendo los designios de este club". No existe ninguna bicefalia, dijo. ?l y su equipo representan al club hasta la pr¨®xima junta de accionistas, que s¨®lo ellos pueden convocar. Y que convocar¨¢n m¨¢s tarde que pronto de acuerdo con los plazos legales establecidos. Eso significa que pueden pasar a¨²n un par de meses. Tiempo suficiente para tratar de que la ampliaci¨®n de capital, o al menos la primera vuelta, fructifique.

Y si Soriano llega con los 500 millones prometidos, para comprar Mestalla y la zona terciaria del nuevo estadio, Llorente le har¨¢ "el pasillo". As¨ª lo prometi¨®, con cierta sorna. Claro que, el grupo inversor deber¨¢ presentar "avales que sean ejecutables al primer requerimiento". Soriano le respondi¨® despu¨¦s: "Yo no tengo que ense?arle ning¨²n aval".

El club no est¨¢ paralizado, afirma el presidente. El lunes Soriano pidi¨® a Llorente muchas cosas, adem¨¢s de la solicitud de convocatoria de esa junta de accionistas para paralizar la ampliaci¨®n y recuperar el poder. Pero no todas deben ser satisfechas por los actuales gestores. "El consejo tiene potestad para realizar cualquier operaci¨®n que considere oportuna", dijo Llorente. As¨ª, el Valencia puede vender y comprar activos sin el benepl¨¢cito de Soriano. No importa que ¨¦ste le pidiera que no vendiera a Villa u otras estrellas.

Llorente tiene razones para aferrarse al sill¨®n de la presidencia. La primera: la transacci¨®n accionarial a¨²n no es firme. La Ley del Deporte exige que, en caso de una compra de acciones superior al 25% de los t¨ªtulos, el comprador debe tener la autorizaci¨®n previa del Consejo Superior de Deportes (CSD). Este organismo recibi¨® ayer la documentaci¨®n sobre la transacci¨®n de t¨ªtulos entre Soler y Soriano, primero, y Soriano e Inversiones Dalport despu¨¦s. La documentaci¨®n "est¨¢ en estudio". El CSD tiene tres meses para dar el visto bueno a la operaci¨®n. Entretanto, el Valencia no tendr¨ªa por qu¨¦ reconocer la legitimidad del cambio accionarial.

Las dudas respecto a la operaci¨®n y la naturaleza de la empresa que dice ser propietaria del club son muchas. "Me inquieta. No me gusta eso de que sea una empresa tan lejana, allende los mares", manifest¨® Llorente. Allende los mares es Uruguay, una especie de para¨ªso fiscal donde existe el secreto bancario. De ah¨ª que el presidente opinara que "despierta dudas razonables sobre su viabilidad, concreci¨®n y solvencia".

"No tengo ning¨²n dato relacionado con esta empresa. Soriano no me ense?¨® ning¨²n documento, ning¨²n plan de viabilidad o de negocio". Y a?adi¨®: "Espero que Vicente Soriano pueda dar detalles adicionales del nuevo accionista mayoritario, de la identidad de sus promotores y de la solvencia del grupo". El ¨²nico detalle lleg¨® ayer noche, cuando RTVV ofreci¨® unas declaraciones de un representante de Dalport, Francisco Manuel G¨®mez, quien dijo que la sociedad era un "holding financiero" que opera en todo tipo de mercados: de la construcci¨®n, financiero y hasta alimentario en escenarios como Dubai o Miami. Viernes o s¨¢bado, prometi¨®, el presidente, V¨ªctor Bravo, se presentar¨¢ en Valencia.

Sobre las intenciones de Soriano no hay tantas dudas: "Quiere paralizar la ampliaci¨®n de capital, se quedar¨¢ con el control del club, y aunque provoque que ¨¦ste entre en concurso de acreedores, se asegurar¨¢ la presidencia durante un par de a?os", se?alan fuentes pr¨®ximas al empresario.

?Sospecha lo mismo Llorente? "No es ninguna sospecha. Es una realidad. As¨ª lo solicitaron por escrito". El club apela al compromiso de sus accionistas para deshacerse de Soriano: "La ampliaci¨®n sigue siendo necesaria para la viabilidad del club. La sociedad sigue teniendo un enorme desequilibrio patrimonial". Si nunca llegan esos 500 millones, como no llegaron antes los 400 que tambi¨¦n prometi¨® Soriano, sea quien sea el due?o del club, s¨®lo queda una salida: concurso de acreedores. La deuda es de 547 millones.