El CSD tampoco se f¨ªa de Dalport
Los compradores del Valencia env¨ªan fotocopias al CSD para validar el traspaso accionarial
Logotipos tomados de una p¨¢gina web de dibujos infantiles, webs que aparecen y desaparecen en s¨®lo unos d¨ªas, y, ahora, simples fotocopias para certificar un traspaso accionarial del 50,3% de una entidad como el Valencia cifrada en unos 200 millones de euros. As¨ª funciona Inversiones Dalport, la empresa que controla el club desde el 4 de julio.
De acuerdo con la Ley del Deporte, el Consejo Superior de Deportes estudia la documentaci¨®n remitida el mi¨¦rcoles pasado por los nuevos due?os del Valencia, que deben recibir la autorizaci¨®n previa del CSD para que la adquisici¨®n sea firme. Y en ello est¨¢n. Si bien, de momento, el CSD ha solicitado algunas correcciones. Los documentos remitidos son insuficientes, adem¨¢s de poco adecuados: "han enviado fotocopias, y pedimos el original o, al menos, fotocopias compulsadas".
El CSD debe asegurarse de que la empresa inversora existe, es legal y, por ejemplo, no tiene participaciones en otro club. Si existiera alguna contraindicaci¨®n, la operaci¨®n de compraventa quedar¨ªa sin efecto. Tambi¨¦n quedar¨¢ sin efecto si a final de mes Inversiones Dalport no traduce en efectivo los pagar¨¦s emitidos por Caja Duero y avalados con bonos de Ford EEUU —conocidos en el mercado financiero como bonos basura por su alto riesgo y escasa fiabilidad— con los que ha comprado los t¨ªtulos a Juan Soler y Vicente Soriano.
Los vendedores, de momento, no p¨ªan. Enrique Lucas, abogado de Soler y ex consejero del Valencia, alude al secreto profesional cuando se le pregunta por las posibilidades y/o intenciones de cobro de Soler, que vendi¨® por 85 millones. Aunque no ha visto un euro. "Solo papeles", se?alan fuentes conocedoras de la operaci¨®n. Por eso el constructor exigi¨® el aval del Banco Santander, que le ofrece m¨¢s confianza. Soriano, que fue quien le compr¨® los t¨ªtulos a Soler y luego los vendi¨® a Dalport, le pidi¨® 15 d¨ªas, que expirar¨ªan a final de semana. Pero es un experto en alargar los plazos. Lo demostr¨® hace un a?o, cuando ech¨® a Juan Villalonga, llamado a ser el gestor del club, y dijo haber comprado los t¨ªtulos a Soler. Nunca cerr¨® la compra. Nunca pag¨®. Como nunca logr¨® vender el viejo Mestalla, otra promesa que ha recuperado.
Entretanto, la credibilidad de Inversiones Dalport sigue, como lo hizo el el curso pasado la de Soriano a medida que se agotaban sus plazos -¨¦l mismo los impon¨ªa en una alarde de confianza- y se dilu¨ªan sus promesas. Irrumpi¨® en escena v¨ªa Soriano, su apoderado, en la conferencia de prensa del lunes pasado y en la que se reparti¨® una nota con las intenciones de los nuevos compradores, identificados con un ¨¢guila extraida de una p¨¢gina web de dibujos.
Tras la cr¨ªticas recibidas por no disponer de una p¨¢gina web, dado el poder¨ªo econ¨®mico del que alardeaba la empresa, apareci¨® a los pocos d¨ªas y como por arte de magia una web que explicaba a qu¨¦ se dedicaban y sus activos financieros. El viernes la web incluy¨® informaci¨®n sobre sus servicios y empresas. Lleg¨® a mostrar los famosos bonos de Ford, que al poco desaparecieron. La web ya no existe.
Adem¨¢s, los nuevos due?os a¨²n no han dado se?ales de vida. Lo m¨¢s parecido a eso fue el comunicado que el domingo remitieron a Televisi¨®n Valenciana: una nota, en la que ya no aparece aquella ¨¢guila para colorear, que no aporta nada nuevo. Sin olvidar la reuni¨®n que mantuvieron con el consejero de Inmigraci¨®n, Rafael Blasco. Una reuni¨®n en teor¨ªa secreta. Pero que fue grabada y posteriormente publicada en el diario Levante.
Desde entonces, Valencia le pone rostro a V¨ªctor Vicente Bravo, presidente de Dalport, que no responde al tel¨¦fono; tampoco lo hacen en la sede de la empresa en Boadilla del Monte. Soriano, el ¨²nico localizable, no aporta informaci¨®n sobre cu¨¢les ser¨¢n sus siguientes pasos: "no te puedo contestar a eso" o "lo de la web es lo de menos" fueron sus respuestas. Tampoco Blasco, que asesor¨® el jueves a los compradores, accedi¨® a hablar de asunto: "No es portavoz de ninguna empresa", se?alaron fuentes cercanas al pol¨ªtico. ?Asisti¨® como particular o como consejero? "El consejero es un ferviente valencianista". ?Conoc¨ªa a Soriano, son amigos? "El consejero tiene muchos amigos".
M¨¢s de una semana despu¨¦s, las inc¨®gnitas sobre Dalport siguen siendo las mismas. Y mientas no controle el ¨®rgano ejecutivo del club, el consejo, no podr¨¢ inmiscuirse en el d¨ªa a d¨ªa de la entidad, inmersa en una ampliaci¨®n de capital que, si sigue adelante, podr¨ªa desenmascarar las intenciones de Soriano y Bravo.
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