Un dobles entre tinieblas

Durante casi 10 minutos, el pabell¨®n Spiroudome de Charleroi se qued¨® sin la mitad de sus luces. El partido de dobles que enfrentaba a Fernando Verdasco y Feliciano L¨®pez contra Steve Darcis y Olivier Rochus (7-6, 6-4 y 6-3 para la pareja espa?ola, que firm¨® as¨ª el 0-3 ante B¨¦lgica en la primera ronda de la Copa Davis) debi¨® ser interrumpido. Sobre el par¨®n, vivido con incredulidad por el banquillo espa?ol, sobrevolaron las reivindicaciones de Rafael Nadal, el n¨²mero uno del mundo, que pide una refundaci¨®n de la Copa Davis. Entre los muchos puntos a discutir, seg¨²n los jugadores, tambi¨¦n est¨¢ el de los estadios: la federaci¨®n espa?ola y sus tenistas vieron con malos ojos que tres de los 10 mejores del planeta fueran citados en un pabell¨®n como el de Charleroi, liliputiense (6.300 espectadores), y, por lo que se vio, con problemas de luces.

A Espa?a le espera ahora el vencedor del Chile-Estados Unidos (1-1 tras la primera jornada), en los dos casos como visitante. Esto es lo que observ¨® ayer Albert Costa, el seleccionador espa?ol, mientras ve¨ªa el partido y quiz¨¢s meditaba sobre a qui¨¦n alistar¨¢ en la siguiente convocatoria. A L¨®pez, reputado sacador zurdo, sufriendo en su primer servicio (tres bolas de break salvadas). A Verdasco sosteniendo al equipo con sus restos, lanzado por las buen¨ªsimas sensaciones logradas durante su partido individual del viernes. A la grada un poco m¨¢s encendida que el viernes ("Allez les belges!")...y a su hom¨®logo belga, Reginald Willems, pensando m¨¢s en los homenajes y los premios que en la eliminatoria. El seleccionador local decidi¨® sentar a Xavier Malisse y hacer jugar a Darcis. El mensaje fue de una claridad meridiana: al romper la pareja Malisse-Rochus, campeona de Roland Garros 2005, Willems dio la discusi¨®n por terminada.

Rochus, sin embargo, nunca se dio por enterado. El peque?o belga, dolido en el orgullo tras so?ar con jugar los individuales y ser desplazado por un desconocido, Ruben Bemelmans, hizo mucho y bueno por sostener las opciones de su pa¨ªs. Rochus tiene mano, que le dicen los tenistas. Jug¨® de atr¨¢s hacia adelante, presionando desde el fondo para caminar hacia la red, agobiando a los espa?oles. Tuvo golpes de gran m¨¦rito y equilibr¨® la irregular tarde de Darcis, que solo hab¨ªa jugado dos partidos en todo el a?o. Su despliegue no fue suficiente para frenar a la pareja espa?ola. La mezcla es explosiva: dos zurdos, un gran sacador y un sobresaliente restador. Feliciano y Verdasco tienen mucho margen de mejora, a¨²n hay que engrasar esa m¨¢quina, pero fueron demasiado para B¨¦lgica.