Cavani, el secundario de lujo

Uruguay es una mezcla de contrastes. Resulta curioso que un pa¨ªs con apenas tres millones de habitantes posea tal arsenal de jugadores que le permita elaborar en Sud¨¢frica una rocosa defensa (solo un gol encajado) y conformar un ataque con mucha p¨®lvora: Luis Su¨¢rez, Diego Forl¨¢n... y Cavani. Cavani (Salto, Uruguay; 1987) ha conseguido hacerse con un hueco dentro de tan lustrosa delantera con el objetivo de marcar por primera vez en el Mundial para ayudar a su equipo a volver 40 a?os despu¨¦s a unas semifinales de una Copa del Mundo. Toca derrotar a Ghana.

No puede decirse que la joven perla de la celeste sea una fulgurante aparici¨®n, ni siquiera una sorpresa. Cavani, apodado El Matador por su instinto y ansia casi obsesiva por el gol, lleva peligro en cada acci¨®n que protagoniza dentro del ¨¢rea. Su imponente presencia, 188 cent¨ªmetros de pura potencia f¨ªsica e inusitada agilidad, lo justifica. Lo demostr¨® en la selecci¨®n sub 20 en enero de 2007, donde, con siete goles en nueve partidos del campeonato Sudamericano (m¨¢ximo goleador del torneo), fue clave para que Uruguay se alzara con el tercer puesto y consiguiera el pase para el Mundial sub 20.

Su juego no pas¨® desapercibido a los ojos de los grandes de Europa, como el Juventus o el Milan, quienes trataron de hacerse con sus servicios. Lo consigui¨® Maurizio Zamparini, presidente del Palermo, quien logr¨® que Cavani abandonara el Danubio, su club en Uruguay, con el que logr¨® un torneo Apertura, rumbo a Europa. Ya en Sicilia, el delantero, de pasaporte italiano dado que sus abuelos paternos proced¨ªan de Maranello, no pudo dar mejores pasos para comenzar su nueva andadura: en un partido dominado por la Fiorentina (0-1), entr¨® en el minuto 55 para, un cuarto de hora m¨¢s tarde, conectar un chut que record¨® al de Van Basten en la final de la Eurocopa de 1988.

34 goles en 109 partidos con el Palermo, equipo en el que gan¨® protagonismo paulatinamente a medida que los meses avanzaban, ha sido su legado en el club junto a la clasificaci¨®n del equipo para la Liga Europa, tras codearse durante muchas jornadas en puestos de Champions. Ahora el charr¨²a posee otras metas, pese a firmar en abril la renovaci¨®n hasta 2014. Sus aspiraciones son otras. ?l lo tiene claro: "Como jugador tengo dos sue?os: hacerlo bien en el Mundial y vestir la camiseta del Inter de Mil¨¢n.