Casillas, un futuro escrito desde los 11 metros
A diferencia de su carrera en el Madrid, el capit¨¢n ha realizado sus intervenciones m¨¢s decisivas con la selecci¨®n deteniendo penaltis en los momentos m¨¢s calientes de los torneos
La primera imagen que salt¨® a los medios de Casillas con la camiseta de la selecci¨®n dio bastantes pistas de c¨®mo iba a ser su futuro con Espa?a. Fue en el Mundial sub 20 de Nigeria, en 1999, y aquel joven de 18 a?os, suplente entonces de Aranzubia, detuvo el ¨²ltimo penalti de la tanda decisiva de cuartos de final frente a Ghana. Nadie lo pod¨ªa imaginar entonces, pero el lanzamiento desde los 11 metros y ¨¦l iban a tener una relaci¨®n muy estrecha en su carrera internacional. Inseparables, incluso, ya que 11 minutos despu¨¦s de que Camacho le hiciera debutar con la absoluta en 2000 en un partido amistoso en Estocolmo (1-1), cometi¨® una pena m¨¢xima que sirvi¨® para que los suecos empataran. Por fortuna para ¨¦l, lo que ha venido despu¨¦s con Espa?a ha sido casi siempre gloria desde el punto de penalti.
En el Madrid, su faceta de parapenaltis no es la que m¨¢s deslumbra. En 11 temporadas, ha detenido nueve de los 47 que le han tirado en la Liga (el 19%), unos n¨²meros corrientes. Sus exhibiciones las suele dejar para otros momentos. En la selecci¨®n, sin embargo, las actuaciones m¨¢s memorables las ha escrito desde la l¨ªnea de los 11 metros y en los tramos m¨¢s dram¨¢ticos de los torneos.
El s¨¢bado ante Paraguay volvi¨® a demostrarlo , como en los cuartos de final de la Eurocopa 2008 contra Italia (detuvo dos lanzamientos en la tanda decisiva) y en los octavos del Mundial 2002 frente a la Rep¨²blica de Irlanda (ataj¨® uno en el tiempo reglamentario y dos en la tanda final).
Hasta el minuto 60 del encuentro de Paraguay, el capit¨¢n andaba mustio durante todo el campeonato, con un aire melanc¨®lico, sin ning¨²n fallo clamoroso, pero dejando detalles para la sospecha. Su parada a Cardozo actu¨® de palanca para el triunfo espa?ol.
As¨ª fue tambi¨¦n en la Eurocopa de hace dos a?os: sus dos intervenciones contra De Rossi y Di Natale derribaron el muro hist¨®rico y mental de los cuartos de final, y pusieron la alfombra para un ¨¦xito despu¨¦s del cual nada volvi¨® a ser lo mismo. Esa tanda de penaltis en Viena comenz¨® con el abrazo de los dos colegas: Buffon y Casillas. El primero, sonriente y con un punto de prepotencia, compadreaba y le echaba la mano al hombro al espa?ol. Se sab¨ªa el mejor guardameta del globo en aquellos momentos y en la final del Mundial 2006 ya hab¨ªa salido victorioso de un trance similar (aunque el ¨²nico fallo franc¨¦s fue un disparo al larguero). El espa?ol, mientras, era el rostro serio, tenso. Aquella no era su suerte favorita. Los gestos, sin embargo, se invirtieron diez minutos m¨¢s tarde.
Seis a?os antes, en el Mundial de 2002, ya hab¨ªa dejado su primera gesta con la absoluta desde los 11 metros, contra la Rep¨²blica de Irlanda. Entonces detuvo tres . El primero en el minuto 62, a Ian Harte, que sirvi¨® para conservar la ventaja de un gol. En el 90 volvieron a tirarle otro (Robbie Keane) que no adivin¨®, as¨ª que el asunto tuvo que zanjarse en la angustia de la tanda de penaltis. David Connolly y Kevin Kilbane fueron sus v¨ªctimas. Los cuartos de final contra Corea del Sur se decidieron de nuevo desde el mismo punto, despu¨¦s de que el ¨¢rbitro Al Ghandour evitara otro final m¨¢s feliz, pero en esa ocasi¨®n todos los lanzamientos asi¨¢ticos acabaron dentro.
Sud¨¢frica 2010 entra en los metros finales y qui¨¦n sabe si la culminaci¨®n del sue?o espa?ol necesita de otra exhibici¨®n de Casillas, como en el Mundial Sub 20, la Copa del Mundo 2002, la Eurocopa 2008 y hace unos d¨ªas contra Paraguay.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.