El Espanyol funde al Zaragoza

Regres¨® la mejor versi¨®n del Espanyol, con una circulaci¨®n del cuero deliciosa y el¨¦ctrica, con una presi¨®n avanzada de las de a¨²pa y un remate picante y certero. Poco le importaron las contrariedades que le present¨® el duelo -las tempraneras lesiones de M¨¢rquez y Osvaldo-; enchufado desde el inicio y con una suficiencia brutal que descompuso al Zaragoza, un harapo sin juego y descoyuntado. Se desploman los blanquillos, con mala pinta y poco tiempo para rehacerse; se encarama a lo alto el Espanyol, que tiene mucho f¨²tbol en sus pies.

Pochettino ha creado un equipo generoso y solidario. No se atiende a los antecedentes ni a la edad, sino que juega el mejor y no hay cabida para el lamento. Detalles que ejemplifican la madurez y la uni¨®n de este voraz Espanyol, con Europa ya en el entrecejo. Como que D¨ªdac, un lateral que a sus espaldas solo ten¨ªa un agujero, se haya convertido en un zaguero t¨¢ctico y de recorrido con la confianza del mister; como que Luis Garc¨ªa tire un penalti y los 10 jugadores de campo acudan al bander¨ªn de c¨®rner a celebrarlo. Todos a una. Como su juego. Una pelota para todos. Lo padeci¨® el Zaragoza, la ant¨ªtesis, con 20 jugadores de 12 nacionalidades distintas y con la ¨²nica propuesta de echar el candado atr¨¢s para tirar del improvisado contragolpe. Argumento insuficiente para desarticular al Espanyol, m¨¢s apuesto y mordaz.

No tiene remedio este Zaragoza, con el ¨²ltimo estertor al borde del pr¨®ximo aliento.sin refuerzos porque no hay dinero, con una zozobra que fustiga sin cesar y que no remite porque el presidente no se entiende ni con sus secuaces, ni con su afici¨®n, ni con su sombra, y con unos futbolistas tan desganados como incapaces, el equipo va a la deriva. Tampoco azuza ni reactiva Aguirre, genial motivador con las piezas equivocadas. En Cornell¨¤, el Zaragoza se amonton¨® cerca de su ¨¢rea y se fi¨® a las contras. Pero el rival le presion¨® arriba y provoc¨® pelotazos sin sentido, forzados, a los pies blanquiazules. Ah¨ª se guillotin¨® el Zaragoza.

El Espanyol removi¨® el bal¨®n con precisi¨®n. De lado a lado. Sin apuros. Amat y V¨ªctor Ruiz enlazaban con la segunda l¨ªnea, de ah¨ª al costado y cambio de orientaci¨®n. Sin fallos. Como ese desplazamiento de Callej¨®n que fue a pies de Sergio Garc¨ªa y que finaliz¨® con un pase interior que Luis Garc¨ªa no meti¨® de chiripa. O como ese centro por detr¨¢s de la defensa al que acudi¨® Osvaldo para peinarlo a gol. Puro f¨²tbol. Expresado por Callej¨®n, jugador de toque, explosi¨®n y requiebro. Se la hizo a Diogo, que le tumb¨® dentro del ¨¢rea y el penalti lo transform¨® Luis Garc¨ªa. Dos a cero.

Sali¨® ?lvaro por Osvaldo para cazar un pase al hueco, rematar al ¨¢ngulo opuesto y anotar el tercero. El Zaragoza no ofreci¨® una alternativa y el Espanyol baj¨® el list¨®n. No hab¨ªa partido, por lo que se guard¨® la pelota, la reparti¨® con tino pero con un ¨¢pice de pesadumbre, y prob¨® alg¨²n disparo que no enfil¨® la porter¨ªa de Leo Franco, como ese chut ajustado de Verd¨² o ese palo de ?lvaro. Hasta que otro hurto -un pase atr¨¢s hacia el portero- en el ¨¢rea chica acab¨® en la asociaci¨®n de los Garc¨ªa, de Luis a Sergio, para firmar la cuarta diana. El Zaragoza se content¨® con dos remates (Gabi y Paredes) que Kameni desbarat¨®. Punto y final. Un equipo devor¨® al otro. Jug¨® con ¨¦l.

Espanyol 4 - Zaragoza 0