El v¨®mito de los payasos

"Sir Alex Ferguson es un gran cicl¨®n." Cantona, exjugador suyo en el Manchester United, esta semana.

Debe de ser frustrante para los entendidos del f¨²tbol ver c¨®mo nosotros, los aficionados, insistimos en creer que el talento de los jugadores, el esp¨ªritu de sacrificio y la inteligencia t¨¢ctica son los factores determinantes en las victorias y las derrotas cuando lo que cuenta realmente son los calendarios y la calidad arbitral. Pensamos concretamente en Alex Ferguson, la persona que quiz¨¢ sepa m¨¢s de f¨²tbol en el mundo, ganador de 11 Ligas inglesas y de dos Copas de Europa en 25 a?os al frente del Manchester United.

Calendario. Ferguson se pas¨® gran parte de la temporada 2008-2009 quej¨¢ndose de que el calendario de la Premier hab¨ªa sido manipulado de tal manera que a su equipo le iba resultar pr¨¢cticamente imposible salir campe¨®n. "Dicen que no est¨¢ planeado, pero tengo serias dudas", sentenci¨® el gur¨² escoc¨¦s.

A Ferguson lo que le desespera es la incapacidad de todos de entender lo importante del f¨²tbol

En Inglaterra la mayor¨ªa ve a Mourinho como a Ferguson: unos payasos

?rbitros. Pr¨¢cticamente, no ha habido derrota de su equipo que no haya sido atribuible al error de un colegiado. En 1988 (un ejemplo entre miles), tras caer ante el Liverpool, Ferguson insisti¨® en que los suyos hab¨ªan sido una vez m¨¢s v¨ªctimas de una injusticia arbitral. "Uno tiene que irse de aqu¨ª [Anfield] atragant¨¢ndose en su v¨®mito, mordi¨¦ndose la lengua, temiendo decir la verdad", declar¨®. El entrenador del Liverpool aquel d¨ªa, Kenny Dalglish, contest¨® que su hija de seis a?os hablaba con m¨¢s seriedad que su gran rival.

Hoy se vuelven a ver las caras los dos (14.30, Gol TV) con Dalglish de vuelta al mando del Liverpool. En caso de que pierda el Manchester, ya sabemos que no tendr¨¢ absolutamente nada que ver con la calidad de su juego. Ferguson nos recordar¨¢ que fue culpa del calendario o del ¨¢rbitro. O quiz¨¢ no. Quiz¨¢ no le oigamos decir nada, ya que ha vuelto a declararse en huelga con los medios. Lleva seis a?os sin cumplir con su obligaci¨®n profesional de hablar con la BBC y desde hace cinco d¨ªas no habla a la televisi¨®n del club.

Volvamos al principio de este art¨ªculo. A Ferguson lo que le desespera es la incapacidad de todos (aficionados y periodistas, amigos y enemigos) de entender lo importante del f¨²tbol. Se siente un incomprendido. Le vuelve loco la ignorancia general. Le lleva a pensar que hay conspiraciones contra ¨¦l y contra la extensi¨®n de su ser, su equipo. Porque en el Manchester es el rey Sol: "L'?tat c'est moi" ("el Estado soy yo").

Lo que le llev¨® al impulso curiosamente suicida de cancelar todo contacto con su propia televisi¨®n fue que ah¨ª se transmiti¨® su ¨²ltima descarga contra un colegiado, el domingo, tras la derrota contra el Chelsea. Acus¨® a Martin Atkinson, objeto de ataques personales previos de Ferguson, de lo peor de lo que se puede acusar a un ¨¢rbitro: de "no ser imparcial".

La federaci¨®n inglesa ha abierto un expediente a Ferguson por "conducta impropia". Esto no es nuevo ni nada que, a estas alturas, vaya a inhibir los impulsos groseros del t¨¦cnico. No conoce l¨ªmites. Insulta a todo el mundo (a jugadores rivales, a entrenadores como Ars¨¨ne Wenger, al Madrid, al pueblo alem¨¢n o al italiano) con una sensaci¨®n de impunidad, como si estuviera en su derecho. Que, seg¨²n ¨¦l, lo est¨¢. Porque es el rey Sol y el rey Sol puede hacer y decir lo que le da la santa gana.

Quiz¨¢ no sea ninguna sorpresa que Ferguson sea el entrenador m¨¢s admirado por Jos¨¦ Mourinho. El portugu¨¦s ha dicho que dentro del gremio es su "mejor amigo". Como tambi¨¦n ha dicho que es en Inglaterra donde trabaja m¨¢s a gusto. Esto tampoco es una sorpresa. En Espa?a, Mourinho ofende; en Inglaterra, donde estuvo tres a?os, m¨¢s bien divierte. En Espa?a se le ve como un "canalla"; en Inglaterra la mayor¨ªa le ve, como a Ferguson, por lo que son: unos payasos.