San Paolo no asusta al Villarreal
En un ejercicio muy serio, el cuadro de Garrido enfr¨ªa la caldera del N¨¢poles
La caldera de San Paolo no asust¨® al Villarreal, convenci¨¦ndose poco a poco de su superioridad. Tiene m¨¢s recursos el conjunto de Garrido, que recuper¨® para la causa a un Nilmar dimitido en las ¨²ltimas citas. Resurgi¨® el punta brasile?o en una notable segunda parte en la que los defensas napolitanos fueron plegando velas porque no supieron c¨®mo pararlo. Ubicuo a su vez Borja Valero, dispuso el centrocampista espa?ol de un par de remates sin encontrar las redes de De Sanctis. Tras dos derrotas inesperadas en la Liga, el conjunto amarillo limpi¨® su nombre en un ejercicio de profesionalismo sin m¨¢cula y abriga as¨ª muchas esperanzas para la vuelta del pr¨®ximo jueves en El Madrigal. El N¨¢poles no fue tan feroz como lo pintaba su gran campa?a en la Liga italiana. Fue m¨¢s bien un desatino de equipo en el aspecto creativo, muy dependiente de dos delanteros especiales, Lavezzi y Cavani, capaces de revertir cualquier encuentro con una genialidad.
N?POLES 0 -VILLARREAL 0
N¨¢poles: Sanctis, Maggio, Campagnaro, Cribari, Aronica; Yebda (Spazienza, m.68), Gargano (Sosa, m.78), Mascara (Hamsik, m.60), Lavezzi, Dossena y Cavani.
Villarreal: Diego L¨®pez, Mario, Musacchio, Gonzalo; Bruno, Senna (Marchena, m.60), Cazorla (Catal¨¢, m.87), Borja Valero; Nilmar y Rossi (Marco Ruben, m.77).
?rbitro: Mark Clattenburg (ENG). Amonest¨® por el N¨¢poles a Dossena y Cribari, y por el Villarreal a Capdevila, Marchena y Gonzalo. Espuls¨® al local Aronica, por doble amonestaci¨®n, en el tiempo de prolongaci¨®n.
Incidencias: partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, disputado en el estadio San Paolo ante 45.000 espectadores.
?Qu¨¦ dos estilos m¨¢s distintos! Bramaba San Paolo cuando el bal¨®n se dirig¨ªa a Maggio, un velocista por la orilla derecha, internacional con Italia. Al N¨¢poles le gusta correr y correr y si puede ser por la banda derecha, mejor. A trav¨¦s de pelotazos directos, sin apenas atajos. El hincha napolitano le exige a su equipo que ataque sin dilaciones. El Villarreal, en cambio, prefiere explorar el terreno palmo a palmo. No le importa que el tiempo pase con tal de que el bal¨®n est¨¦ a su lado. Para eso necesita que sus dos volantes m¨¢s t¨¦cnicos, Cazorla y Borja Valero, conecten permanentemente con sus delanteros, Rossi y Nilmar, lo que apenas sucedi¨® en la primera parte, m¨¢s preocupados los dos primeros por defenderse que por atacar. Obligados porque el N¨¢poles cargaba todo su ataque por las alas. Y tambi¨¦n porque Rossi se sinti¨® demasiado solo arriba, abandonado inicialmente por Nilmar.
Al Villarreal se le hizo muy largo el campo, con la duda de si un ataque decidido le llevar¨ªa a la ruina ante un rival tan dise?ado para la contra. Bienvenido Senna, que ven¨ªa de una larga ausencia por lesi¨®n, le dio consistencia al conjunto amarillo junto al siempre fiable Bruno.
Al cuarto de hora de la segunda parte, Senna volvi¨® a pedir en¨¦rgicamente el cambio. La edad, 34 a?os, no perdona y su musculatura le pide demasiados descansos. Nilmar entr¨® finalmente en la refriega con una soberbia arrancada, sorteando a cuantos adversarios azules le sal¨ªan al paso hasta que Aronica lo par¨® por las bravas en la primera amarilla del defensor local.
Mazzarri recurri¨® a Hamsik, sacrificado en la primera parte, pero el volante eslovaco tampoco le dio finura a un N¨¢poles muy desastrado en los pases. Solo los chispazos de Lavezzi y Cavani amenazaban la tranquilidad amarilla. El Villarreal, a su vez, empez¨® a encontrar m¨¢s espacios. La entrada de Marco Ruben por un Rossi gripado reaviv¨® los ataques castellonenses. Y facilit¨® la expulsi¨®n de uno de los tres centrales azules, Aronica. Era el minuto 93 y ambos, exhaustos, se alegraron del pitido final.
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