Como un reloj
El Barcelona no acusa los m¨²ltiples cambios en la alineaci¨®n y golea al Athletic
La m¨¢quina del Barcelona funciona como un reloj, m¨¢s all¨¢ de las piezas que escoja Guardiola. Antes justo que caprichoso, llegados a la semana decisiva del a?o, el t¨¦cnico baj¨® la pelota al suelo, levant¨® la cabeza, mir¨® tanto el calendario como lo que ten¨ªa en el garaje, ejerci¨® de entrenador y lo pag¨® el Athletic, que le plant¨® cara como pocos y perdi¨® como casi todos los que han visitado el Camp Nou. Movi¨® Guardiola la alineaci¨®n de tal manera que reaparecieron Chigrinski y Abidal, Maxwell actu¨® de volante, y Jeffren repiti¨® como extremo. No jug¨® Ibrahimovic, que enfil¨® la enfermer¨ªa en el calentamiento, pero lo hizo Bojan, que marc¨® dos goles y tir¨® del equipo como si fuera el sueco.
BARCELONA 4 - ATHLETIC 1
Barcelona: Vald¨¦s; Puyol, Piqu¨¦, Chigrinski, Abidal; Tour¨¦ (Jonathan Dos Santos, m. 70), Busquets (Xavi, m. 53), Maxwell; Jeffren (Pedro, m. 60), Messi y Bojan. No utilizados: Pinto, M¨¢rquez, Henry y Milito.
Athletic: Iraizoz; Iraola, San Jos¨¦, Amorebieta, Koikili; Javi Mart¨ªnez, Gurpegi; David L¨®pez (Toquero, m. 46), Susaeta, Gabilondo (Yeste, m. 46); y Llorente (Iturraspe, m. 69). No utilizados: Armando, Ustaritz, Mu?oz y Castillo.
Goles: 1-0. M. 26. Jeffren remata un centro de Abidal. 2-0. M. 39. Puyol recupera un bal¨®n y asiste a Bojan. 3-0. M. 58. Bojan define un pase de Messi. 4-0. M. 67. Messi resuelve de primeras. 4-1. M. 76. Susaeta culmina una asistencia de Yeste.
?rbitro: Mateu Lahoz. Amonest¨® a Tour¨¦, Javi Mart¨ªnez y Gurpegi.
Camp Nou. 77.630 espectadores.
Este equipo es talento y compromiso a partes iguales y ese es el gran m¨¦rito de Guardiola, que ha conseguido un equipo reconocible y autoritario, juegue contra el rival que juegue. Ser¨¢ por eso que Henry s¨®lo asom¨® por el banquillo cuando se lesion¨® Ibrahimovic.
Mand¨® el Barcelona con la autoridad que emana de un equipo hecho en el que no importa quien juegue, sino a lo que juega. Ayer sali¨® sin Alves ?provoc¨® la quinta amarilla contra el Mallorca? pero nada es un problema cuando en la rebotica siempre hay piezas de recambio. Le sobr¨® con arrastrar a Puyol al lateral derecho. A partir de ah¨ª, revolucion¨® la defensa: recuper¨® a Chigrinski, que no jugaba desde el 6 de enero; y le abri¨® la puerta de la reaparici¨®n a Abidal. Una soluci¨®n generada por las circunstancias, que incluyen el calendario porque Puyol y Piqu¨¦ no pueden jugar contra el Arsenal, as¨ª que guard¨® a Milito, por eso de nadar y guardar la ropa. Como la cuesta se enfila y no tiene a Iniesta, Guardiola tambi¨¦n reserv¨® a Xavi, as¨ª que mont¨® el equipo con Busquets y Tour¨¦ Yay¨¢ y Maxwell. Seguramente hubiera sido injusto borrar al brasile?o de buenas a primeras, porque hab¨ªa dado mucho en ausencia de Abidal; bast¨® con cambiarle el rol. La respuesta fue demoledora. T¨¢cticamente perfecto, Maxwell complet¨® un excelente partido como volante, interpretando la hoja de ruta como si se conociera el camino de memoria, ejemplo perfecto de c¨®mo vive este equipo.
Si gole¨® el Barcelona fue por un excelente juego de posici¨®n y porque no dud¨® ni un segundo qu¨¦ hacer. As¨ª, corri¨® mucho el Athletic detr¨¢s del bal¨®n y cuando lo recuper¨®, se lanz¨® cuesta abajo, hasta toparse siempre con los centrales o con Vald¨¦s, que jug¨® al l¨ªmite, como ¨²ltimo defensa y tambi¨¦n como primer delantero, cuando le toc¨® empezar la salida del bal¨®n. Le cost¨® al Barcelona generar ocasiones de gol, porque el Athletic es un equipo al que cuesta roer. Pero tuvo paciencia y dej¨® pasar el tiempo: tic-tac, tic-tac, poco a poco descosi¨® al rival, seguramente porque con tanta pieza nueva, hab¨ªa que sincronizar bien el pulso. Lo hizo en 27 minutos. Si el mi¨¦rcoles necesit¨® rematar 16 veces antes de meter un gol, ayer le bast¨® con la primera, que lleg¨® tras una jugada elaborada por la izquierda que liquid¨® Jeffren al otro lado. El segundo gol tambi¨¦n fue una demostraci¨®n magnifica del compromiso de un equipo que no parece tener nunca bastante. Sac¨® el Athletic de banda y el Barcelona achic¨® tanto los espacios, con tanto orden, que los jugadores del Athletic tuvieron que sacarse la pelota de encima como pudieron, hasta que al otro lado del campo la rob¨® Puyol que se la dio a Bojan. Puro instinto, la clav¨®.
La salida de Xavi permiti¨® a Busquets descansar. Se lesion¨® Jeffren y sali¨® Pedro, y el Barcelona sigui¨® a los suyo: repiti¨® Bojan y marc¨® Messi, generoso como pocas tardes, paradigma de que nadie es m¨¢s importante que nadie. El argentino se ech¨® el equipo a la espalda como siempre y particip¨® m¨¢s en la creaci¨®n que en la definici¨®n.
El Bar?a de Guardiola, definitivamente, convierte otra vez cada partido en un festival de f¨²tbol, empezando por el portero, sensacional Vald¨¦s cuanto m¨¢s apret¨® el Athletic. As¨ª se escribe la vida de un equipo incomparable.
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