El boquete de Burdeos

Un duelo a cara descubierta, impulsado por contragolpes y resuelto por la transparente defensa del Burdeos, que la pifi¨® de forma tan abultada como reiterada. Lo aprovech¨® el Lyon , vencedor del primer envite y m¨¢s cerca de alcanzar su primera semifinal europea.

El Lyon venci¨® al Madrid en la ronda anterior porque jug¨® sin la obligaci¨®n de tener el bal¨®n ni la iniciativa. Es un equipo que se hace el remol¨®n en la construcci¨®n, pero primoroso al contraataque. Aceptado que el Girondins es el dictador franc¨¦s -actual campe¨®n y l¨ªder de la Ligue 1, que contaba siete victorias seguidas en Europa-, el Olympique destil¨® su mejor f¨²tbol, con pocos pases y mucha punter¨ªa. Lo sufri¨® el Burdeos, que se plant¨® en Gerland con su estilosa pareja -Gourcuff y Chamakh- y una zaga de celof¨¢n, descosida a cada embestida.

Gourcuff tiene adiestrado el bal¨®n. En una de esas, en la l¨ªnea de fondo, tir¨® un amago, quebr¨® la cadera del rival y sac¨® un centro con la zurda al ¨¢rea. All¨ª aguardaba Chamakh, que tiene piernas por muelles, y remat¨® a gol. Repiti¨® en la suerte del cabeceo Chamakh, pero el bal¨®n, caprichoso, silb¨® al palo por el lado equivocado. Y lo prob¨® una tercera vez con un remate acrob¨¢tico que Lloris desvi¨® de forma magistral.

Para el Lyon todo fue m¨¢s f¨¢cil, en el trampol¨ªn porque su rival se agriet¨® solo, con las piernas anudadas y la cabeza empapada en cloroformo, y porque el colegiado se invent¨® un penalti que no fue. Cissokho solt¨® un zapatazo desde la medular que toc¨® el cielo y cay¨® a plomo sobre el ¨¢rea rival, donde aguardaba Ciani, desnortado porque rechaz¨® el cuero con la nuca. Bodmer chut¨® y Lisandro, olfato pronunciado, puso el pie para rectificar la trayectoria del bal¨®n y colarlo a gol. Poco despu¨¦s, un centro de Pjanic choc¨® en la espinilla de un defensor y la pelota se catapult¨® hacia arriba, hacia Tr¨¦moulians, que midi¨® mal el salto y no toc¨® el bal¨®n. Lo absorbi¨® Bastos. Recorte y gol. Otro fiasco defensivo.

Apret¨® el Girondins pero ni a Gourcuff ni a Chamakh les quedaban trucos, ni Wendel acert¨® en ese remate que escupi¨® el larguero. La guinda la puso el colegiado, que se invent¨® un penalti de Chalm¨¦, que toc¨® el cuero de forma involuntaria con el codo. Lisandro no fall¨® y aplast¨® al Girondins, que pag¨® cara su terrible endeblez defensiva