Un ¨ªdolo muy a su pesar
A Shunsuke Nakamura, que ha completado un curso mediocre y perdido trascendencia en la selecci¨®n, le resulta inc¨®modo ser la estrella de Jap¨®n
"Ni Kak¨¢, ni Cristiano. Nakamura". Esta era una de las muchas pancartas que pod¨ªan leerse el 13 de julio de 2009 en la presentaci¨®n del fichaje m¨¢s medi¨¢tico del Espanyol, Shunsuke Nakamura (Yokohama; 1978). M¨¢s de 6.000 personas y unos 200 periodistas -m¨¢s de un centenar eran nipones- se congregaron en el reci¨¦n estrenado estadio de Cornell¨¤-El Prat, para ver al japon¨¦s. Una puesta en escena a lo Cristiano Ronaldo para un jugador con una fama similar en Jap¨®n, pero con un car¨¢cter diametralmente opuesto. All¨ª, entre la multitud, con semblante sereno, estaba el hombre que lo hizo debutar en el f¨²tbol profesional con tan solo 19 a?os. No era japon¨¦s. Era vasco. Xabier Azkargorta. En 1997 era entrenador del Yokohama Marinos. All¨ª descubri¨® a un chaval muy joven reci¨¦n llegado de un equipo de instituto, el Toko Gakuen High School, con una zurda espectacular y muy bien dotado t¨¦cnicamente. Deb¨ªa jugar con el primer equipo. En las primeras tres temporadas marc¨® 13 goles. Ahora es la te¨®rica estrella de Jap¨®n.
En su pa¨ªs pronto empez¨® a ador¨¢rsele como a un ¨ªdolo. Un ¨ªdolo muy a su pesar. Nakamura es extremadamente introvertido. A diferencia de otra de las estrellas del f¨²tbol japon¨¦s como Hidetoshi Nakata o Shoji Jo (que jug¨® en el Valladolid en 2000), a Nakamura nunca le interes¨® otra cosa que no fuera su profesi¨®n, mejorar d¨ªa a d¨ªa, parecerse a los jugadores que ve¨ªa en los reportajes de las Ligas europeas que devoraba en v¨ªdeos y por la televisi¨®n. Con ¨¦l no iban los cambios de 'look', los tatuajes o la ropa de marca. Eso se not¨® en la presentaci¨®n con el Espanyol. Aunque se mostr¨® muy amable con los aficionados e incluso se present¨® con un "bon d¨ªa", no parec¨ªa sentirse c¨®modo entre tanta expectaci¨®n. Al final de su breve discurso, prometi¨® devolver a la afici¨®n todo el cari?o que hab¨ªa recibido. No lo pudo cumplir. Desde el principio tuvo muchos problemas de adaptaci¨®n en el club y su entrenador, Mauricio Pochettino, empez¨® a prescindir de ¨¦l.
En enero, en Cornell¨¤, Nakamura coincidi¨® con su compa?ero en los Yokohama, Jon Andoni Goikoetxea, segundo entrenador del Xerez. Con el poco espa?ol que chapurreaba, el japon¨¦s le coment¨® que le estaba costando mucho aclimatarse y que no estaba bien en Barcelona. Hay quien lo achaca a su extremada timidez y a problemas de comunicaci¨®n. Extra?o, puesto que antes de recalar en club perico, Nakamura hab¨ªa pasado por el Reggina italiano y ven¨ªa de ser una estrella en el Celtic de Escocia. Y en ninguno de los dos sitios hab¨ªa tenido problemas de adaptaci¨®n, por m¨¢s que no aprendiera nada de italiano ni de ingl¨¦s. Los que lo conocen mejor atribuyen su mala racha en el Espanyol a problemas personales. Acababa de casarse y de ser padre y su mujer viv¨ªa en Jap¨®n. Nakamura pas¨® la mayor parte del tiempo en Barcelona solo, en una casa en las afueras de la ciudad enorme y desocupada, y lo que quer¨ªa era regresar a Jap¨®n.
