'Aussie Kim'

El t¨ªtulo (3-6, 6-3 y 6-3) fue para la belga Kim Clijsters. El p¨²blico para la china Na Li, que primero atrajo hasta la pista Rod Laver a una multitud de compatriotas dispuestos a ver c¨®mo ganaba el primer t¨ªtulo grande para China, y luego se meti¨® al resto de gente en el bolsillo: "El hombre de amarillo es mi marido. Cari?o, no importa si est¨¢s gordo o delgado, te quiero y siempre lo har¨¦", dijo ante las caras asombradas y las risotadas del gent¨ªo.

Quiz¨¢s espoleada por eso, dispuesta a responder como hab¨ªa respondido a un partido empinado, loco y duro (13 roturas intercambiadas, 29 bolas de break sumadas), Clijsters, durante a?os la novia de Australia, tan querida y observada durante su romance con Lleyton Hewitt, no se quiso quedar atr¨¢s. "He ganado aqu¨ª. Ahora, s¨ª", dijo; "pod¨¦is llamarme Aussie Kim".

La china fue la primera en dejar su tarjeta de visita. Incapacitada de inicio (perdi¨® los ocho primeros puntos), hizo suya la manga inicial jugando igual que su ¨ªdolo, el estadounidense Andre Agassi. La elecci¨®n de ese tenista como su preferido, sin embargo, cuenta algo m¨¢s de la tenista que sus preferencias por el juego de fondo. Habla de una personalidad sorprendente, chispeante y bromista. "Cuando era muy joven, vi a Agassi en la televisi¨®n. En China, si un hombre lleva el pelo largo quiere decir que es un malote. Luego vi que llevaba un pendiente en la oreja. En China, eso es algo imposible para un hombre. Se mov¨ªa como una mariposa, libre y concentrado. Le vi, y pens¨¦: 'Me gusta mucho".

Durante largos tramos del partido, la china no fue mariposa, sino molesta avispa de afilado aguij¨®n, capaz de dominar a la belga desde el fondo de la pista. "Li, ?Jia You! (?Vamos Li!)", le gritaba el p¨²blico, una marea roja agitando banderas de China. "?Zh?nggu¨®, Jia You! (?Vamos China!)", coreaba el gent¨ªo. "?Zhongguoren!", rug¨ªa, mientras su tenista tiraba con plomo. Clijsters, sin embargo, impuso la consistencia frente al arrebato: firm¨® 26 errores no forzados por 40 de su rival.

Para la belga es el cuarto t¨ªtulo del Grand Slam, segundo seguido y primero fuera de Estados Unidos. Desde que volvi¨® de su retirada, tiempo que ocup¨® en ser madre, ha vencido tres de los cinco grandes que ha disputado. Desde el lunes es la n¨²mero dos del mundo. Da igual lo que diga la lista: es la nueva reina del tenis femenino.