Sorensen, seis minutos antes que el pelot¨®n

El "gran" dan¨¦s Nicki Sorensen, del Saxo Bank, estren¨® su palmar¨¦s en el Tour al adjudicarse la duod¨¦cima etapa disputada entre Tonnerre y Vittel, de 211,5 kil¨®metros , una jornada de transici¨®n y escapada consentida que mantuvo al italiano Rinaldo Nocentini al frente de la general, con los favoritos a la expectativa de los Alpes. Sorensen, un rodador de post¨ªn de 34 a?os, rentabiliz¨® con gloria la escapada del d¨ªa y despu¨¦s de rodar en solitario y a toda m¨¢quina en los ¨²ltimos 5 kil¨®metros se present¨® en meta con tiempo suficiente para degustar su bautizo triunfal en el Tour de Francia.

Sus perseguidores pasaron la l¨ªnea a 48 segundos, con el franc¨¦s Lefevre, el italiano Pellizotti, el alem¨¢n Fhoten y el espa?ol Egoi Mart¨ªnez, l¨ªder de la monta?a. El pelot¨®n cerr¨® la jornada a 5m58s, encabezado por Mark Cavendish, esta vez ganador del esprint B. La clasificaci¨®n general se mantuvo petrificada, sin cambio alguno en la zona caliente. Ni la m¨¢s ligera alteraci¨®n desde la arrancada de Contador en Arcal¨ªs, en la s¨¦ptima jornada. El madrile?o entrar¨¢ en los Alpes a 6 segundos del l¨ªder italiano Rinaldo Nocentini, y Lance Armstrong tercero a 8.

"El los Alpes empezar¨¢ el baile, pero ya veremos qui¨¦n pone la m¨²sica", coment¨® Carlos Sastre, el ganador del Tour''08, quien aguarda su momento, agazapado, a 2.52 del l¨ªder. Tonnerre, un pueblecito tranquilo de Borgo?a, despidi¨® a la caravana del Tour con emoci¨®n. No en vano era la primera visita de la carrera a este lugar, donde la vida cotidiana sabe al buen vino de la zona, todo un s¨ªmbolo del buen vivir. Por delante m¨¢s de doscientos kil¨®metros bajo un sol de puro fuego, y en el horizonte el inminente paso a los Alpes, por ahora ¨²nica preocupaci¨®n para los candidatos al podio.

Otra etapa con etiqueta de transici¨®n, o sea, de escapada consentida con la condici¨®n de no acoger ning¨²n hombre peligroso para la general. Muchos fueron los que intentaron la fuga, pero siete los elegidos a partir del kil¨®metro 63. Entre ellos dos interesados en la pelea por el maillot de "faralaes", el llamativo jersey de la monta?a: Egoi Mart¨ªnez (Euskaltel), actual titular de la prenda, y el italiano Franco Pelizotti (Liquigas), solvente escalador y tercero en el Giro. Se unieron a la fuga los franceses Pauriol, Calzati y Lefevre, el dan¨¦s Nicki Sorensen y el esprinter alem¨¢n Markus Fothen.

Aliciente menor de la mon¨®tona etapa que lleg¨® a los Vosgos con el duelo Egoi-Pellizotti por los puntos en cuatro puertos de cuarta y uno de tercera categor¨ªa, ¨¦ste ¨²ltimo el de Bourmont, a 34 kil¨®metros de meta. La pugna no tuvo gran emoci¨®n, pues el italiano le moj¨® la oreja al ciclista navarro en todas las cimas, por lo que sum¨® 15 puntos que le sit¨²an segundo en la general de los escaladores. La fuga disfrut¨® de una renta m¨¢xima de 4.17 minutos en el kil¨®metro 125. Ten¨ªa buena pinta el proyecto. El Ag2r trabaj¨® un d¨ªa m¨¢s al servicio de su l¨ªder, Rinaldo Nocentini y al del Astana, con los l¨ªderes reales del Tour a buen recaudo, tratando simplemente de no derretirse camino de Vittel.

Buen entendimiento y relevos solidarios entre los hombres de vanguardia, hasta que a 20 kil¨®metros de meta se desplegaron las hostilidades en el grupo de cabeza. Vieron que la escapada iba a acabar con ¨¦xito y cada uno puso sus cartas en el asfalto. El Columbia decidi¨® dar descanso a Cavendish, que tendr¨¢ m¨¢s oportunidades para ganar el quinto esprint, el Ag2r ten¨ªa asegurado el amarillo de Nocentini y los favoritos marchaban estupendamente, dispuestos a terminar sin novedades otra jornada laboral.

Sorensen y Calzati, un gran rodador de 34 a?os y un escalador de 30, respectivamente, fueron los primeros en lanzar el envite, a un ritmo endiablado. Los otros cinco se quedaron clavados, viendo como los ex compa?eros se perd¨ªan en lontananza. Dos hombres y un destino, el rubio in¨¦dito en los podios del Tour, el franc¨¦s ya ganador de una etapa en 2006. El n¨®rdico solt¨® la traca a 5.000 metros de la pancarta de llegada. Arranc¨® la moto y dej¨® la compa?¨ªa de Calzati. S¨®lo, entregado al sue?o de su vida, con la victoria al alcance de la mano no mir¨® atr¨¢s un instante. ?nicamente mir¨® por debajo de su brazo en la recta de llegada cuando vio que iba a entrar en la historia del Tour de Francia. El doble campe¨®n de Dinamarca, 10 a?os de profesional, gan¨® una etapa en Avila en la Vuelta 2005.

El gran pelot¨®n, despu¨¦s de sufrir el susto de las ca¨ªdas sin consecuencias de Cadel Evans y Levi Leipheimer, lleg¨® a Vittel, ciudad balneario cuyas aguas ya eran famosas en tiempos de los romanos, con una producci¨®n de 1000 millones de botellas de agua al a?o. Del rico sabor del vino inicial al ins¨ªpido del l¨ªquido elemento. As¨ª va el Tour.