"Quien va en contra de Laporta cede o pierde"
Aunque p¨²blicamente se desconoc¨ªa su afici¨®n al f¨²tbol, la carrera de Xavier Sala i Mart¨ªn (Cabrera de Mar, 1963) en el FC Barcelona ha sido imparable desde la llegada a la presidencia de Laporta en 2003. No s¨®lo se dio de alta como socio, sino que en agosto fue reconocido como vocal de la junta por la asamblea, hoy puede ser nombrado tesorero e incluso vicepresidente, y a final de a?o aspira a ser proclamado aspirante continuista para las elecciones de 2010. El aval, a su entender, no ser¨ªa ning¨²n problema, y por otra parte reitera que nunca afirm¨® durante su mandato como presidente de la comisi¨®n gestora, en el verano de 2006, que no quer¨ªa ser presidente. "Yo sufr¨ª porque no pod¨ªa hacer pr¨¢cticamente nada y, adem¨¢s, todo lo que se hac¨ªa acababa siendo impugnado", afirma, quien fue tambi¨¦n presidente de la comisi¨®n econ¨®mica y estatutaria del club.
Pregunta. ?Usted ser¨¢ el cabeza de lista o un miembro m¨¢s de la candidatura continuista?
Respuesta. No me gusta hablar de continuista (Laporta no contin¨²a), sino de continuadora de una obra que ha dado los mejores resultados de la historia del Bar?a en todos los ¨¢mbitos. Alfons Godall (vicepresidente) y yo mismo hemos venido trabajando en una candidatura de la que yo formar¨¦ parte. El papel de cada uno a¨²n no est¨¢ decidido. Pero los socios a los que les gusta lo que se ha hecho tendr¨¢n la posibilidad de votar a favor de que la cosa contin¨²e.
P. ?Descarta que salgan dos listas de la directiva despu¨¦s de las discrepancias que se han evidenciado, expresadas en la dimisi¨®n del vicepresidente Joan Franquesa, en la reestructuraci¨®n de la junta prevista para hoy y en las aspiraciones del tambi¨¦n vicepresidente Jaume Ferrer?
R. Pienso que s¨®lo habr¨¢ una lista que contar¨¢ con una amplia mayor¨ªa de los actuales compa?eros de junta. Y eso incluye a Jaume Ferrer. Se ha dicho que tenemos desavenencias personales, pero no es cierto. Jaume ha sido y es un excelente vicepresidente y yo har¨¦ todo lo posible para que est¨¦ en la candidatura continuadora. Me sabe mal personalmente, por otra parte, que Franquesa se haya ido porque era uno de los directivos con los que mejor relaci¨®n ten¨ªa y su contribuci¨®n a la gesti¨®n del patrimonio del Bar?a ha sido extraordinaria.
P. Aunque ahora se disimule, ?el espionaje a cuatro vicepresidentes no ha provocado una crisis muy seria en la directiva?
R. Cuando yo entr¨¦ en el consejo, la auditoria ya se hab¨ªa hecho. Me contaron c¨®mo hab¨ªa sucedido y que la gente que se hab¨ªa molestado hab¨ªa aceptado las explicaciones dadas. Y as¨ª siguieron las cosas hasta octubre, cuando la prensa habl¨® de malestar. Al verlo, el propio presidente pregunt¨®, en reuni¨®n de junta, si el malestar del que hablaba la prensa era real. Nadie respondi¨®, por lo que el asunto qued¨® zanjado. Incluso se confirm¨® a Oliver en su cargo por unanimidad.
P. Godall fue el ¨²nico vicepresidente no investigado y usted se supone que es el favorito de Laporta en la lista continuista. Usted y el director general, Joan Oliver, adem¨¢s de Vicent Sanch¨ªs, director de Bar?a TV, tienen ciertas complicidades por pertenecer a la Fundaci¨®n Catalunya Oberta. Son una m¨¢quina de fabricar ideas que le van bien al presidente y en cambio no gustan a otros directivos.
