El golf tiene un nuevo rey

Cuando el gato no est¨¢, los ratones bailan. Es lo que sucede ahora en el mundo en el golf. Con el rey en horas m¨¢s que bajas, un Tiger Woods que ya no es ni n¨²mero uno, ni n¨²mero dos, que ni siquiera ya da miedo, los codazos y las luchas por sentarse en el trono, aunque sea unas semanas, se suceden. Lo que antes era territorio prohibido ahora se ha convertido en frecuente zona de paso.

Primero fueros las amenazas. Woods aguant¨® el t¨ªtulo cuando Phil Mickelson tuvo varias oportunidades de llevarse el laurel, e incluso Sergio Garc¨ªa, ahora en una situaci¨®n m¨¢s precaria, tuvo alguna posibilidad matem¨¢tica de ser reconocido como el mejor en la clasificaci¨®n mundial. Pero luego llegaron los golpes de verdad. A finales de octubre pasado, el ingl¨¦s Lee Westwood pas¨® a ser el n¨²mero uno. El honor le ha durado menos de cuatro meses. Desde ma?ana lunes, el poder cambiar¨¢ de manos y ser¨¢ investido el alem¨¢n Martin Kaymer. Enrachado como est¨¢, y ya un ganador de un grande a los 26 a?os, el Campeonato de la PGA del curso pasado, Kaymer lleg¨® anoche al ¨²ltimo escal¨®n despu¨¦s de acceder a la final del Mundial Match Play que se est¨¢ disputando en Arizona. Primero dej¨® en cuartos a Miguel ?ngel Jim¨¦nez, el malague?o que a los 47 a?os igual¨® as¨ª su mejor resultado en el torneo, y luego, en el mismo d¨ªa, a Bubba Watson, ambos encuentros con ventaja de un hoyo. Hoy se enfrentar¨¢ en la final (Canal + Golf) a Luke Donald en busca de celebrar con el t¨ªtulo su nueva condici¨®n de nuevo n¨²mero mundial. Y de convertirse de paso en el ganador m¨¢s joven de la competici¨®n, puesto que Woods lo conquist¨® con 27 a?os en 2003.

Kaymer es la nueva cara del golf. Fino, elegante, seguro, concentrado, con un enorme talento y con mucho camino por delante. Es, adem¨¢s, el segundo alem¨¢n en ser n¨²mero uno del mundo, despu¨¦s de las tres semanas que pas¨® en el cargo Bernhard Langer en 1986. "Me har¨¦ una foto de este momento. Es un gran orgullo para m¨ª y para mi familia", coment¨® ayer el flamante finalista. Con ¨¦l puede haber n¨²mero uno para rato.