Xabi Prieto, el inventor

Con uno basta. Con Xabi Prieto, basta. Y quiz¨¢s con Llorente, basta para que la Real Sociedad sume otros tres puntos en Anoeta (donde solo ha ganado el Real Madrid) ante un Racing que contrasta su alegr¨ªa ofensiva con su candidez defensiva. A saber: la Real de Lasarte juega con un solo delantero nato, Llorente (cuando jug¨® con dos se arrepinti¨® en p¨²blico). El Racing de Portugal juega con dos muy parecidos: Ariel y Rosenberg. Conclusi¨®n: quien m¨¢s y mejor ataca es la Real. Las razones son varias: el centro del campo del Racing es poco creativo, bastante previsible, muy lento con Diop y Colsa, f¨¢cil para dos lebreles como Rivas y Aranburu. Equilibrado el asunto, intervienen las otras l¨ªneas. Munitis est¨¢ para la pelea, Xabi Prieto para la construcci¨®n; Kennedy para sacar faltas y Griezmann para romper a la defensa. He ah¨ª la diferencia: un Racing est¨¢tico, previsible, mal defensor y una Real din¨¢mica, asentada y con un jefe natural.

Pasados apenas seis minutos, el jefe, el boss, se interna entre una nube de futbolistas del Racing, le da igual, ¨¦l sabe que tiene una puntera m¨¢gica y una bota bien anudada. Levanta la ceja y por el centro, por donde m¨¢s gente hay, adivina un hueco, una cueva que ¨¦l solo conoc¨ªa, y con un toque tan dulce como severo se la pone a Llorente, un killer, un tipo que huele el gol sobre todo si quien conduce el bal¨®n es el jeque, el jefe, o como se le quiera llamar.

Con eso gan¨® la Real. Con eso y con la solidez de una estructura aprendida y poco exigida por el Racing que es todo lo contrario: tiene un libro bien encuadernado pero da la sensaci¨®n de no haberlo le¨ªdo a conciencia. Jugar con dos delanteros a veces no basta, si no est¨¢n abastecidos. Y la fuente del Cacho del Racing anda escasa de agua.

Bien es verdad que la tuvo el argentino Ariel como la tuvo despu¨¦s Zurutuza. No hubo m¨¢s en la primera mitad. En la segunda, la tuvo Llorente, excesivamente lento, demasiados requiebros para su habilidad, y la hab¨ªa tenido Griezmann con un disparo seco que To?o, para eso le pagan, repeli¨® con agilidad y reflejos

Hubo muy poco m¨¢s. Casi nada m¨¢s que forcejeos, idas y vueltas sin ocasiones, con la Real sabiendo que un gol quiz¨¢s era suficiente. El gol de Llorente en realidad fue de Prieto, que se lo elev¨® con un toque subliminal que ning¨²n defensa supo leer. Llorente, s¨ª. Es lo que tiene inventar. Que casi nadie se lo espera.

Real Sociedad 1 - Racing 0