R. Usted conoce a Laporta, ?no? ?Cree de verdad que Oliver, Sanch¨ªs y yo podemos manipularlo para decidir su sustituto? ?Usted cree que le vamos a pedir que prescinda de su amigo Godall, de los directivos que le apoyaron en la moci¨®n de censura, de gente de su confianza, y que me ponga a m¨ª? ?Por favor! Todas las crisis del consejo han tenido el mismo hilo conductor, y es que Laporta b¨¢sicamente hace lo que quiere y quien va en su contra acaba por ceder o perder. Por m¨¢s que se diga que la Fundaci¨®n Catalunya Oberta es un centro diab¨®lico capaz de todo, hay una cosa que no es capaz de hacer: comerle el coco a Laporta. Est¨¢ bien tener teor¨ªas conspirativas, pero uno debe ser capaz de explicarlas sin que se le escape la risa.
P. Algunos de sus compa?eros, la mayor¨ªa de sus adversarios, aseguran que usted provoca rechazo en los socios.
R. Me gustar¨ªa que la gente que lo dice mostrara sus encuestas. Estad¨ªsticamente, la gente conocida crea m¨¢s rechazo que la desconocida... pero, a la vez, tambi¨¦n despierta m¨¢s adeptos. Es normal. Pero piense que para ganar unas elecciones no s¨®lo hay que contemplar el rechazo; las elecciones se ganan haciendo trempar (vibrar) a los tuyos. Muy a menudo quien las pierde es porque no ha hecho trempar a sus electores naturales.
P. Por eso parece que Laporta le preferir¨ªa a usted antes que a Godall, que es una persona con otro car¨¢cter, con un perfil menos volc¨¢nico, menos duro.
R. No es verdad que Laporta piense que yo soy mejor candidato que Alfons. Godall ser¨ªa un extraordinario candidato porque cuenta con toda la experiencia que tiene Laporta. En todas las decisiones que se han tomado, y que han sido buen¨ªsimas, Godall siempre ha estado al lado de la decisi¨®n correcta: cuando se fich¨® a Txiki, cuando se mantuvo a Rijkaard, cuando se fich¨® a Eto'o, cuando se prescindi¨® de Ronaldinho, cuando se fich¨® a Pep. Lo curioso es constatar que en el lado equivocado de todas esas decisiones capitales estaba Rosell, que no puede ver a Txiki, que quer¨ªa a Scolari en lugar de Rijkaard, que no quer¨ªa fichar a Eto'o para no irritar a Florentino P¨¦rez y en cambio apostaba por Adriano, como si el presidente del Bar?a tuviera que claudicar ante el del Madrid. Quien ha asesorado a Laporta en la direcci¨®n correcta, con sentido com¨²n, en las grandes decisiones que se han tomado en este mandato, ha sido siempre Godall. Su experiencia y sentido com¨²n le sit¨²an como el candidato ideal, sobre todo porque adem¨¢s, como usted dice, tiene un car¨¢cter menos temperamental que Laporta. No es verdad, pues, que Laporta me prefiera a m¨ª. Dicho esto, el candidato no lo va a elegir el presidente, sino el equipo que estamos montando la candidatura.
P. ?Qu¨¦ imagen tiene usted de Laporta?
R. El mejor presidente en la historia del Bar?a. No hace falta hablar de los ¨¦xitos deportivos que todos conocemos ni del cari?o que le demuestran miles de seguidores cuando va por la calle. Una medida de lo bien que lo ha hecho es el odio visceral que despierta en sus opositores, que utilizan campa?as medi¨¢ticas contra su persona para desacreditarle. A pesar de esas campa?as, Laporta se hace querer. Y no s¨®lo la gente de la calle lo adora, sino que las altas esferas del poder deportivo tambi¨¦n le quieren: desde presidentes de equipos a mandamases de federaciones y organizaciones internacionales. Un detalle: antes de la llegada de Laporta, todos los ¨®rganos deportivos espa?oles y europeos estaban dominados por el Madrid; no dir¨¦ que ahora est¨¦n dominados por el Bar?a, pero ya no est¨¢n dominados por el Madrid. Eso es bueno. Y eso es gracias a Laporta.
