Excitaci¨®n en El Sardinero

El partido era un reto de supervivencia para Manolo Preciado, el t¨¦cnico del Sporting, y acab¨® convirti¨¦ndose en un debate psicol¨®gico para Miguel ?ngel Portugal, el t¨¦cnico del Racing. El empate dej¨® clara una cosa en el conjunto asturiano: que es un equipo a muerte con su entrenador. Solo as¨ª se entiende el destajismo de un colectivo que se dej¨® litros y litros de sudor en El Sardinero y que tuvo que esperar al minuto 90, al ¨²ltimo soplido, para igualar el gol que se hab¨ªa introducido en propia puerta el central Gregory en una desafortunada acci¨®n.

Un gol que se le indigest¨® a un Racing que dej¨® se?ales de vagancia mental, como confiando en la ruleta de la fortuna o en la t¨®mbola del infortunio sportinguista. El conjunto de Preciado le rob¨® el bal¨®n desde el primer minuto, se adue?¨® del campo y le meti¨® la quinta velocidad a un encuentro pleno de sobreexcitaci¨®n. El poco ¨¢nimo del Racing se extingui¨® cuando Gregory empuj¨® el bal¨®n a su porter¨ªa tras un libre indirecto de Francis. Quiz¨¢s no se lo cre¨ªa porque, salvo esa acci¨®n, la primera mitad le hab¨ªa dejado un disparo al poste de Iv¨¢n Bolado y un agobio permanente del rival, mal finalizado por el bullicioso Barral, tan encomiable en el trabajo como poco resolutivo en el remate.

Tanto asumi¨® su inferioridad el Racing que en la segunda mitad dio media docena de pasos atr¨¢s y se enmadej¨® en su ¨¢rea esperando las contras que favorec¨ªa un Sporting a tumba abierta. Y la tumba se abri¨® en un mano a mano de Adri¨¢n con Cu¨¦llar que el portero salv¨® con los pies. Y la tumba se cerr¨® despu¨¦s en otra jugada calcada de Cristian resuelta de igual manera. Y en otra de Adri¨¢n por el otro costado.

La radiograf¨ªa del partido era como un electrocardiograma. El Sporting, suicida, y el Racing, en el sof¨¢. Y como los perdones se pagan el gol del Sporting lleg¨® en el ¨²ltimo minuto del tiempo oficial del partido, con cuatro de prolongaci¨®n por disputarse. Incluso entonces, los de Preciado mantuvieron su ambici¨®n, mientras el Racing daba la sensaci¨®n de asumir un resultado que le parec¨ªa un mal menor. Le faltaba al Racing un div¨¢n para explicarse las viejas preguntas: ?qui¨¦nes somos?, ?de d¨®nde venimos?, ?ad¨®nde vamos?

Al Racing le falta una sesi¨®n de div¨¢n y al Sporting un delantero centro. Tiene tipos batalladores (Barral o Castro), pero necesita una puntera m¨¢s fina para encontrar oro en el cedazo de sudor que trajina en el campo. Portugal apost¨® por Iv¨¢n Bolado, como acompa?ante de Rosenberg, y el chico result¨® m¨¢s peligroso que el delantero noruego. El empate aplaza la crisis de ambos, pero al Sporting le supo a victoria por las penalidades que super¨®.

Racing 1 - Sporting 1