El d¨ªa que Tiger Woods cambi¨® el golf

"Estaba en un momento de juego muy bueno. Ernie Els y yo ganamos el torneo de los terrenales. Nosotros ganamos y luego lleg¨® Tiger Woods y nos sac¨® 15 golpes". As¨ª resume el U.S. Open de 2000 para este peri¨®dico el golfista Miguel ?ngel Jim¨¦nez. Metido ya en faena analizando el recorrido de Pebble Beach, el golfista espa?ol, segundo en aquella edici¨®n, no tiene tiempo para mucho m¨¢s, ni siquiera para sacar su habitual iron¨ªa y contar la an¨¦cdota que nos recuerda Mar¨ªa Acacia L¨®pez Bachiller, jefa de prensa de torneos internacionales y responsable del espacio Historia del golf en el programa Golflog en Digital Plus: "Recuerdo que al terminar, Jim¨¦nez le dijo a uno de los responsables: 'Qu¨¦, ahora salimos Els y yo a jugar el play off, ?No?'".

Jim¨¦nez: "Estaba en un momento de juego muy bueno. Ernie Els y yo ganamos el torneo de los terrenales"

Bamberger: "Si fuiste testigo de lo que hizo Tiger en Pebble Beach en el U.S. Open, eso queda contigo para siempre"

Mar¨ªa Acacia: "Ganar por 15 es una salvajada, no se volver¨¢ a repetir"

La iron¨ªa es lo que queda cuando se agotan los elogios para describir lo que hizo un Tiger Woods completamente diferente, en lo deportivo y en lo personal, un joven que maravill¨® al mundo con la que algunos consideran la mayor exhibici¨®n de la historia del golf.

Siempre dados al exceso en los elogios y en las cr¨ªticas, los periodistas estadounidenses elevan la actuaci¨®n de aquel joven de 24 a?os al m¨¢ximo nivel. Michael Bamberger de Golf.com no se queda corto: "Si fuiste testigo de lo que hizo Tiger en Pebble Beach en el U.S. Open, eso queda contigo para siempre. Entonces puedes decir que viste la actuaci¨®n m¨¢s dominante de la historia del deporte. No la m¨¢s emocional. No la m¨¢s emocionante. Noo. Simplemente la m¨¢s dominante".

Sin opciones para el resto

Tiger eligi¨® el grande m¨¢s complicado, un torneo que se suele ganar en torno al par por la rigurosa preparaci¨®n de los campos que lo acogen, para hacer 12 golpes menos en el acumulado y superar por dos el r¨¦cord de la victoria m¨¢s amplia, establecido por Old Tom Morris en el British Open de 1862. Vueltas de 65, 69, 71 y 67 para un total de 272 y -12, el primero de la historia con dos d¨ªgitos bajo par. Tiger someti¨® a sus rivales a un liderazgo de principio a fin, con seis golpes de ventaja a falta de un d¨ªa sobre Ernie Els, quien al ver la mirada del n¨²mero uno del mundo al terminar su vuelta asegur¨®: "Cuando est¨¢ en marcha, los dem¨¢s no tenemos muchas opciones".

"Fue una victoria absolutamente impactante y tan demoledora que dej¨® sin capacidad de respuesta a todos durante dos a?os", recuerda ?lvaro Beamonte, comentarista del circuito estadounidense en Canal + Golf, en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. "No he visto todos los grandes como para decir si es la mejor actuaci¨®n de la historia, pero fue espectacular. Es el mejor Tiger Woods". En efecto, el deportista que gan¨® en el U.S. Open del centenario es el mismo que a partir de esta haza?a consigui¨® el Tiger Slam, los cuatro grandes seguidos, eso s¨ª, en a?os distintos: U.S Open, British Open en St Andrews ("y sin pisar un b¨²nker", recuerda Beamonte) y PGA Championship (2000) y Masters de Augusta (2001).

M¨¢s largo, m¨¢s recto, m¨¢s s¨®lido

"Se bas¨® en unas estad¨ªsticas demoledoras desde el tee de salida, con en el hierro dos y la madera tres" analiza Beamonte. Tiger cogi¨® 47 de 56 calles en Pebble Beach ese a?o y el 71% en el conjunto de la temporada, uno de los mejores del mundo; en 2010 lleva el 54%, puesto 164 del circuito estadounidense. Woods era tambi¨¦n el mejor en distancia, solo por detr¨¢s de un John Daly en su mejor momento. Distancia y precisi¨®n, el sue?o de un golfista. Este a?o ocupa el puesto 113 en metros recorridos con el primer golpe. Un Tiger muy distinto al que ahora puede incluso perder el n¨²mero uno del mundo a manos de Phil Mickelson tras 262 semanas al frente.

"Tiger falla una media de 15 metros a la derecha o a la izquierda de la calle. Eso en Pebble Beach es hacer 80 golpes. Bueno, eso alguien normal, ¨¦l har¨ªa 74 pero con eso no ganas el U.S. Open", sentencia el analista de Canal + Golf.

Pero no solo de golpes con el driver vive el golfista, ni siquiera Tiger. Su ¨¦tica del trabajo, su estajanovismo y sus niveles de exigencia han sido siempre tema de conversaci¨®n en el circuito. Cuenta la cr¨®nica de Sports Illustrated que tras una primera vuelta de 65 y con una excelente marca de 24 putts, Tiger se puso a practicar. "No me gustaba c¨®mo hac¨ªa rodar la bola", resumi¨® como explicaci¨®n.

Casey Bones, caddy de Pebble Beach con m¨¢s de 6.000 vueltas completas al campo californiano a sus espaldas, resume mejor que nadie la magia que rode¨® a Tiger en los greenes esa semana. "Probablemente conozca los greenes mejor que nadie. Puedo leer un 95% de las ca¨ªdas bien, aunque es dif¨ªcil. Tiger no ley¨® ni un putt mal en toda la semana. He estado leyendo estos greenes toda mi vida. El ley¨® bien el 100% de los putts. Vamos hombre".

Irrepetible

La opini¨®n de los expertos coincide en que Tiger no podr¨¢ repetir aquella haza?a. "Ganar por 15 es una salvajada, no se volver¨¢ a repetir", recuerda L¨®pez Bachiller. En EE UU, y a pesar de las buenas sensaciones que ha transmitido en los d¨ªas previos en Pebble Beach, las opiniones van desde que no har¨¢ nada a que estar¨¢ arriba, como en Augusta, pero con pocas posibilidades. Las que tenga, pasan claramente por dejar el driver en la bolsa y olvidarse de complicaciones, como coinciden Beamonte y Mike Walker, editor se?or de Golf Magazine.

La aparici¨®n de Tiger en aquel emotivo U.S. Open (el ¨²ltimo de Jack Nicklaus, al que el campe¨®n defensor e ¨ªdolo Stewart Payne no acudi¨® porque hab¨ªa muerto en un accidente de avi¨®n) marc¨® las diferencias desde el principio y por muchos a?os. Como nos cuenta Bamberger, era un joven con experiencia que apareci¨® en Pebble Beach m¨¢s musculado y con un nuevo swing pero, sobre todo, demostr¨® "lo que puede hacer un hombre con un plan".