Y Gurbindo explot¨®
El espa?ol solt¨® al fin el brazo contra Islandia y llega lanzado a la fase final
Por fin se solt¨®. Eduardo Gurbindo hab¨ªa llegado a la selecci¨®n espa?ola de balonmano el 10 de junio de 2009 en un partido de clasificaci¨®n para el Europeo que Espa?a gan¨® en Chipre. Estaba ah¨ª, agazapado, m¨¢s pendiente de ayudar a los dem¨¢s a resolver los partidos que de ser el brazo ejecutor. Sin embargo, en el partido contra Islandia, el que decid¨ªa si Espa?a entraba o no en las semifinales del Mundial de Suecia, este navarro de 23 a?os explot¨®. Solt¨® el brazo, tir¨® a puerta con una potencia que no se le hab¨ªa visto hasta entonces y marc¨® cinco goles con un solo error de lanzamiento. Un balance incre¨ªble en un momento tan trascendental para una selecci¨®n espa?ola que el viernes se jugar¨¢ la semifinal ante Dinamarca.
Ahora, Gurbindo es otro. Parece haber dejado atr¨¢s todo el lastre que arrastraba y se siente con capacidad para ofrecer mucho m¨¢s al equipo de Valero Rivera. "Una primera parte como la que jugamos contra Islandia ser¨¢ dif¨ªcil de olvidar", confiesa el lateral derecho de la selecci¨®n. "Le marcamos 20 goles a Islandia y nos meti¨® solo 10. Eso significa que hicimos las cosas muy bien tanto en ataque como en defensa. Personalmente, me sent¨ª mucho m¨¢s c¨®modo en esta primera parte. Creo que fue uno de los partidos m¨¢s completos de mi vida. Miedo nunca tuve, pero tal vez me faltaba esta punta de confianza que ayer convert¨ªa en f¨¢ciles cosas que otros d¨ªas me hab¨ªan parecido imposibles". Gurbindo fue una de las piezas importantes que permiti¨® que Espa?a se mostrara como una de las selecciones m¨¢s fuertes y entrara en las semifinales por la puerta grande, con un triunfo incuestionable y sin conocer la derrota.
"Sin embargo, no podemos caer en la euforia", reflexiona Gurbindo. "Estamos en semifinales, pero hay que seguir. No nos conformamos con eso, todo el equipo quiere este plus que supone ganar una medalla y estar en la final. Nuestro primer objetivo es la medalla, pero todos vemos que tenemos muchas opciones de estar en la final. Y hay que aprovecharlo". Gurbindo no sab¨ªa todav¨ªa si el pen¨²ltimo rival ser¨ªa Dinamarca o Suecia. "Pero me da lo mismo. Los dos equipos juegan de forma muy parecida, con defensas muy cerradas, un buen pivote y con lanzadores de peso. No me dan ning¨²n miedo especial. Sabemos c¨®mo juegan, les conocemos muy bien".
Su juego ha dado un vuelco similar al que dio su vida cuando decidi¨® dejar el f¨²tbol por el balonmano y afiliarse al equipo del colegio Loyola, aupado por el ex jugador de la Liga Asolbal Alfredo Mayoral. "Me gust¨® y me dijeron que siendo zurdo pod¨ªa tener mucho recorrido". Zupo Equisoa¨ªn le tuvo en el Portland, pero no ten¨ªa un puesto para ¨¦l en el equipo y le mand¨® a Torrevieja con Manolo Laguna. "Aquella etapa fue clave", confiesa ahora Gurbindo. "All¨ª aprend¨ª los cimientos de este deporte y, por primera vez, tuve que sacarme las casta?as del fuego. Estaba solo y espabil¨¦". A los 15 a?os hab¨ªa tenido ya una llamada de Juan Carlos Pastor para llevarle al Valladolid, pero no acept¨® la oferta. En cambio, tras dos a?os en Torrevieja, decidi¨® que hab¨ªa llegado el momento de dar el salto. "En Valladolid me siento muy c¨®modo".
Su evoluci¨®n fue tan sorprendente, que Valero Rivera le llam¨® a la selecci¨®n el verano de 2009, cuando ¨¦l ten¨ªa ya los billetes para irse de vacaciones a Argentina. "No me import¨® cancelarlo", asegura. "Fue otro paso en mi carrera. Y creo que estar en este equipo, con nombres tan grandes del balonmano me ha empujado a crecer. Me siento m¨¢s fuerte, m¨¢s jugador. Y creo que nos est¨¢ ocurriendo a muchos del equipo. Estamos defendiendo tan bien que eso nos impulsa a arriesgar m¨¢s en ataque. Tenemos confianza y vamos a por la medalla".
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