Messina ya tiene su bestia negra

El Real Madrid comprob¨® con dolor que no hay cl¨¢sico de pega que valga. Aunque su trascendencia fuera ciertamente menor en una Liga regular que ten¨ªa ya pr¨¢cticamente en el bolsillo el Regal Barcelona, el equipo de Ettore Messina le vio las orejas al lobo. Estuvo a punto de sufrir mucho m¨¢s que una derrota: una humillaci¨®n en toda la regla, aunque finalmente logr¨® recomponer una estampa al menos digna.

Eso, s¨ª, perdi¨® otra vez y la cosa empieza a parecer ya un disco rayado, dada la repetida y por momentos manifiesta superioridad del Barcelona. Esta vez gan¨® por cinco puntos el equipo de Xavi Pascual, 78-73, pero hab¨ªa dejado el partido casi visto para sentencia ya en el descanso, 42-25, ante un Madrid en varias fases abrumado, al borde del rid¨ªculo.

El Madrid se salv¨® de un aut¨¦ntico Waterloo, el que iba camino de consumarse cuando perd¨ªa por 24 puntos (52-28) o cuando se asomaba al ¨²ltimo cuarto con un demoledor 64-45, gracias a su meritorio ¨²ltimo cuarto. Gan¨® ese parcial por 14-28, ante un Barcelona ciertamente relajado y actuando a beneficio de inventario.

El Madrid intent¨® atascar al Bar?a desde la defensa. Lo consigui¨® en el primer cuarto, pero a la que Navarro abri¨® la veda con tres triples consecutivos y el Bar?a hizo evidente su superioridad en el rebote, especialmente en el ofensivo, el Madrid empez¨® a perder la confianza, los nervios y el juego. El Bar?a acab¨® atrapando 17 rebotes en ataque y, en total, once m¨¢s que el Madrid. Eso le dio un enorme colch¨®n.

Punzado por la brillantez y agresividad defensiva con la que el Bar?a le devolvi¨® con creces la moneda, el Madrid estuvo por momentos al borde del ataque de nervios. Tomic no fue el arma letal con la que gan¨® el Madrid en el Palau en la Euroliga, Larvrinovic estuvo fuera de foco, como Vidal, y Garbajosa, Bullock y Reyes no acaban de adquirir el peso que se les supone en el juego colectivo.

El desgobierno en el Madrid deriv¨® en una sequ¨ªa de las que marcan ¨¦poca: se pas¨® el segundo cuarto sin anotar una canasta, s¨®lo seis tiros libres para un parcial de 22-6. Cuando Llull encest¨® pasado el minuto 22, hab¨ªan transcurrido ya doce minutos y medio desde la anterior canasta de un equipo que ni elabor¨® ni encontr¨® alg¨²n emparejamiento en que pudiera desbordar o romper la defensa del Bar?a. Y entremedias, Jaric perdi¨® la cabeza y se gan¨® una t¨¦cnica con un desplante al ¨¢rbitro que el Madrid pag¨® march¨¢ndose al descanso con muy mala pinta, la de un equipo no ya s¨®lo sin recursos sino casi sin esp¨ªritu competitivo, derrotado.

El Bar?a hizo valer la solidez y solidaridad de su defensa y agot¨® un par de veces las posesiones ofensivas del Madrid. Ni Llull ni Bullock pudieron con Navarro; ni Tomic, ni Garbajosa, con Lorbek, y el Bar?a se permiti¨® el lujo de jugar al pim pam pum pese a los reiterados errores de Ricky Rubio, que fall¨® cuatro triples, o de Grimau, que fall¨® otros tres, o de Lakovic, que s¨®lo anot¨® uno de los cuatro que lanz¨®. No import¨®. El Bar?a abri¨® un boquete tremendo y s¨®lo el ¨ªmpetu de Llull, secundado por la laboriosidad de Tomic, Velickovic y Prigioni, le sirvieron al Madrid para maquillar el resultado.

Messina no tiene definitivamente suerte en el Madrid. Se ha encontrado probablemente con la mejor versi¨®n en la historia del Bar?a y, encima, el calendario le ha acabado de jugar una mala pasada programando hasta ocho veces el cl¨¢sico, nueve si se tiene en cuenta un amistoso de pretemporada. Y los que quedan... si es que ambos vuelven a v¨¦rselas en los playoffs por el t¨ªtulo de la ACB. De los disputados desde aqu¨¦l amistoso en septiembre, ocho los ha perdido el Madrid. El ¨²ltimo, si cabe, todav¨ªa abri¨® m¨¢s la herida.

Otros resultados: Valladolid, 68; Manresa, 74. Granada, 86; Fuenlabrada, 75.