Pero su fracaso en la Liga no puede achacarse ¨²nicamente a la mera a?oranza. Sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas y de juego tambi¨¦n influyeron. Tanto Goikoetxea como Azkargorta coinciden en que durante sus primeros a?os en los Yokohama Marinos, a Nakamura le faltaba ritmo y fuerza en el uno contra uno y a la hora de luchar los balones divididos. Todo lo supl¨ªa con clase. Era un jugador muy resistente pero sin firmeza. Estas carencias le han acompa?ado durante toda su trayectoria, tanto en Europa como con su selecci¨®n. De hecho, su falta de fortaleza f¨ªsica hizo que el seleccionador de Jap¨®n, Philippe Troussier, no lo convocase en 2002 para el Mundial de Jap¨®n y Corea. Todo un golpe para ¨¦l y para su legi¨®n de fans.
Sue?o europeo
Para ganar en experiencia y mejorar, decidi¨® cumplir su sue?o y march¨® a Europa. Recal¨® en el Reggina italiano en 2002. Pese a las lesiones, en las tres temporadas en las que milit¨® en el equipo, marc¨® 12 goles. Luego vol¨® hasta Escocia, donde se convirti¨® en una pieza vital del Celtic (2005-2009), ganando tres Ligas consecutivas. En Escocia se le sigue recordando por el soberbio tiro libre que le col¨® en 2006 al Manchester United, que permiti¨® al Celtic el paso a octavos de final de la Champions League por primera vez en su historia y que, de paso, le convirti¨® en el primer nip¨®n en golear al m¨¢ximo nivel europeo. En Escocia, como en Reggina, ha destacado por sus jugadas a bal¨®n parado, por su zurda y por sus medidos pases de gol a los delanteros. Ese talento creativo es el que movi¨® a los directivos del Espanyol a ficharle. Eso y que no le cost¨® un euro. Sin embargo, como en el Espanyol, en el Reggina y en el Celtic, Nakamura sigui¨® evidenciando su falta de poder¨ªo f¨ªsico y su nulidad a la hora de superar a defensores m¨¢s fuertes.
El hecho de no jugar en a?o de Mundial, empez¨® a inquietar al interior japon¨¦s. El 27 de febrero, el mismo d¨ªa en que la plantilla del Espanyol se hac¨ªa la foto oficial, Nakamura dejaba de ser jugador del club catal¨¢n. Se iba a su equipo de toda su vida, al Yokohama Marinos, por 1,2 millones de euros. Aunque Nakamura s¨ª se hizo la foto como blanquiazul, en primera fila, en un rinc¨®n, alejado de la etiqueta de crack con la que se present¨® siete meses antes. S¨®lo hab¨ªa jugado cinco partidos de Liga y uno de Copa.
En Jap¨®n s¨ª ha disfrutado de minutos, aunque su seleccionador le asegur¨® que estar¨ªa en Sud¨¢frica independientemente de lo mucho o poco que jugara. Un hecho incre¨ªble en el mundo del f¨²tbol, cuando se prima tanto el poder¨ªo f¨ªsico y la regularidad competitiva. Con su selecci¨®n, ha disputado 87 partidos y ha marcado 23 goles. Retorn¨® de la mano del legendario brasile?o Zico, en 2003. Con los Samur¨¢is Azules ha ganado dos Copas de Asia (2004 y 2006) y ha participado en el Mundial de Alemania, donde marc¨® un gol a Australia. El lunes pasado, en el partido contra Camer¨²n, donde Jap¨®n dio la sorpresa ganado a los africanos por 1-0, Nakamura estaba en el banquillo y no es probable que juegue contra Dinamarca. El seleccionador, Takeshi Okada, lo conoce bien y cuenta con su experiencia, su clase y su talento. ?Le molesta a Nakamura no ser titular? No lo va a mostrar. Como dice Azkargorta, para saberlo, para hablar con ¨¦l, habr¨¢ que ir a buscarle.
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