El M¨¢laga se abona a la impotencia

El M¨¢laga sigue sin reaccionar . El equipo de Juan Ram¨®n L¨®pez Mu?iz contin¨²a sin marcar los tiempos ni siquiera en su estadio y permanece en la cola de la tabla sin vencer desde la primera jornada y lo que es peor, sin una idea de juego clara. El estado del equipo es de ansiedad cr¨®nica y siempre abocado a ir a remolque en el juego y en el marcador, con lo que siempre acaba por realizar esfuerzos notables encaminados a la insatisfacci¨®n. Ante el Zaragoza tuvo que remontar de nuevo un resultado adverso, pero no fue m¨¢s all¨¢ del empate ante la ira de la grada dirigida al t¨¦cnico.

La Rosaleda vivi¨® un partido espeso, con dos equipos prietos, con una gran preocupaci¨®n por amarrar al rival y dejando pocas opciones al sobresalto. Un escenario que le ven¨ªa bien al Zaragoza, que ven¨ªa a aprovechar su opci¨®n, pero no al equipo andaluz, presionado por un panorama desolador despu¨¦s de una victoria en once jornadas y al que se le exige al menos salir mordiendo a quien se precie. Pero ni siquiera eso, el M¨¢laga no fue capaz de sacar los dientes a pesar de su situaci¨®n. Despu¨¦s de innumerables experimentos en los nombres en lo que va de temporada, el t¨¦cnico malaguista apost¨® por fijar tres centrales en la zaga y dar opciones a los carrileros y con la presupuesta batuta de Apo?o, ya recuperado de sus reiterados problemas f¨ªsicos.

Ni el centrocampista canterano supo encontrar la manera de llevar a su equipo a la porter¨ªa contraria, ni hab¨ªa el empuje necesario para proponerse en ataque. Al final el M¨¢laga se vio sin capacidad ni dibujo para conectar su defensa y centro del campo, muy juntos atr¨¢s, con un ataque despoblado con Obinha auxiliado puntualmente por los dos extremos. Sin ir a por el partido de manera clara y contundente, la indecisi¨®n del M¨¢laga la aprovech¨® Lafita, el m¨¢s activo del Zaragoza, que rasc¨® un penalti en el inicio de la segunda parte transformado por Ewerthon y que termin¨® de desquiciar a la parroquia local. S¨®lo entonces el M¨¢laga se fue a por el partido, que se volvi¨® loco y pas¨® a ser un correcalles cargado de tensi¨®n, refriegas y que termin¨® con dos expulsados, uno por bando.

Mu?iz cambi¨® el planteamiento y sac¨® a la artiller¨ªa. Con Forestieri y Duda en el campo, el M¨¢laga mostr¨® otra cara. Empat¨® Iv¨¢n Gonz¨¢lez. Pero la reacci¨®n lleg¨® tarde.

M¨¢laga 1 - Zaragoza 1