El Zaragoza emerge en la niebla

Fue un duelo a ciegas, un partido entre la bruma -desde un fondo, costaba vislumbrar la porter¨ªa contraria-, que se llev¨® el Zaragoza y que desacredit¨® al Levante, sin juego ni recursos. La niebla, en cualquier caso, enmascaraba las carencias, el f¨²tbol, y proteg¨ªa a la piller¨ªa, como las patadas a destiempo o los agarrones.

Los disparos lejanos eran veneno porque al portero le costaba horrores enfocar el bal¨®n. Lo prob¨® Jord¨¢, que lanz¨® desde la medular sin ¨¦xito. Y entre tanto guirigay, propio de la novedad, Gabi se las ingeni¨® para realizar una jugada individual, desde el eje del campo hasta el ¨¢rea, que acab¨® en gol. Nadie le vio. O eso pareci¨®. En 40 metros solo se top¨® con Robust¨¦.

Aclarada un tanto la neblina, el Levante -sin Caicedo, con fiebre- malogr¨® en pies de Valdo una gran ocasi¨®n con un remate a las nubes a la salida de una falta. Replicaron Gabi, Sinama y Bertolo sin fortuna. Y el Levante, exigido por el ¨¢rbitro -le anul¨® un saque r¨¢pido de falta y gol porque estaba enfrascado en una discusi¨®n con Leo Franco-, se mete en el lodazal. Justo por donde se asoma el Zaragoza.

Zaragoza 1 - Levante 0