"Phelps prefiere el dinero a las medallas"
El serbio Cavic desaf¨ªa al americano en la final de 100 mariposa
El agua de la piscina del Foro It¨¢lico est¨¢ tibia. Dicen que a m¨¢s de 25 grados. Hace calor. Dicen que el aire est¨¢ a 40 grados. Las condiciones atmosf¨¦ricas son perfectas para que empiece el incendio. Como dice Bob Bowman, el entrenador de Michael Phelps: "Michael se va a encender". S¨®lo hace falta una chispa. Milorad Cavic se ofrece voluntario. Este estadounidense nacionalizado serbio, que durante los Juegos de Pek¨ªn mantuvo un duelo dial¨¦ctico y deportivo que estuvo a punto de despojar a Phelps de su octavo oro, est¨¢ decidido a prender fuego en los 100 metros mariposa de Roma. Tras nadar las series de hoy, donde fue primero con un tiempo de 50,56 segundos, sali¨® de la piscina y puso en cuesti¨®n la limpieza moral de Phelps. "?Que dice que ¨¦l es leal a Speedo aunque sea el ba?ador m¨¢s lento? ?Claro! La lealtad tiene un precio. Me consta que Michael Phelps cobra much¨ªsimo dinero de Speedo".
El intercambio de artiller¨ªa ha comenzado. Cavic patrocina los ba?adores Arena que parecen monos de neopreno, y que est¨¢n arrasando la tabla de r¨¦cords. "Si Michael quiere uno de ¨¦stos, en una hora lo tiene", ofrece el serbio. Phelps prefiere no hablar. El muchacho de Baltimore es el estandarte de la marca que controla el mercado de los ba?adores. Speedo se llama, y es una rama de Warnaco, un holding de empresas textiles que cotiza en Wall Street. El a?o pasado, por ganar ocho medallas en Pek¨ªn, Speedo le pag¨® a su h¨¦roe un mill¨®n de d¨®lares en concepto de bonus. Si hubo un hombre que estuvo a punto de arrebatarle este cheque, ese fue Cavic en la final de 100 mariposa. Lleg¨® una cent¨¦sima de segundo tarde en la final m¨¢s controvertida de la historia de la nataci¨®n ol¨ªmpica. Ahora vuelve a la carga.
"El libre voluntad es un don que cobra impuestos", dijo Cavic, recto como una escoba, con el pelo todav¨ªa goteando y mirando altivamente a los periodistas estadounidenses. "Michael Phelps est¨¢ ganando mucho dinero de los fabricantes y su lealtad tiene un precio. ?l podr¨ªa elegir. El dinero, o las medallas. Yo elijo las medallas".
El espa?ol Rafa Mu?oz apareci¨® en las series vestido para la ocasi¨®n con un traje rojo sangre. Estar¨¢ en medio de la refriega. No hizo su mejor tiempo pero se qued¨® satisfecho. "Me siento bastante seguro", coment¨® tras marcar 51,40s. Fue d¨¦cimo. Esta tarde deber¨¢ nadar muy r¨¢pido para meterse en la final. "Los ocho que lo consigan bajar¨¢n de 50 segundos", dijo el cordob¨¦s. Son tiempos surrealistas.
Las marcas de las series de 100 mariposa resultaron asombrosas gracias a las facilidades que brindan los ba?adores de Jaked y Arena, completamente forrados de poliuretano. Cavic nad¨® con Arena y se dej¨® llevar en los ¨²ltimos 15 metros para hacer 50,56 segundos. Con ese tiempo habr¨ªa ganado el oro en el Mundial de Melbourne, en 2007. Aquella carrera la gan¨® Phelps con 50,77s. En las series de Roma, Phelps hizo 50,90s.
En las series de Melbourne la clasificaci¨®n para las semifinales estuvo entre 51,44s y 53,10s. En Roma, el m¨¢s lento de los 18 semifinalistas nad¨® en 51,76. Fue el Keniata Jason Dunford. Si Dunford hubiese nadado en ese tiempo en Melbourne habr¨ªa asegurado el bronce. S¨®lo han pasado dos a?os. En otra ¨¦poca, para lograr una evoluci¨®n de este calibre, deb¨ªan transcurrir d¨¦cadas. Los 100 mariposa confirman lo que todas las dem¨¢s pruebas. La nataci¨®n ha dejado de ser nataci¨®n.
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