Un partido para dar las gracias a Keita
Un gol del volante le da la victoria al Barcelona frente a un peligroso Zaragoza
Seydou Keita, un meritorio por excelencia, resolvi¨® un partido dise?ado para los jornaleros, alejado de cualquier pomposidad y grandeza, generalmente peligrosos, porque la victoria se da por descontada a favor del equipo que manda en el campeonato. La mayor¨ªa son encuentros que se presentan tan mansos como dif¨ªciles de jugar, se dan en d¨ªas de entretiempo o jornadas llamadas valle que sirven para mover la plantilla y administrar los esfuerzos, momentos expresos para la recuperaci¨®n despu¨¦s de un encuentro de m¨¢xima exigencia y camino de una nueva confrontaci¨®n de extrema dificultad. El Barcelona se dej¨® los ri?ones el mi¨¦rcoles en Valencia y el martes le aguarda un intenso ejercicio con el Arsenal. La hinchada no acostumbra a pedir explicaciones por el f¨²tbol en d¨ªas como hoy sino que aguarda que se ratifique la victoria de rigor y no se cuenten lesionados.
BARCELONA 1 - ZARAGOZA 0
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Gaby Milito, Mawxell (Abidal, m. 75); Xavi, Mascherano, Keita: Pedro (Iniesta, m. 86), Bojan (Villa, m. 66) y Messi. No utilizados: Pinto, Adriano, Busquets y Afellay.
Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Da Silva, Lanzaro, Obradovic; Ander Herrera (Jorge L¨®pez, m. 71), Pinter (Edmilson, m. 56), N'Daw, Bertolo (Uche, m. 52); y Sinama-Pongolle. No utilizados: Alcolea, Paredes, Marco P¨¦rez y Kevin.
Gol: 1-0. M.42. Keita remata desde la frontal del ¨¢rea peque?a un rechace de Lanzaro despu¨¦s de un centro de Messi.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Milito y a Lanzaro.
Camp Nou: 78.965 espectadores.
Hay que evitar riesgos. As¨ª lo entendi¨® tambi¨¦n Guardiola. Ocurre que su interpretaci¨®n del partido fue tan extrema que hubo aficionados que se preguntaron si al entrenador no se le hab¨ªa ido la mano. El t¨¦cnico prescindi¨® de Abidal, Busquets, Iniesta y Villa, los cuatro de una tacada, y aline¨® a Milito y Bojan, junt¨® a Mascherano y Keita, toc¨® muchas teclas.
Al Zaragoza le dio lo mismo, porque hab¨ªa preparado la visita al Camp Nou sin siete de sus titulares, por lesi¨®n o sanci¨®n, consciente de que hay partidos m¨¢s accesibles que el de anoche en su pugna por la permanencia. Aunque no renunciaba a la victoria, se propon¨ªa retrasar la derrota o evitarla si es que era posible. Los muchachos de Aguirre se cerraron con una defensa de cinco zagueros, negaron los espacios por dentro para que los azulgrana atacaran por fuera y buscaron las espaldas de Milito cuando se encontraban con la pelota.
Mejor en la recuperaci¨®n que en la elaboraci¨®n, el Bar?a comenz¨® gobernando la contienda con una posesi¨®n escandalosa del bal¨®n. Poco fluidos en la circulaci¨®n y nada finos en el pase interior, los azulgrana se empe?aron en tirar el muro aragon¨¦s con el tiro exterior, una novedad en el cat¨¢logo barcelonista. Los remates desde la media distancia se suced¨ªan y el alboroto en el ¨¢rea de Doblas era tan monumental como est¨¦ril. La mayor¨ªa de las veces interven¨ªa el portero, en ocasiones se cruzaba un defensa y a menudo el cuero acababa en el c¨®rner. No hab¨ªa manera de meter la pelota en el marco del Zaragoza. Menos art¨ªsticos y m¨¢s laboriosos, los barcelonistas nunca desfallecieron en su ataque, siempre perserverantes. Al final, sin embargo, no qued¨® m¨¢s remedio que recurrir al futbolista de siempre, el jugador universal que quiere disputar todos los partidos, sin reparar en su categor¨ªa, ni en que est¨¢ a una tarjeta de la suspensi¨®n: Messi.
Messi agarr¨® la pelota por el costado derecho del ¨¢rea, elimin¨® a N'Daw, Obradovic y Da Silva, puso el centro para la llegada de los volantes, meti¨® la pata Lanzaro y el rechace lo recogi¨® Keita, tal y como demandaba el gui¨®n de un partido tan esforzado. No hay jugador m¨¢s agradecido ni trabajador, un volante con m¨¢s llegada en el Bar?a, que Keita.
Abatido al borde del descanso, el Zaragoza reaccion¨® con el marcador en contra, dispuesto a buscarle las vueltas a la improvisada zaga azulgrana con la salida de Uche, que sustituy¨® a Bertolo despu¨¦s que al argentino se le escapara un remate de gol por poco. El partido se puso muy delicado para el Bar?a, que no atin¨® a certificar el triunfo, sin punter¨ªa en el ¨¢rea rival y con concesiones en la suya. Los centrales mezclaban mal y no se correg¨ªan mientras el reaparecido Vald¨¦s resolv¨ªa de forma magistral con el pie un mano a mano con Sinama-Pongolle.
La verticalidad del Zaragoza contrastaba con la dispersi¨®n del Bar?a, que perdi¨® el control del encuentro y baj¨® el ritmo de su juego, sostenido por el oficio Mascherano. A Guardiola no le qued¨® m¨¢s remedio que quitar a Bojan y poner a Villa, que se present¨® con un remate liftado ante Doblas, y m¨¢s tarde dar entrada a Abidal y finalmente a Iniesta. El t¨¦cnico, reci¨¦n salido de la cl¨ªnica despu¨¦s de sufrir una hernia discal, tuvo que salir a pie de campo y agotar los cambios, signo de que el choque no discurr¨ªa por las coordenadas de costumbre, m¨¢s abierto que ninguno. Los seguidores barcelonistas se pusieron a animar al equipo, conscientes de que quien canta el mal espanta, nervioso porque no hab¨ªa manera de que cayera un segundo gol que acabara con el suspense. No hubo manera. Al final, quiz¨¢ porque el partido no dio para m¨¢s, alcanz¨® con el gol de Keita para suerte del Bar?a y de la mujer barcelonista, protagonista en el Camp Nou.
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