Grandes momentos de los espa?oles en el templo de la tierra
Roland Garros, el torneo fetiche para los tenistas patrios, vio ganar a Manolo Santana su primer 'grand slam'
Roland Garros es el templo de la tierra y el torneo m¨¢s amable para los tenistas espa?oles. Antes de que naciera la generaci¨®n de jugadores de los a?os noventa del siglo XX, Espa?a se especializ¨® en fabricar tenistas agonistas, de fuertes piernas, gran coraz¨®n y resistencia infinita a cualquier contratiempo. La arcilla, con la que vivieron en perfecta simbiosis desde sus primeros peloteos, se adapt¨® a esas caracter¨ªsticas mejor que ninguna otra superficie.
Par¨ªs vio al primer campe¨®n espa?ol de un t¨ªtulo grande: fue Manuel Santana (1961 y 1964), un pionero que decidi¨® renunciar a m¨¢s asaltos en Par¨ªs a cambio de especializarse en hierba, ganar Wimbledon (1966) y pesar algo m¨¢s en un deporte entonces dominado por los anglosajones, que s¨®lo apreciaban la hierba. Fue el primer gran ¨¦xito, vivido en directo, seg¨²n el campe¨®n, por no m¨¢s de dos periodistas espa?oles.
Hoy las cosas han cambiado. Son muchos los enviados especiales y m¨¢s los tenistas multidisciplinares: Roland Garros siempre ser¨¢ el torneo fetiche para los espa?oles, pero ya nadie se extra?a de que alcancen ¨¦xitos en otras superficies. Estos fueron los tenistas que abrieron el camino.
Andr¨¦s Gimeno
El triunfo del tenista catal¨¢n (1972) permanece a¨²n en el libro de los r¨¦cords. Gimeno hab¨ªa jugado en 1968 el primer grande en el que coincid¨ªan profesionales y aficionados. Era el loco mayo parisino del 68, lluvia de adoquines por las calles, Rod Laver, Ken Rosewall, Pancho Gonz¨¢lez y Gimeno, los mejores de entonces, compartiendo un Peugeot para llegar al torneo, porque no hab¨ªa otra cosa; las prostitutas, recuerda el ex tenista, como ¨²nicas personas capaces de conseguir gasolina; y las manifestaciones por toda partes. Gimeno volvi¨® en 1972 para ganar el t¨ªtulo, a los 34 a?os, frente al franc¨¦s Patrick Proisy (4-6, 6-3, 6-1, 6-1). Par¨ªs nunca ha tenido un campe¨®n m¨¢s viejo.
Arantxa S¨¢nchez Vicario
Cuando aquella ni?a de 17 a?os lleg¨® a la final de Par¨ªs (1989) le esperaba una tenista de piernas infinitas, golpes primorosos y curr¨ªculo inigualable: Steffi Graf . Los periodistas no pudieron contener sus pron¨®sticos: "Es m¨¢s f¨¢cil ver todos los museos de Par¨ªs en un d¨ªa que Arantxa gane esta final", escribieron. A la vuelta de aquel d¨ªa, defensa extenuante con pelotas altas incomod¨ªsimas, Arantxa hab¨ªa ganado su primer t¨ªtulo en Par¨ªs por 7-6(6), 3-6, 7-5. Luego llegar¨ªan los de 1994 y 1998, tras perder otras tres finales, espoleando una carrera inigualable.
La primera final espa?ola
Siempre entre las suspicacias del p¨²blico parisino, los espa?oles hicieron suyo Roland Garros al comenzar la d¨¦cada de los noventa. Apareci¨® entonces Sergi Bruguera, precedente de Rafael Nadal en su impresionante peso de bola, la pelota girando y girando con el efecto top-spin para devorar a los rivales. En 1993 consigui¨® el t¨ªtulo en una ¨¦pica final contra el estadounidense Jim Courier (6-4, 2-6, 6-2, 3-6, 6-3). En 1994, llegar¨ªa la perfecta sinfon¨ªa espa?ola en Par¨ªs: Bruguera fue campe¨®n derrotando en la final a Alberto Berasategui , hombre de dur¨ªsima y extra?a derecha (6-3, 7-5, 2-6, 6-1), igual que Arantxa S¨¢nchez Vicario se impuso en el torneo femenino (doble 6-4 a Mary Pierce). Para el resto del mundo, los dobles.
Arrancan los nuevos tiempos
Cuando en 1998 Carlos Moy¨¤ se impone por 6-3, 7-5, 6-3 a ?lex Corretja en una nueva final espa?ola, Espa?a ya no es solo un pa¨ªs que se defiende en tierra. Prueba de ello ser¨¢ que el mallorqu¨ªn, finalista en el Abierto de Australia, alcance el n¨²mero uno del mundo, como despu¨¦s lo har¨¢ Juan Carlos Ferrero, campe¨®n en 2003 ante el holand¨¦s Verkerk (6-1, 6-3, 6-2). En medio, Albert Costa sigue imponiendo la dictadura espa?ola en Par¨ªs: vence a Ferrero en 2002 (6-1, 6-0, 4-6, 6-3). Entre 1993 y 2003, Par¨ªs vio a diez finalistas espa?oles.
La ¨²ltima final femenina
Mientras que en el tenis masculino crecen incontenibles los ¨¦xitos, en el femenino la llama se apaga. Tras Arantxa S¨¢nchez Vicario y Conchita Mart¨ªnez, ninguna tenista espa?ola ha pasado de los cuartos de final en Par¨ªs. La ¨²ltima en alcanzar el partido decisivo, hace ya diez a?os, fue la zaragozana, derrotada por Mary Pierce en 2000 (6-2 y 7-5).
La dictadura de Nadal
Rafael Nadal, el ogro de la tierra, gana su primer t¨ªtulo contra el argentino Mariano Puerta por 6-7(6), 6-3, 6-1, 7-5. Es s¨®lo un adolescente. Es, tambi¨¦n, un tenista siempre exigido al m¨¢ximo camino de sus cuatro t¨ªtulos parisinos: no vencer¨¢ ninguno sin haber jugado antes contra el suizo Roger Federer, el mejor tenista del mundo. Su aplastante dominio, r¨¦cord tras r¨¦cord, es proporcional al impacto de su primera derrota: el sueco Robin Soderling le ape¨® de Par¨ªs en los octavos de final de 2009 . Desde el 23 de mayo, Nadal busca de nuevo su t¨ªtulo.
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