Los futbolistas pacifican al Madrid
El equipo madridista, fresco, alegre y con punter¨ªa, apabulla a un M¨¢laga con suplentes que no present¨® oposici¨®n
A Manuel Pellegrini nunca le fueron los truenos. Siempre se mostr¨® como un t¨¦cnico muy racional y en Chamart¨ªn, donde se vend¨ªa el morbo de su vuelta, el chileno pas¨® p¨¢gina a costa de una zurra considerable. "Un tr¨¢mite", dijo el t¨¦cnico tras encajar un 7-0. Pen¨²ltimo en la clasificaci¨®n, su batalla es otra. Con Osasuna el pr¨®ximo domingo, por ejemplo. As¨ª que al igual que otros entrenadores reprochados por Mourinho por sus supuestas rebajas en las alineaciones ante el Bar?a, el ingeniero, como en su d¨ªa Preciado ante el Bar?a, dio un respiro a algunos de sus mejores futbolistas, casos de Apo?o, Recio y Rond¨®n. Los tres fueron titulares 72 horas antes frente al Almer¨ªa. En M¨¢laga, nadie denunci¨® una conjura televisiva. El club se resign¨® ante el maldito calendario y apenas compiti¨® en el Bernab¨¦u, una etapa alpina para los malaguistas. En tales circunstancias y ante el equipo m¨¢s goleado del campeonato, el guion estaba escrito. El equipo de Mourinho hizo sangre con su adversario, que pas¨® un calvario.
REAL MADRID 7 - M?LAGA 0
Real Madrid: Casillas; S. Ramos, Albiol, Carvalho, Marcelo; Lass, Xabi Alonso (Gago, m. 55); Di Mar¨ªa (Adebayor, m. 55), ?zil (Canales, m. 62), Cristiano; y Benzema. No utilizados: Dudek; Arbeloa, Granero y Kak¨¢.
M¨¢laga: Caballero; Gaspar, Demichelis (Kris, m. 63), Weligton, M. Torres; S. Silva, Camacho; Quincy (Cala, m. 68), Fernando, Eliseu; y Juanmi (Sebas, m. 63). No utilizados: Arnau; Maresca, Apo?o y Rond¨®n.
Goles: 1-0. M. 26. Benzema. 2-0. M. 35. Di Mar¨ªa. 3-0. M. 44. Marcelo. 4-0. M. 50. Cristiano. 5-0. M. 61. Benzema. 6-0. M. 67. Cristiano, de penalti. 7-0. M. 76. Cristiano.
?rbitro: P¨¦rez Lasa. Expuls¨® a Gaspar (m. 66) por doble amarilla. Tambi¨¦n amonest¨® a Eliseu, Lass y Demichelis.
51.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
En Chamart¨ªn solo hubo un partido, el que quiso el Madrid, que hasta tuvo tiempo para el recreo durante todo el segundo tiempo. Un periodo para que Adebayor progresara en su adaptaci¨®n, para que Gago se probara ante el partido del domingo en Santander -Khedira y Lass est¨¢n sancionados- y para que Canales saliera por fin de las mazmorras. Para entonces, cuando a¨²n faltaba media hora, el encuentro estaba liquidado. La superioridad del Madrid era abrumadora.
Con Xabi Alonso al mando y ?zil con el comp¨¢s, cada llegada al ¨¢rea de Caballero era el anticipo de un gol. Ya fuera por aceleraci¨®n o a bal¨®n parado. Por una vez, Cristiano concedi¨® a algunos compa?eros la ejecuci¨®n de las faltas. En las dos primeras lanzadas por Xabi Alonso hizo diana Benzema. Una se le anul¨® por fuera de juego; en la segunda, el franc¨¦s marc¨® con sutil remate con el empeine exterior del pie derecho. Una soluci¨®n imaginativa para cerrar una jugada que retrat¨® al parvulario sistema defensivo del grupo de Pellegrini.
En la l¨ªnea defensiva del M¨¢laga todos tiraron el fuera de juego, salvo Manu Torres, que se qued¨® tieso y legitim¨® a toda la tropa madridista. No fue el primer desliz defensivo, ni mucho menos. May¨²sculo fue el de Gaspar, que estaba de cierre en el medio campo cuando peg¨® una patada al viento. Di Mar¨ªa lleg¨® como un tiro ante Caballero y le venci¨® con mucha clase, sin el pulso alterado. Justo antes, ?zil, que tambi¨¦n tiene un repertorio excelente en las faltas, estrell¨® la pelota en la escuadra.
No hab¨ªa ant¨ªdoto para el Madrid, que ten¨ªa todos los pasillos abiertos, sobre todo el de Marcelo, que jug¨® en campo contrario e hizo una escabechina tras otra. Un fest¨ªn para los jugadores del Madrid, a los que les viene muy bien el sosiego en el campo, darse un masaje con gusto que alivie las tensiones que le provocan en las salas de prensa. Se lo concedi¨® ante el M¨¢laga, al que le sobr¨® todo el segundo periodo.
Para colmo del M¨¢laga, se top¨® encima con Cristiano, para el que no hay verbenas. Y menos tras cuatro partidos de sequ¨ªa. Rachas aparte, el portugu¨¦s suele ser implacable. Desatado, uno tras otro, CR encaden¨® tres goles. ?l, como Messi, no quiere descansos. Sin f¨²tbol se ven desamparados. No aceptan rotar ni en las pachangas. Solo se frenan por alg¨²n contratiempo. Le ocurri¨® a Cristiano, que sinti¨® molestias al marcar el s¨¦ptimo tras una asistencia de Canales. Pidi¨® el relevo, pero ya era tarde, porque Mourinho hab¨ªa dado descanso a Alonso, ?zil y Di Mar¨ªa. El delantero se fue directo a la enfermer¨ªa. Poco importaba ya que restara un cuarto de hora. Fueron los primeros minutos que se ha perdido en Liga despu¨¦s de 26 partidos. Un atleta sublime.
Con CR precavido por una vez, el Madrid sell¨® un partido que se le hizo largu¨ªsimo a un rival que lleg¨® reventado. Con poco dep¨®sito para medirse a un equipo que cuando levanta el mazo es terrible. En casa no da respiro y con frescura, energ¨ªa y mucho talento puede resultar demoledor. Lo comprob¨® el equipo de Pellegrini, ya de vuelta a su liga.
Y lo disfrut¨® el madridismo. Y seguramente Mourinho, aunque por una vez hizo la estatua en cada gol. Con el gesto avinagrado, ni un festejo.
![Cristiano Ronaldo celebra su segundo gol contra el M¨¢laga.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/R2HL57OFSA2UH5EWX3WLTZU6FE.jpg?auth=ed779c41549d61c18adddeea78bab331f0afd9ef13e86a2dea644d7d0611499c&width=414)
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