Banega de principio a fin

Banega de principio a fin, el mediocentro argentino se puso serio en la direcci¨®n para llevar al Valencia a una victoria que le afianza en la tercera posici¨®n. Todo son buenas noticias para el conjunto de Emery desde que lleg¨® de Bremen con la clasficaci¨®n para los cuartos de final de la Liga Europa: la aparici¨®n de Jordi Alba en el lateral izquierdo, el regreso del gran Baraja y hasta la recuperaci¨®n de Fernandes. Lo que no var¨ªa es la proyecci¨®n imparable de Banega, ignorado incomprensiblemente hasta ahora por Maradona.

Alcanzada la l¨ªnea de fondo del extremo izquierdo, los pases hacia atr¨¢s de Mata suelen ser milim¨¦tricos. El que le dio a Villa s¨®lo le exigi¨® un toquecito suave al Guaje, tic, el 18? gol en la Liga, el primero despu¨¦s de un mes de sequ¨ªa en la competici¨®n dom¨¦stica. El Valencia sali¨® dispuesto a poner tierra de por medio y no le import¨® quedarse moment¨¢neamente con uno menos tras la lesi¨®n de Miguel. Marc¨® con inferioridad num¨¦rica, cuando Miguel ya enfilaba la enfermer¨ªa, la en¨¦sima v¨ªctima muscular de una plaga entre la zaga blanquiazul. El cuerpo de Miguel pag¨® la alegr¨ªa con la que se tom¨® esos primeros 12 minutos, un esprint tras otro que termin¨® en la camilla.

Banega ha mezclado bien con Baraja porque, aunque se parezcan, son muy diferentes. Coinciden en su profundo conocimiento del juego. Entre ambos, adiestraron la pelota con una autoridad insultante para disfrute de los atacantes locales. Acompa?ados por Jordi Alba, lateral izquierdo improvisado, dotado de la explosividad y la frescura necesarias para consolidarse, tras aprender unas cuantas nociones defensivas, en esa posici¨®n.

Con Alexis ahora de lateral derecho, el conjunto de Emery perdi¨® profundidad por la derecha. Salvo un disparo alto de Baha tras un rechace de Alexis, del M¨¢laga no hubo noticias m¨¢s all¨¢ de su escasa resistencia y de la lesi¨®n de Obinna, que dio paso al ecuatoriano Caicedo. Mu?iz lo neg¨® pero su equipo parec¨ªa tener la cabeza lejos de Mestalla, en concreto en el pr¨®ximo duelo en la Rosaleda ante el Tenerife, duelo decisivo para asegurar la permanencia.

El Valencia sinti¨® que el partido era demasiado f¨¢cil y, sin embargo, no terminaba de cerrarlo porque, pese a su aplastante dominio, tampoco es que se sucedieran las ocasiones. As¨ª se march¨® al descanso, con la ambig¨¹edad de sentirse muy superior, pero no lo suficiente para haber liquidado el encuentro.

Disgustado con sus centrocampistas, Mu?iz prescindi¨® de dos de ellos en el arranque del segundo tiempo (Xavi Torres y Javi L¨®pez) para darle aire a su equipo con Apo?o y Fernando, dos jugadores mucho m¨¢s experimentados. Gan¨® presencia el M¨¢laga, sobre todo por la aportaci¨®n de Apo?o en el eje, y el Valencia not¨®, ahora s¨ª, que hab¨ªa partido. Y hubo de intervenir C¨¦sar, quit¨¢ndole desde el suelo, con la rodilla, el remate a Caicedo, listo para empatar tras un centro de Fernando.

El Valencia necesitaba un refresco y Emery opt¨® por Pablo, que ocup¨® la plaza de Mata y no la prevista de Joaqu¨ªn, renacido tras la muestra de confianza del entrenador. El extremo gaditano encaden¨® sus bicicletas y su centro lo err¨® Silva en el remate con la derecha.

El p¨²blico despidi¨® a Baraja con una ovaci¨®n muy sentida y Villa daba la sensaci¨®n de llegar exhausto al final del encuentro. Entr¨® Fernandes, esta vez de mediocentro tras su buena experiencia como central ante el Almer¨ªa. Villa no terminaba de estar contento: sab¨ªa que hab¨ªa desaprovechado una gran ocasi¨®n para acercarse a Messi en la tabla de goleadores. Banega s¨ª, Banega lanz¨® un grito desesperado a Maradona. Quiere estar en Sur¨¢frica y ya no sabe c¨®mo demostrarlo.

El Valencia vence a un d¨¦bil M¨¢laga