Ricc¨°, a punto de morir
El ciclista italiano "se salv¨® por los pelos" en un hospital tras practicarse una autotransfusi¨®n sangu¨ªnea casera
El 11 de enero, Riccardo Ricc¨°, uno de los ciclistas m¨¢s espectaculares que se conoce, declar¨® que en mayo volver¨ªa al Giro, que volver¨ªa para ganarlo, que volver¨ªa para demostrar que sin dopaje es igual de bueno.
Menos de un mes despu¨¦s, al alba del 6 de febrero, el domingo pasado, Ricc¨°, de 27 a?os, ingresaba de urgencia en un hospital de Pavullo, ciudad vecina a M¨®dena, en el coraz¨®n de los Apeninos. "Sali¨® a entrenarse esa tarde y ya se quejaba antes de hacerlo", explic¨® a los m¨¦dicos y la prensa su padre, Rubino, "y volvi¨® con fiebre y dolores abdominales. Como por la noche sigui¨® subi¨¦ndole la fiebre, hasta 41 grados, le llev¨¦ al hospital". El m¨¦dico de urgencias de Pavullo lo vio tan grave —"cr¨ªtico", declar¨®— que le envi¨® a su vez a un hospital reci¨¦n inaugurado en M¨®dena que cuenta con unidad de reanimaci¨®n. "Sufr¨ªa un fallo renal y una embolia pulmonar", a?adi¨® el padre; "se salv¨® por los pelos".
Al m¨¦dico de guardia de Pavullo le hab¨ªa confesado Ricc¨° que la causa de su mal era probablemente una bolsa de sangre que la tarde anterior se hab¨ªa reinfundido ¨¦l mismo en su casa. "Me la saqu¨¦ yo mismo tambi¨¦n hace 25 d¨ªas y la ten¨ªa en la nevera. Me la inyect¨¦ en presencia de mi esposa", le dijo: "seguramente estaba en mal estado".
Esto se sabe porque as¨ª se lo dijo el mismo m¨¦dico a la fiscal¨ªa de M¨®dena, en la que enseguida hab¨ªa puesto una denuncia. As¨ª lo confirm¨® ayer el fiscal de la ciudad del vinagre y el Ferrari, quien espera el momento mejor para interrogar al corredor.
Como mostr¨® en 2006 la Operaci¨®n Puerto, las autotransfusiones sangu¨ªneas, indetectables en los controles, son el m¨¦todo de dopaje m¨¢s usado en deportes de resistencia. Ahora, la Operaci¨®n Galgo muestra c¨®mo las autotransfusiones se practican sin control m¨¦dico.
Seg¨²n la ley antidopaje italiana, Ricc¨°, que sigue hospitalizado —el ¨²ltimo parte m¨¦dico mantiene un pron¨®stico reservado—, podr¨ªa ser condenado a una pena de c¨¢rcel de hasta tres a?os. Seg¨²n las leyes deportivas —el CONI le abri¨® expediente disciplinario por dopaje—, Ricc¨°, que ten¨ªa previsto correr a partir de hoy el Tour del Mediterr¨¢neo con su equipo, el Vacansoleil, de Holanda, podr¨ªa ser sancionado a perpetuidad al tratarse de su segundo caso de dopaje: en abril de 2010 regres¨® al ciclismo tras cumplir una sanci¨®n de 20 meses por un positivo por EPO-Cera en el Tour de 2008, en el que hab¨ªa asombrado ganando espectacularmente dos etapas de monta?a. Un par de meses antes, Ricc¨°, escalador ligero y explosivo, un Marco Pantani redivivo, hab¨ªa sido el rival m¨¢s duro de Alberto Contador en el Giro, que termin¨® segundo tras el de Pinto.
Despu¨¦s de un 2010 en el purgatorio e inevitablemente marcado por m¨¢s esc¨¢ndalos —el positivo por EPO de su novia, Vania Rossi, tambi¨¦n ciclista y madre de su hijo, al que puso Alberto en honor de Contador—, Ricc¨° reaccion¨® abandonando el hogar, huyendo a Sicilia. Tambi¨¦n fue detenido e imputado su cu?ado, el tambi¨¦n ciclista Enrico Rossi, implicado en una trama de dopaje.
Arrepentido formalmente, Ricc¨° hab¨ªa logrado la absoluci¨®n de los organizadores, que, esclavos de las apariencias, le hab¨ªan garantizado una plaza en el Giro y el Tour siempre que se aviniera a un cambio de imagen. De rehacer su virginidad se iba a encargar Aldo Sassi, el preparador que rehabilit¨® a Ivan Basso. Apenas pudo, sin embargo, trabajar con Sassi, muerto de c¨¢ncer en diciembre.
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