P. Al igual que Agust¨ª Montal, Laporta dijo en su d¨ªa: "No hacemos pol¨ªtica, hacemos pa¨ªs". ?No cree que hoy hace pol¨ªtica con sus declaraciones y sus gestos?
R. D¨ªgame: ?a qu¨¦ partido ha dado su apoyo Laporta? ?A ninguno! Hacer pa¨ªs quiere decir apoyar a Catalu?a y hacer pol¨ªtica significa pronunciarse por un determinado partido. Montal tiene raz¨®n: no ha hecho pol¨ªtica. Y si defender al pa¨ªs es hacer pol¨ªtica, entonces hacen pol¨ªtica tanto los que hablan como los que callan. Cuando N¨²?ez y Gaspart, cercanos al PP, guardaban silencio ante determinadas cosas, ?hac¨ªan pol¨ªtica? Con su silencio defend¨ªan una manera de ver el pa¨ªs, aunque nadie les critic¨®. El Bar?a no puede renunciar a sus ra¨ªces catalanas: eso s¨ª los catalanes tenemos un gran respeto por todos y un gran deseo de ser universales.
P. ?No cree que el Bar?a corre el riesgo de ser malquerido por sus propias pe?as en Espa?a por el quehacer de Laporta o por declaraciones como las suyas tachando de cazurros a los espa?oles?
R. El Bar?a es querido por su juego, su modelo y su buen hacer. El folklore medi¨¢tico que se monta alrededor de estos otros temas es tangencial. Lo que no haremos es pedir perd¨®n por ser quien somos. No nos miramos el ombligo como dice Valdano... pero, Espa?a no es el ombligo del mundo. Y sin perderla de vista, nosotros miramos a Jap¨®n, China, ?frica, Am¨¦rica. Nuestro horizonte es global. Yo, por mi parte, no califiqu¨¦ de cazurros a los espa?oles, sino que se me pregunt¨® por el independentismo en Catalu?a y lo que dije fue que hab¨ªa gente en Espa?a que se dedicaba a boicotear productos catalanes y a decir que en las escuelas catalanas se prohib¨ªa a los ni?os hablar en catal¨¢n, y que eso era tan bestia que fomentaba el independentismo. La palabra cazurro apareci¨® cuando dije: 'los que hacen esto son cazurros porque van contra su propia causa ya que, buscando la unidad de Espa?a, acaban fomentando el independentismo'. Dicho eso pido perd¨®n a todos los que se sintieran insultados por mis palabras.
P. ?C¨®mo se capitaliza un club que no es una sociedad deportiva econ¨®mica?
R. Quien deben preocuparse son los clubes que viven de un propietario o dependen de pelotazos o de inversores, porque un d¨ªa pueden quedarse sin dinero. No es el caso del Barcelona, que ha sabido diversificar los ingresos: una tercera parte procede m¨¢s o menos de la televisi¨®n; otra tercera parte proviene de la explotaci¨®n del estadio y otra tercera parte sale de la mercadotencia. Puede que cada una de estas partidas haya llegado al l¨ªmite, pero ese l¨ªmite nos da 400 millones ?suficiente para mantener el mejor equipo del mundo! Al tiempo hay que ser creativo y buscar alternativas. Hay marcas que no tienen intenci¨®n de asociarse con el f¨²tbol y s¨ª con un club como el Barcelona por su vinculaci¨®n con Unicef. Y, por otra parte, hay que penetrar en mercados ricos y v¨ªrgenes como el asi¨¢tico (Oriente medio y Asia oriental) o americano. En EEUU quien practica el f¨²tbol no s¨®lo son los profesionales sino los escolares. Todos los ni?os juegan al f¨²tbol; hay al menos 30 millones. Uno de los personajes m¨¢s famosos es la soccer mom, la madre que lleva a sus ni?os al f¨²tbol en coche. Y como tenemos La Masia como icono, podemos aprovecharla para entrar en Norteam¨¦rica a trav¨¦s de las escuelas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.