Arbeloa saca al Madrid del barro
El defensa abre la victoria contra un correoso Xerez al que Cristiano apuntill¨® en su reaparici¨®n
El Madrid asom¨® su cara m¨¢s vulgar , menos imaginativa, m¨¢s desordenada en el barrizal de Chap¨ªn. Durante una hora, el Xerez le hizo partido. Un partido bravo, de brega, impreciso, con destino incierto hasta que Arbeloa y Granero dieron tres toques por la izquierda. Bast¨® con eso, tan simple y tan dif¨ªcil, para que el Xerez empezara a sufrir el tormento. Marc¨® Arbeloa y empez¨® la desbandada. El Xerez, consciente de sus miserias, se aterroriz¨® y no tard¨® en volver grupas. Fue la huida. La resignaci¨®n. El terreno so?ado para un depredador insaciable como Cristiano. Con viento a favor y con espacios el portugu¨¦s no hizo prisioneros. Marc¨® el segundo atacando el primer palo de cabeza, a pase de Kak¨¢, y volvi¨® a gritar en el tercero, tambi¨¦n a pase de Kak¨¢.
Xerez 0 - Real Madrid 3
Xerez: Ren¨¢n; Redondo, Leandro, Aythami, Casado; Moreno (Alustiza, m. 75), Keita; Calvo (Abel, m. 74), V¨ªctor S¨¢nchez, Momo; y Bermejo (Anto?ito, m. 81). No utilizados: Chema; Mendoza, Viqueira y M¨ªchel.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Garay, Marcelo; Granero, Lass, Xabi Alonso (Diarra, m. 75), Kak¨¢ (Drenthe, m. 76); Cristiano Ronaldo e Higua¨ªn (Ra¨²l, m. 67). No utilizados: Ad¨¢n; Albiol, Gago y Van der Vaart.
Goles: 0-1. M. 65. Arbeloa tras un pase de Xabi Alonso. 0-2. M. 70. Cristiano Ronaldo cabecea un centro de Kak¨¢. 0-3. M. 72. Cristiano Ronaldo, tras otra asistencia de Kak¨¢.
?rbitro: Turienzo ?lvarez. Amonest¨® a Ramos, Arbeloa, Keita, Lass y Casado.
Unos 18.000 espectadores en Chap¨ªn.
El desenlace trepidante hizo olvidar una hora de atasco. El Madrid volvi¨® a resolver con remate su falta de juego en un escenario poco propicio para otra cosa que no sea la guerra brava. As¨ª es Chap¨ªn. Hay campos que definen temporadas. Har¨ªan falta un meteor¨®logo y un ingeniero agr¨®nomo para analizar por completo la temporada del Xerez en su cancha. Hasta las alteraciones clim¨¢ticas han conspirado contra el equipo en su primera temporada en la m¨¢xima categor¨ªa. El invierno en la provincia de C¨¢diz ha sido duro y anormalmente h¨²medo. El campo est¨¢ pastoso. Los tacos de las botas no se afirman en la tierra blanda. Los equipos patinan. Los partidos derivan hacia las imprecisiones y los choques. Ayer, la visita del Madrid no fue una excepci¨®n. El barrizal embadurn¨® a los dos equipos y ninguno fue capaz de ajustarse a las circunstancias. Tal vez el p¨²blico, excesivamente silencioso, marcadamente madridista, se decepcion¨® por partida doble. Mucha gente acudi¨® al estadio para ver al Madrid sobreponerse con destreza a las dificultades topogr¨¢ficas. No hubo caso. Hubo dimisiones. La de Kak¨¢ fue la m¨¢s notable.
La baja de Guti, por problemas musculares, expuso con claridad las carencias de una plantilla en la que faltan especialistas del medio campo. A Pellegrini no le qued¨® m¨¢s remedio que reemplazar al media punta con Lass, un medio centro. Fue como sustituir a un purasangre con un percher¨®n. El Madrid no tiene m¨¢s piezas de recambio. El franc¨¦s no mezcla bien en la zona de tres cuartos. Es un excelente volante central que, como la mayor¨ªa de los de su especie, se desorienta cada vez que le desplazan el eje. No le ayud¨® el Xerez, que achic¨® el campo y protegi¨® bien la porter¨ªa de Renan.
Los trazos del Xerez son s¨®lidos desde que Gorosito se hizo cargo de la direcci¨®n t¨¦cnica. Su trabajo tiene m¨¦rito en un club en el que todo tiene pinta de provisional: 22 de los 26 jugadores de la plantilla finalizan contrato en julio. Las condiciones parecen angustiantes, pero el equipo se ha sobrepuesto. Es un triunfo que no haya un solo jugador que se sienta in¨²til o de la sensaci¨®n de estar desempe?ando una funci¨®n antinatural. Keita roba y reparte con regularidad, V¨ªctor ordena, los centrales cierran y hostigan, los extremos se abren y desbordan, y el delantero centro exige. El Xerez aprovech¨® sus recursos al m¨¢ximo. Le bast¨® con esto para crear un problema tremendo a un adversario que asumi¨® el desaf¨ªo de manera menos racional. El Madrid volvi¨® a fallar en el toque, y sin toque se desorden¨®, desaprovech¨® los espacios y libr¨® toda su suerte a las aventuras de Cristiano. El portugu¨¦s cabece¨® un bal¨®n al larguero y remat¨® una vez a las manos de Renan. Nada m¨¢s. Cuando el ¨¢rbitro se?al¨® el descanso, Sergio Ramos suspir¨® aliviado. Durante la primera parte, el central fue el hombre con m¨¢s trabajo en todo Chap¨ªn. Tuvo que multiplicarse para frenar a Bermejo, Calvo y Momo, en¨¦rgicos y atrevidos hasta la extenuaci¨®n.
Los cl¨¢sicos siempre dijeron que para romper la presi¨®n m¨¢s perfecta no hay nada m¨¢s demoledor que una buena pared. El Xerez pele¨® el partido con entereza hasta que Granero le devolvi¨® una pared a Arbeloa. Para estas cosas no hacen falta Balones de Oro. Basta con saberse el manual, y los chicos de la cantera se lo han aprendido bien. El lateral recibi¨®, progres¨® por la banda izquierda, y, cuando se vio solo, defini¨® con templanza al primer palo. Fue el golpe que derrib¨® al Xerez. El golpe que le afloj¨® los atamientos defensivos. Con el 0-1 en el marcador, los jugadores locales perdieron un poco de fe. Y sin esa convicci¨®n quedaron a merced de las depredaciones de Cristiano.
![Arbeloa celebra su gol que abri¨® el partido ante el Xerez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7UQKIZPTHRHANLSB6Z2NYK6PXQ.jpg?auth=327ebbb681f2aaf484da62eefaa9c559e9139d2279113e4f956f490c72675ac5&width=414)
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