El Sevilla saca petr¨®leo en La Rosaleda

Los fallos defensivos del M¨¢laga, que ha encajado ocho goles en tres partidos, dieron una bocanada de ox¨ªgeno al Sevilla, y a su entrenador, Antonio ?lvarez, cuyo puesto estaba en entredicho tras un inicio de temporada que hac¨ªa pensar en un equipo que rema para evitar el ocaso. El M¨¢laga del jeque Al-Thani, que se estren¨® ayer en La Rosaleda, encaj¨® su segunda derrota en casa y confirm¨® que tiene mucho margen de mejora.

El Sevilla se mostr¨® timorato en el inicio del encuentro. La fama de torbellino atacante del M¨¢laga parec¨ªa pesar en el ¨¢nimo de los de ?lvarez, moralmente sacudidos por la eliminaci¨®n de la Champions y su mal arranque ante el PSG en la competici¨®n de consolaci¨®n que es la Liga Europa. Cuando los sevillanos estaban replegados en su medio campo, lleg¨® el primer tanto malaguista.

Del respeto, los sevillistas parecieron pasar durante unos minutos al miedo. El M¨¢laga presionaba con eficacia en el centro del campo, y trataba de resolver el encuentro con una serie de contragolpes precipitados y con balones altos que no encontraban destinatario. La ansiedad de los arietes de Jesualdo Ferreira se traslad¨® pronto a todas las l¨ªneas y el Sevilla supo aprovecharlo. Perotti llegaba con descaro por la banda izquierda, y provocaba un dolor de cabeza tras otro a Jes¨²s G¨¢mez. En una de esas internadas, el Sevilla, con un cabezazo de Alfaro, que cogi¨® la espalda con Mtiliga, igual¨® el encuentro.

El M¨¢laga no renunci¨® a su esp¨ªritu atacante. Palop, que no acus¨® la derrota ante el PSG del jueves, salv¨® un gol que ya cantaban todas las gargantas. En esto lleg¨® el segundo tanto del Sevilla. El gol, al filo del descanso, fue un mazazo. El acto final fue una sucesi¨®n de llegadas sin peligro del Sevilla mientras el M¨¢laga trataba, en vano, de hilar una jugada.