El Valencia recupera su esencia
Dos goles de Soldado y uno de Tino Costa premian al equipo de Emery ante el Rangers
Urgido por la necesidad, el Valencia recuper¨® todas sus esencias ante el Rangers: la elaboraci¨®n, la solidaridad y la paciencia. El juego por las alas, por supuesto. Y unas pizcas de individualismo, siempre imprescindibles ante rivales tan avaros como el escoc¨¦s. Joaqu¨ªn se llev¨® la ovaci¨®n de la noche tras una exhibici¨®n de quiebros como no se le recordaba en a?os. Banega mastic¨® a los adversarios en la primera parte y Soldado y Mata los pulverizaron en la segunda. La agresividad de este ¨²ltimo fue el punto justo para desequilibrar el encuentro. Y dejar al Valencia con muchas posibilidades de pasar a los octavos de final.
Unai Emery se dej¨® de experimentos y tir¨® con todo en una alineaci¨®n que admit¨ªa pocas disensiones. El Valencia jug¨® al l¨ªmite dentro de la exigencia de derribar un muro de nueve defensores. ?C¨®mo? Paciencia, lo primero. Tocar y tocar hasta que apareciera el espacio, bien con el pase preciso, bien con el desborde creador de superioridad num¨¦rica.
VALENCIA 3 - RANGERS 0
Valencia: C¨¦sar; Miguel, Navarro, Ricardo Costa, Mathieu; Joaqu¨ªn (Pablo, m. 84), Albelda, Banega (Tino Costa, m. 70), Mata; Aduriz y Soldado (Fernandes, m. 77). No utilizados: Moy¨¤; Bruno, Topal y Jordi Alba.
Rangers: McGregor; Broadfoot, Weir, Bougherra, Papac; MacCullollc; Whittaker, Davis, Edu (Lafferty, m 83), Naismith; y Miller. No utilizados: Alexander; Fleck, Foster, Little, Wylde y Hutton.
Goles: 1-0. M. 32. Soldado recoge un rechace tras un c¨®rner y marca ajustado al palo. 2-0. M. 71. Soldado, tras combinar con Mata. 3-0. M. 89. Tino Costa, a centro de Miguel.
?rbitro: Felix Brych (Alemania). Amonest¨® a Albelda y Tino Costa.
Unos 30.000 espectadores en Mestalla.
Hab¨ªa que buscar el uno contra uno y, en ese terreno, Joaqu¨ªn, enchufado, es el n¨²mero uno. El extremo gaditano encar¨® a los numerosos zagueros y se march¨® de ellos con una facilidad que record¨® a aquel Joaqu¨ªn del Mundial de Corea del Sur y Jap¨®n 2002. En una de sus internadas naci¨® el c¨®rner que dio origen al primer gol. Lo remat¨® con la izquierda Soldado y el bal¨®n se col¨® entre las manos de McGregor y las piernas de otros dos defensas. Premio a una primera parte notable del cuadro de Emery, llena de intensidad y buen gusto por un ataque elaborado, punzante y variado. Tras los palos de las dos ¨²ltimas semanas, el equipo de Emery se march¨® al descanso con la autoestima recobrada.
Gracias a que casi todos sus jugadores estuvieron en su mejor versi¨®n. Banega especialmente, impecable en todo lo que se le pide a un mediocentro de entidad: cambios de orientaci¨®n, pases interiores, ritmo en la circulaci¨®n del bal¨®n y... regates en zonas comprometidas que ven¨ªan muy bien para ir eliminando contrincantes. En ese esp¨ªritu de potrero, Banega retaba a los centrocampistas del Rangers: "Venid a por m¨ª, que os espero", parec¨ªa decirles, convencido de que iba a superarlos. Tan crecido se sinti¨® que, tras el primer gol de Soldado, regal¨® una rabona al escaso y esta vez s¨ª satisfecho p¨²blico de Mestalla. El mediocentro argentino, a su vez, se siente c¨®modo con la compa?¨ªa de Albelda a sus espaldas: le aporta rigor t¨¢ctico y experiencia a la hora de recuperar la pelota.
Al igual que en Ibrox Park, el Rangers abund¨® en esa idea tan mezquina de acumular gente por detr¨¢s del bal¨®n, alimentado por los resultados en este arranque de la Champions. Todos atr¨¢s menos el peque?o y habilidoso Miller, otra vez un gran incordio para los centrales valencianistas. Arropados estos por un Miguel poderoso. El lateral derecho portugu¨¦s es un futbolista indescifrable: desastroso el s¨¢bado ante el Zaragoza y sobrado anoche frente al Rangers.
El conjunto de Walter Smith tampoco cambi¨® su gui¨®n tras haber recibido el primer gol. Al menos, hasta bien entrada la segunda parte. A las ¨®rdenes de los desplazamientos de Banega, el Valencia sigui¨® gobernando el encuentro, en el campo del Rangers, convencido de que caer¨ªa el segundo gol. La diferencia t¨¦cnica era ahora muy manifiesta. Ahora que ten¨ªan la necesidad de crear, se les vio a los escoceses todas las carencias.
Apareci¨® Mata y sirvi¨® un pase precioso a la cabeza de Aduriz, que remat¨® esquinado. Lo salv¨® McGregor. Al Rangers le quedaba cazar alguna contra, aprovechando alg¨²n error defensivo. Como el de Miguel en la entrega que propici¨® el remate de Miller detenido por C¨¦sar.
Joaqu¨ªn roz¨® el gol ol¨ªmpico en dos ocasiones. Fue emocionante el despliegue defensivo de Soldado, bajando y subiendo cuando se lo requer¨ªan sus compa?eros. El problema para el Valencia fue que Banega empez¨® a emitir se?ales claras de agotamiento. De ah¨ª, el cambio por Tino Costa, plenamente justificado. Y oportuno, pues precedi¨® al tanto de la tranquilidad. Un bal¨®n robado por Soldado en el centro del campo, la pared con Mata y el disparo cruzado del delantero. La fiesta la complet¨® Tino Costa con un empalme al segundo palo a centro de Miguel. La recompensa para el generoso esfuerzo del Valencia, celebrado esta vez s¨ª por su exigente p¨²blico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.