El Tenerife es una guarder¨ªa

No daba pie con bola. No raseaba la pelota ni lograba pases incisivos. Menos temblaba la porter¨ªa adversaria. El Zaragoza era un esperpento tremendo hasta que el Tenerife, tan generoso como ingenuo, le concedi¨® cinco minutos de tregua y desconect¨® del partido. Resultado: el Zaragoza, desbocado, solt¨® un zarpazo de tres goles y el Tenerife ni se enter¨®.

El tinerfe?o es un equipo aseado, que entiende el f¨²tbol a trav¨¦s del pase. Su t¨¢ctica es sencilla; mandar el bal¨®n al medio Ricardo para que ¨¦ste le d¨¦ sentido al juego y ensanche el campo con asistencias a las bandas, donde Juanlu o Kome profundizan. Pero siempre ocurre lo mismo a la hora del remate. No existe; los centros son a¨¦reos y Nino, el ariete, no destaca por su altura.

Destac¨® Alfaro con sus movimientos entre l¨ªneas, Kome con sus galopadas y Ricardo por su pie templado. Demasiadas virtudes para que contrarrestara un Zaragoza rampl¨®n sin mordiente. Naufragaba por momentos el equipo, en un partido propio de pretemporada. La purga de los futbolistas como Ayala o L¨®pez Vallejo y los seis fichajes ?Contini, Jarosik, Eliseu y Suazo, que salieron de inicio, m¨¢s Colunga y Roberto? no hac¨ªan carburar al equipo, falto de automatismos. Pero el Tenerife pill¨® una p¨¢jara de arrea.

De poco sirvi¨® que Juanlu rematara a gol desde el segundo palo un centro de Sicilia. Luna hizo una entrada a destiempo en el ¨¢rea y la pareja de centrales perdi¨® el sitio en beneficio de Colunga, que rompi¨® desde la segunda l¨ªnea. Suazo marc¨® de penalti y Colunga la pic¨® ante Aragoneses. Dos goles para revertir el encuentro. Hasta pareci¨® sobrar el chupinazo sensacional de Lafita desde el borde del ¨¢rea, que toc¨® el palo antes de acabar en diana. El Zaragoza gan¨® por primera vez en dos meses y le da un bocado a la tabla. Por lo menos, pilla al Tenerife.

Remontada del Zaragoza