El Caja Laboral tumba al coloso griego

Ni rastro de inconsistencia o desajuste defensivo. El Caja Laboral sac¨® el orgullo y la dinamita para derrotar a todo un cl¨¢sico del baloncesto como el Panathinaikos. Era una exigente prueba que los de Ivanovic superaron con nota y que les dota de un gran bal¨®n de ox¨ªgeno en la Euroliga.

El Caja Laboral sali¨® a luchar con el orgullo que le hab¨ªa reclamado Ivanovic d¨ªas antes y dispuesto a cerrarse bajo siete llaves defensivamente. Antes del descanso, ambos equipos milimetraron los gestos propios y los del contrario para dejar poco o nada al azar. El d¨²o San Emeterio-Teletovic ofreci¨® su m¨¢s contundente versi¨®n mientras la constelaci¨®n de estrellas del coloso griego pod¨ªa limitarse a jugar casi de memoria gracias a lo bien repartidos que tienen sus papeles. Los solistas Tsartaris, Diamantidis y Nicholas desbarataron, desde el juego interior, los m¨¢s elaborados planes vitorianos hasta que un martilleo fino y constante de un brillant¨ªsimo Batista y el certero Teletovic logr¨® rentas de hasta ocho puntos de ventajas para la escuadra vitoriana.

Los dos primeros cuartos discurrieron como en el juego del gato y el rat¨®n, pero el Caja Laboral hab¨ªa tomado la iniciativa y eso le daba al menos una cierta ventaja moral sobre los polivalentes hombres de Zeljko Obradovic.

Tras el descanso, el Panathinaikos logr¨® ponerse por delante en el marcador solo fugazmente tras el castigo infligido por Batiste a la escuadra vitoriana. Aunque el peligro siempre estuvo ah¨ª, ante un equipo que ha sido cinco veces campe¨®n de Europa, los vitorianos alcanzaron una ventaja de 13 puntos gracias a la abracadabrante entrada en escena de Ribas (62-49). Las remontadas griegas llegaban con aparente facilidad, pero la incapacidad de hallar resquicios en el muro defensivo vitoriano era evidente.