El Villarreal apunta alto
Los de Valverde vencen a un Racing que no concedi¨® nada
Ha encontrado el camino el Villarreal. El que conduce a la parte alta de la clasificaci¨®n, a los puestos nobles. Venci¨® con oficio y destreza a un Racing equilibrado desde la llegada de Portugal y que vendi¨® cara la derrota. No se puede esperar menos de un equipo confeccionado con gusto, etiquetado de indolente en ocasiones, pausado en otras, falto de agresividad o de car¨¢cter, pero siempre exquisito, con unos principios incuestionables a partir siempre del dominio y el uso pulcro del esf¨¦rico.
Nuevo en el club, en un principio a Valverde le cost¨® ver que las virtudes del Villarreal eran m¨¢s fuertes que los defectos. Y se empe?¨® en profundizar en las cosas que le hac¨ªan peque?o, como la falta de velocidad o la escasa presi¨®n al contrario. Valores a?adidos que suman pero que no resultan capitales si no se poseen otras cualidades m¨¢s aparentes. Y se olvid¨® de que lo que ha conseguido el Villarreal en los ¨²ltimos a?os se construy¨® a partir de un f¨²tbol refinado y a la vez pragm¨¢tico. En el justo medio se encuentra el equilibrio. Los jugadores del Villarreal ya saben lo que quiere Valverde. Y el t¨¦cnico lo que sus futbolistas son y pueden ofrecer.
VILLARREAL 2 - RACING 0
Villarreal CF: Diego L¨®pez, Venta, God¨ªn, Marcano, Capdevila, Senna, Bruno, Cani (Cazorla, m.60), Pires, Rossi (Fuster, m.73) y Llorente (Nilmar, m.77).
Racing de Santander: Coltorti, Morris (Oriol, m.81), Henrique, Torrej¨®n, Cristian, Munitis, Colsa, Lacen, Oscar Serrano (Arana, m.58), Xisco y Tchite (Geijo, m.58).
Goles: 1-0, m. 50: Llorente; 2-0, m.71: Rossi.
?rbitro: Miguel ?ngel P¨¦rez Lasa (Comit¨¦ vasco). Mostr¨® tarjeta amarilla al local Javi Venta y a los visitantes Munitis, Colsa,
Torrej¨®n y Morris.
Incidencias: partido de la decimoquinta jornada de Lig disputado en El Madrigal ante la presencia de 16.000 aficionados en las gradas. Terreno de juego en buenas condiciones.
Cinco saques de esquina en los primeros cinco minutos de juego a favor del Villarreal, dieron cuenta de las intenciones de unos y otros. El bal¨®n es m¨ªo, dijo el conjunto de Valverde. E hizo uso de ¨¦l con abuso, con paciencia a veces, con dinamismo en otras. El Villarreal, amo del juego, haciendo notar que era superior, que s¨®lo era cuesti¨®n de tiempo y algo de finura en los metros finales para que el partido se decantara por la l¨®gica. Falsa impresi¨®n causada por las ganas iniciales de unos y las precauciones de los otros. Concentraci¨®n, aplicaci¨®n defensiva y alguna posible contra opuso el Racing, cuyas ¨²ltimas dos victorias consecutivas le ha reforzado el ¨¢nimo y le ha hecho creer que con esfuerzo y disciplina cumple con los requisitos b¨¢sicos para mantener la categor¨ªa. Ah¨ª radica el ¨¦xito de equipos como el Racing capaces de disimular sus carencias y amplificar sus virtudes. Supo contener el inicio brillante del Villarreal dirigido por Senna y escoltado por un Bruno de lujo definitivamente asentado en el once, descansando Cazorla en el banquillo hasta la segunda mitad.
Fueron perdiendo fuelle los amarillos con el paso de los minutos, alimentando las esperanzas del equipo dirigido por Miguel ?ngel Portugal, que comenz¨® a perder la timidez a medida que fue entrando en calor y en contacto con el esf¨¦rico. Porque no se puede sobrevivir 90 minutos persiguiendo sombras.
Atacaba el Villarreal y la mejor ocasi¨®n fue para el Racing a la media hora, al cabecear Tchit¨¦ fuera, solo y centrado, sin oposici¨®n, entre el punto de penalti y el ¨¢rea peque?a. Un aviso para el Villarreal. La victoria habr¨ªa que trabaj¨¢rsela y mucho.
Repiti¨® inicio vibrante el Villarreal en el segundo acto para conseguir, esta vez s¨ª, adelantarse en el marcador, tras una incursi¨®n por la banda derecha de Venta, que se aprovech¨® de una pasada de frenada de Cristian para ceder a Llorente. S¨®lo tuvo que empujar a gol. Y se abri¨® el partido. Hasta que Rossi marc¨® el segundo para un Villarreal que apunta alto. Donde siempre deber¨ªa estar.
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