En Bremen le llaman Messi
Alemania, por primera vez sin un jugador desequilibrante y un l¨ªder reconocible, se encomienda a ?zil, zurdo de 22 a?os
Alemania siempre cont¨® con alg¨²n jugador desequilibrante en la n¨®mina. A veces tuvo varios de ellos. Incluso hubo Mundiales a los que acudi¨® con un pu?ado de talentos irrepetibles. Hace d¨¦cadas que eso no sucede. Hace tiempo que Alemania ha dejado de ser reconocida por la sutileza de sus futbolistas. Cada vez son menos los aficionados que recuerdan la majestuosa habilidad de Schuster, Magath, Rummenige, Overath y Beckenbauer. Hoy en Durban, el equipo que m¨¢s finales ha disputado en la Copa del Mundo junto con Brasil presentar¨¢ una formaci¨®n ins¨®lita. No solo no exhibe un genio. Tampoco hay un hombre emblem¨¢tico en sus filas. Ni un Effenberg, ni un M?ller, ni un Ballack. No hay un l¨ªder f¨¢cilmente reconocible dentro del equipo porque si ese hombre existe se debe revelar en los pr¨®ximos d¨ªas. Si existe, las probabilidades se?alan que ser¨¢ M¨¹ller, el ocho del Bayern, o ser¨¢ el hijo de una familia de inmigrantes turcos que juega en el carril del diez y lleva por nombre Mesut ?zil.
Desde 1934, en la ¨¦poca del amateurismo, los alemanes no acud¨ªan al campeonato con una plantilla m¨¢s joven. M¨¹ller, el diestro, tiene 21 a?os y ?zil, el zurdo, 22. Por jerarqu¨ªa, por trayectoria, porque conquist¨® la Eurocopa sub 21 abanderando a Alemania, el muchacho que naci¨® en las barriadas inmigrantes de Gelsenkirchen ha asumido la responsabilidad de dar sentido a las jugadas de su selecci¨®n.
Si antes el conductor, por categor¨ªa, era Ballack, un media punta llegador que arranca desde el c¨ªrculo central, ahora la orientaci¨®n del juego alem¨¢n corresponder¨¢ a ?zil, que se maneja unos metros m¨¢s delante. El seleccionador, L?w, ha acondicionado el dibujo a su nuevo timonel, pasando del 4-4-2 al 4-2-3-1 y adelantando el centro de gravedad de las jugadas. Por detr¨¢s del punta, bajando continuamente a recibir de los medios, jugar¨¢ ?zil. La posici¨®n es clave y la capacidad del jugador para ejecutar su cometido es una inc¨®gnita.
?zil fue desde cadete canterano del Schalke 04. Fich¨® por el Werder Bremen en 2007 y durante una temporada vivi¨® aprendiendo el oficio a la sombra de Diego, el media punta brasile?o. Se compenetraron tan bien que cuando Diego empez¨® a salir con la cantante alemana Sarah Connor, su pupilo comenz¨® a cortejar a la hermana de Connor. Cuando Diego fich¨® por el Juventus, la sucesi¨®n fue natural. Desde entonces, en el Werder sus colegas le llaman Messi. El apelativo es una exageraci¨®n humor¨ªstica. ?zil no posee ni el cambio de ritmo de Messi, ni su regate, ni su capacidad para pisar el ¨¢rea y definir con ambas piernas. ?zil es zurdo cerrado. Tener un perfil ciego le limita como goleador y no le ayuda a dar fluidez a las posesiones en el medio campo. Sabe jugar a un toque cuando baja a apoyar y es muy creativo entre l¨ªneas, donde destaca por su capacidad para ver a los compa?eros mejor situados. Pero le falta asentamiento.
A diferencia de otros zurdos hist¨®ricos, como Magath y Overath, a ?zil le falta pausa. Con frecuencia se precipita, busca al punta a la primera y no madura la jugada. Pero es joven y talentoso. No ser¨ªa la primera vez que un joven, puesto a soportar la presi¨®n y la exigencia de un Mundial, sale airoso del berenjenal. Si lo consigue, el futuro inmediato de Alemania en esta competici¨®n puede ser sorprendente.
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