Barral despierta al Madrid

Un trallazo de Barral despert¨® al Madrid de una siesta que preocup¨® a la hinchada en la primera parte y puso en problemas al equipo en la segunda. Obligado a remontar, estimulado por el desaf¨ªo de la competici¨®n, el Madrid sali¨® del embrollo con entereza. Y con Guti al frente de las operaciones, otra vez, asombrosamente imprescindible en un proyecto que anunciaba con renovar el equipo hasta los cimientos. Los 270 millones que emple¨® Florentino P¨¦rez en fichar jugadores no han logrado reemplazar a Guti.

El Madrid sali¨® al campo confortablemente seguro de que su destino, fuese el que fuese, no estar¨ªa condicionado por un adversario como el Sporting. Algunos jugadores dieron la impresi¨®n de dejarse llevar, l¨¢nguidos, como si la sangre que les recorr¨ªa el cuerpo se hubiese cambiado por leche templada. Debi¨® resultarles inc¨®modo encontrarse con dos centrales tan aplicados. Boit¨ªa y Gregory no cedieron ni un cent¨ªmetro. S¨®lo Higua¨ªn y Cristiano se movieron con un poco de fiereza cuando recibieron el bal¨®n, o cuando lo buscaron tirando el desmarque, atacando los espacios, procurando armar un poco de ruido en la noche tranquila. Para los grandes equipos, desde hace a?os, la Liga espa?ola amenaza con convertirse en un proceso engorroso. Sobre todo, cuando est¨¢n en la situaci¨®n del Madrid, reci¨¦n eliminados de la Liga de Campeones y sin m¨¢s alicientes entre semana. Ayer el Madrid pareci¨® aburrido de s¨ª mismo y el p¨²blico no tard¨® en percibirlo. A la media hora, la gente empez¨® a pitar. Pit¨® a Lass, cuya presencia en el equipo titular resulta cada d¨ªa m¨¢s incomprensible. Ni da ni quita nada.

El esquema que sigui¨® el partido contra el Sporting obedeci¨® al de toda la temporada. El Madrid ha ganado m¨¢s partidos por atropellamiento que por buen juego. Derriba a sus rivales impactando con el poder¨ªo de sus delanteros, pero no consigue imponerse en el medio campo. Con lo que tiene le basta para transitar por la Liga, pero si las cosas se complican carece de la inventiva y la sutileza necesarias. Precisa un media punta. Ayer Guti pudo ser una soluci¨®n, pero Pellegrini, de entrada, lo volvi¨® a dejar sentado. Sin Guti, el Madrid carbur¨® mal. Sin un jugador para inventar pases entre l¨ªneas, los delanteros no consiguieron activarse en toda la primera mitad. No se les hizo f¨¢cil ganar profundidad porque el Sporting adelant¨® las l¨ªneas y achic¨® los espacios alrededor de Rivera. La versatilidad de Rivera merece una monograf¨ªa. Empez¨® en el Castilla como delantero y ahora ejerce de medio centro con maestr¨ªa. Ayer fue inteligente para quitar y organiz¨® con criterio para abundar en las dudas del Madrid. Cuando los dos equipos marcharon a los vestuarios la producci¨®n ofensiva del Madrid se resumi¨® en un tiro de Cristiano a las manos de Juan Pablo y un remate de Higua¨ªn desde fuera del ¨¢rea. Para remediar las cosas, Pellegrini hizo lo que clamaba la grada: quit¨® a Lass y puso a Guti.

La deriva del encuentro se concret¨® en el gol del Sporting. Un pase en profundidad de Camacho fue interceptado por Barral a la espalda de los centrales. El gaditano fulmin¨® a Casillas por el primer palo y el Madrid se vio en un aprieto. La respuesta fue inmediata. Empez¨® por una falta al borde del ¨¢rea. Cristiano lanz¨® un misil y Juan Pablo lo despej¨® al punto de penalti. All¨ª apareci¨® Van der Vaart, que control¨® ayud¨¢ndose con las manos y remach¨® a bocajarro. El holand¨¦s lo celebr¨® con una carrera desaforada que est¨¢ a punto de patentar. Como el d¨ªa del Sevilla, su aportaci¨®n volv¨ªa a ser decisiva en una remontada. La hinchada se lo agradeci¨® con una ovaci¨®n y el partido entr¨® en la v¨ªa r¨¢pida, para desaz¨®n de Gregory y Juan Pablo que le pidieron al ¨¢rbitro un poco m¨¢s de ojo.

Con Guti en la cancha el Madrid no s¨®lo tuvo m¨¢s la pelota. Adem¨¢s, la distribuy¨® con sentido. Proliferaron las asociaciones y el Sporting empez¨® a retroceder. El Madrid se adelant¨® a la salida de un c¨®rner. Lo bot¨® Granero, lo cabece¨® Cristiano, elev¨¢ndose como un helic¨®ptero, y lo volvi¨® a cabecear Xabi en el segundo palo, para corregir la trayectoria y mandar la pelota a la red. En diez minutos, la velada cambi¨® por completo. El Sporting, valiente de punta a punta, tuvo ocasi¨®n de dar guerra. En pleno jaleo, De las Cuevas se qued¨® solo ante Casillas. El portero hizo bien el achique y dej¨® a su oponente sin ¨¢ngulo para embocar el tiro. En la siguiente jugada, Higua¨ªn dej¨® su marca. Van der Vaart le dio un pase desde la derecha y, pudiendo continuar con un pase a Cristiano, se la jug¨® con un zurdazo bien dirigido a la cepa del palo derecho de Juan Pablo. Fue un gran gol. Higua¨ªn lo celebr¨® abraz¨¢ndose a Cristiano, que lo recibi¨® con una sonrisa, para la foto.

Van der Vaart marca con pol¨¦mica