Sim?o evita el rid¨ªculo

El Atl¨¦tico volvi¨® a demostrar que su capacidad autodestructiva no tiene l¨ªmites. Cum laude cuando toca hacerse el haraquiri, el equipo no continu¨® con su zozobra deportiva e institucional en Chipre ante un rival de medio pelo porque Sim?o acudi¨® al rescate. El extremo portugu¨¦s evit¨® la tragedia de rebote, echando el lazo a un rechace del portero en una de las escas¨ªsimas jugadas de peligro que trenz¨® con sus compa?eros. Dadas las circunstancias, el empate supo a gloria. Un bot¨ªn nada desde?able para un Atl¨¦tico catat¨®nico al que Quique Flores, y ya ha pasado un mes, sigue sin sacar de la UVI.

El Atl¨¦tico reaccion¨® con pundonor y poco m¨¢s al gol tempranero del Apoel. Mirosavljevic, un delantero centro cualquiera que hizo sus pinitos en el C¨¢diz, dej¨® al aire las carencias de una defensa de plastilina. El gigant¨®n croata ape¨® virtualmente, durante una hora eterna, al cuadro rojiblanco de la tercera plaza, la que consuela con un puesto en la Liga Europa. Una pedrea equivalente al "gordo" para la escuadra del Manzanares. El croata se limit¨® a empujar a la red un centro rasito de Elia que Ujfalusi no vio venir y que Perea se trag¨®. Falto de confianza y menos de autoridad, el caso del defensor colombiano es sintom¨¢tico. Da igual que Quique o el entrenador que toque le pongan de lateral o de central. Tarde o temprano comete un error fatal. Ayer lleg¨® a los cinco minutos.

La actuaci¨®n de Perea correspondi¨® a la de sus compa?eros, narcotizados de principio a fin por el juego simpl¨®n del Apoel. Pese a no haber inventado la p¨®lvora Nuno Morais y Michail se erigieron en dos escollos insalvables para Cleber Santana y Diego Camacho, la pareja de contructores. Sancionado Assun??o y de nuevo lesionado Ra¨²l Garc¨ªa, as¨ª est¨¢n las cosas en la parroquia rojiblanca, que recuper¨® su peor versi¨®n por la atenci¨®n defensiva, la tensi¨®n ofensiva y la elaboraci¨®n y creatividad de los medios. Sin un volante de garant¨ªas en la zona de creaci¨®n Forl¨¢n y Ag¨¹ero optaron por hacer la guerra por su cuenta. Obcecados en probar desde fuera del ¨¢rea a Chiotis, el mismo que salv¨® en el Calder¨®n m¨¢s de 20 remates, la frustraci¨®n del Bota de Oro y del Kun les llev¨® a recriminarse mutuamente tras varias ocasiones perdidas.

Anulado en todos los aspectos los primeros 45 minutos, el Atl¨¦tico sali¨® una pizca m¨¢s entonado en la segunda parte. El efecto revitalizador del paso por el camerino, que Quique aprovech¨® para jalear al personal sin mover un solo cromo, casi se diluy¨® cuando Mirosavljevic se asom¨® de nuevo delante de Asenjo. El susto no paraliz¨® al Atl¨¦tico m¨¢s de lo necesario, que se fue asentando en el tapete. Aunque el partido empez¨® desagradable, el Apoel no supo cerrar el duelo y pag¨® su mon¨®logo bald¨ªo. El empate lleg¨® desde la banda derecha, a la que se abri¨® Ag¨¹ero a la busca de espacios. El Kun lanz¨® un centro enroscad¨ªsimo al que Forl¨¢n lleg¨® tarde pero que se le envenen¨® de tal manera al meta que Sim?o lo enchuf¨® entre los tres palos.

La igualada alivi¨® la p¨¢jara del conjunto de Quique, que se olvid¨® por unos instantes de los complejos que le aturden. Incapaz de cerrar de una vez por todas su pase a la antigua Copa de la UEFA pero cumplida la misi¨®n de seguir por encima del Apoel, s¨®lo una sorpresa en la ¨²ltima jornada, en la que el Oporto visita el Calder¨®n y el Chelsea recibe al Apoel, evitar¨ªa el bochorno rojiblanco. Aunque con el Atl¨¦tico de por medio, todo es posible.